Reed Hastings, fundador de Netflix: ¡°Estoy deseando ver los servicios de ¡®streaming¡¯ de Apple¡±

Estadounidense y mexicano, Reed Hastings y Francisco Ramos encarnan esa mezcla de lenguas y culturas, el ?spanglish, que hace d¨¦cadas se fusion¨® con la meritoria intenci¨®n de dominar el mundo. Ellos unieron fuerzas no hace tanto, m¨¢s o menos ¡°a?o y medio¡±. Tambi¨¦n para tomar el planeta por asalto. ?Su arma? Netflix, el gigante de la ficci¨®n por streaming, que ha abierto en Espa?a Casa Netflix, su primer centro de producci¨®n en Europa, donde esperan manufacturar entre 4 y 6 series al a?o (una cifra que aumentar¨¢ hasta 10 o 12 con las producciones que se filmar¨¢n a lo largo y ancho del pa¨ªs). Que tiemble Hollywood. Ha llegado la ola de la televisi¨®n global en castellano. Y, por qu¨¦ reducir las opciones, en unos cuantos idiomas m¨¢s en versi¨®n original, adem¨¢s de 10 doblados y 28 subtitulados.

Nacido hace 58 a?os, Reed Hastings es cofundador y CEO de Netflix, proyecto que se materializ¨® primero como un servicio de alquiler de DVD por correo y ha acabado convertido en una multinacional del entretenimiento bajo demanda por Internet presente en 190 pa¨ªses y con 139 millones de suscriptores, 3 de ellos en Espa?a. Ramos, de 50 a?os, es un productor con taquillazos como A tres metros sobre el cielo y Superl¨®pez a sus espaldas. A ra¨ªz de su cruce de caminos, propiciado por la serie ?lite, ambos acordaron que Ramos se har¨ªa cargo de la divisi¨®n de contenido original en Latinoam¨¦rica y Espa?a.

Un d¨ªa de abril, ambos posaron entre risas en una de las cabinas donde habitualmente almuerzan los empleados de la empresa en Tres Cantos, cerca de Madrid. Era el d¨ªa de la inauguraci¨®n de la sede, cuyas instalaciones, plat¨®s y oficinas han sido alquiladas a la productora Secuoya: 22.000 metros cuadrados donde caben tres sets de rodaje m¨¢s otros dos que estar¨¢n listos a finales de a?o. ¡°No solo tenemos a los mejores guionistas, directores, showrunners y artesanos, sino que adem¨¢s contamos con unas instalaciones punteras¡±, presume Ramos, que se expresa con una sonrisa y la voz serena, de tono descendente, con solo un leve acorde de musicalidad mexicana. ¡°Madrid es nuestra oficina, pero eso no significa que vayamos a producir todo aqu¨ª. De hecho ya estamos produciendo shows por toda Espa?a: Andaluc¨ªa, Catalu?a, Cantabria, Asturias, Galicia, Canarias¡­ En este pa¨ªs no solo hay riqueza en el sentido art¨ªstico, sino tambi¨¦n en la diversidad de culturas y paisajes¡±. De acuerdo con las cifras que proporciona la compa?¨ªa, hasta 13.000 personas entre actores, t¨¦cnicos y figurantes participaron en 2018 en sus proyectos originales en Espa?a, una cifra que auguran aumentar¨¢ a 25.000 este a?o.

Mientras en una sala discurre la charla con los ejecutivos, una planta m¨¢s abajo decenas de periodistas degustan los canap¨¦s que se sirven para celebrar la presentaci¨®n. Hastings, cuyo nombre rotula la entrada de la habitaci¨®n, solo concede una entrevista, a este medio. Marcha contra reloj en una visita maratoniana plagada de reuniones y eventos, incluida una recepci¨®n real, que no le dejar¨¢n disfrutar de su paso por la capital m¨¢s all¨¢ de ¡°algunos de sus mejores restaurantes¡±. Admite que es lo ¨²nico que conoce, y que solo habla ¡°un poquito¡± de castellano. ¡°Me voy a mudar aqu¨ª. Por eso pone Reed Hastings en la puerta¡±, dice con retranca. ¡°No, yo estoy siempre viajando, pero Paco s¨ª que pasar¨¢ m¨¢s tiempo aqu¨ª, adem¨¢s de en M¨¦xico y Los ?ngeles¡±.

¡°Lo primero que pens¨¦ tras el anuncio del servicio de streaming de Apple fue que quiero ver sus programas¡±, dice Reed Hastings

Unos d¨ªas antes de esta conversaci¨®n, Apple desvelaba su propia plataforma de streaming, un proyecto al que se ha sumado el mism¨ªsimo Steven Spielberg, otrora azote del cine en peque?a pantalla. ¡°Lo primero que pens¨¦ fue que quiero ver sus programas, algunos parecen geniales¡±, responde Hastings, resabiado en cuestiones period¨ªsticas. De pelo y perilla canos y mirada astuta, el directivo no esquiva las preguntas comprometidas. Pero tampoco se mete en demasiados compromisos. Asegura fortalecerse con la creciente competencia, para la que solo guarda buenas palabras. ¡°Nosotros somos una empresa apasionada que se concentra en un solo producto. Amazon, por ejemplo, es una gran empresa, pero hace un mont¨®n de cosas diferentes, entre ellas entretenimiento. En ese sentido, nuestros rivales m¨¢s directos son Disney o HBO¡±.

Con su asentamiento en Espa?a, Netflix profundiza en una idea que le ha dado gratos resultados: la creaci¨®n de contenidos propios m¨¢s all¨¢ del ingl¨¦s y de lo estadounidense. (Hace unos meses que la UE obliga a las plataformas online a ofrecer en su cat¨¢logo al menos un 30% de contenido europeo). Desde su desembarco en octubre de 2015, la empresa ha estrenado 24 producciones espa?olas y 40 coproducciones con otras compa?¨ªas. El a?o pasado invirti¨® unos 900 millones de euros en contenido europeo. ¡°A la gente le gusta relajarse en su idioma, as¨ª que la mayor¨ªa ve las cosas dobladas, no tanto subtituladas¡±, ilustra el CEO sobre su Babel cat¨®dico. De Francia a Sud¨¢frica, de India a Noruega, la empresa ha desplegado los tent¨¢culos para captar talento de todas las latitudes. ¡°Acabamos de contratar a un ejecutivo para que trabaje con las series africanas y a otro en Oriente Pr¨®ximo¡±, apunta Ramos. Con ¨¦xitos internacionales como La casa de papel, Espa?a ha demostrado su val¨ªa y una raz¨®n por la que la empresa ha querido establecer aqu¨ª su centro de producci¨®n. ¡°En Netflix me han permitido trabajar de la forma que yo s¨¦: con un material diferencial, lateral, y unos personajes con una idiosincrasia propia¡±, defiende ?lex Pina, el showrunner de la popular ficci¨®n sobre el atraco a la F¨¢brica de Moneda, que se encuentra produciendo otra serie de habla inglesa, White Lines, y ha confirmado una pr¨®xima apuesta ¡°salvajemente tarantiniana¡±: ¡°Va en tiempo real, y de nuevo las l¨ªneas entre el bien y el mal las vamos a dinamitar. Tiene mucho de road movie y vamos a colocar a tres mujeres en el ojo del hurac¨¢n¡±.

Al vender esta ¨²ltima serie a Net?flix (lo que se conoce como ¡°hacer un pitch¡±), Pina tard¨® exactamente nueve minutos en convencer a los ejecutivos. ¡°Fue un muy buen pitch¡±, concede Ramos, que asegura que no resulta estrictamente necesario llamarse ?lex Pina para que se sienten a escuchar ideas. ¡°Podemos recibir 10 o 15 propuestas a la semana. Cualquiera las puede remitir, pero intentamos que se asocien con directores para que alguien eval¨²e la presentaci¨®n antes de que nos llegue a nosotros. La competencia es feroz, y si nos ofrecen algo flojo, vamos a decir que no¡±.

Junto con el actor ?lvaro Morte; el director y presidente de la Academia de Cine, Mariano Barroso, y otros miembros de la industria, Pina tambi¨¦n particip¨® en el acto de inauguraci¨®n de Casa Netflix. Mientras ellos ejerc¨ªan de maestros de ceremonias, La casa de papel rodaba a pocos metros un episodio de su tercera temporada. Aprovechando un receso, Hastings y Ramos salieron casi corriendo de la oficina para tomarse los retratos que ilustran estas p¨¢ginas a las puertas del estudio. Con los segundos cronometrados, ten¨ªan que proceder a su siguiente compromiso. ¡°Los d¨ªas solo son as¨ª de fren¨¦ticos cuando est¨¢ el jefe¡±, confiesa aliviado Ramos.

¡°Recibimos 10 o 15 propuestas de series a la semana, cualquiera las puede remitir¡±, se?ala Ramos. ¡°La competencia es feroz¡±

Cuando sale de su espiral de quehaceres, Hastings dice dedicarse a ¡°beber caf¨¦, explorar el mundo, a veces ver la tele¡±. Ramos, que antes sol¨ªa viajar los fines de semana a Barcelona, donde visitaba a familiares y jugaba al golf, ha tenido que abandonar esa afici¨®n para concentrarse en darse atracones de tele. ¡°Es importante saber qu¨¦ hacen los dem¨¢s. Ahora veo muchas telenovelas latinoamericanas¡±.

Controvertida por su tendencia radical a la transparencia interna ¡ª?seg¨²n The Wall Street Journal, la empresa incentiva a sus empleados a se?alar a qu¨¦ colegas despedir¨ªan¡ª o por no revelar algunas cifras clave, como muchas audiencias, Netflix emiti¨® en octubre unos 1.800 millones de euros en deuda para sufragar la producci¨®n y adquisici¨®n de contenidos. ¡°Tenemos una deuda muy peque?a con respecto a nuestro valor¡±, presume Hastings. ¡°La compa?¨ªa vale 135.000 millones de euros y tenemos menos de 13.500 millones en deuda¡±.

Desde su fundaci¨®n en 1998, el nombre de Netflix se ha convertido en sin¨®nimo casi perfecto de la palabra ¡°series¡±. ¡°Para m¨ª ha ocurrido muy despacio, pero me alegro de que por fin se nos reconozca¡±, dice el CEO, que tambi¨¦n acumula alg¨²n que otro fracaso. ¡°?El mayor? En 2011 intentamos crear un servicio de alquiler de DVD [separado del de streaming], ?Qwikster. A los clientes no les gust¨® nada¡±. Recuperados de aquel batacazo, que contribuy¨® a la p¨¦rdida de 800.000 suscriptores en Estados Unidos, todo apunta a que la plataforma est¨¢ lista para dar la batalla por la dominaci¨®n cultural del planeta. ¡°Bueno, estamos bloqueados en China¡±, contesta Hastings. ¡°Pero fuera de all¨ª, s¨ª. Nosotros queremos ser la compa?¨ªa que descubra a los grandes contadores de historias y les proporcione una plataforma global¡±.?