Multisala Espa?a
Los espa?oles van a poder ver pel¨ªculas de izquierda y de derecha, nacionalistas y constitucionalistas, y puede que incluso alg¨²n director de prestigio logre producir una inspirada pel¨ªcula de centro
El sistema auton¨®mico no es tan solo un dispositivo pensado para acomodar la estructura regionalizada de Espa?a, con su correlato de identidades culturales diversas y solapadas. Es tambi¨¦n, como todo esquema federalizante, un m¨®dulo suplementario de la separaci¨®n de poderes, esto es, uno m¨¢s de los proverbiales checks and balances, de los controles y contrapesos, ideados por nuestra Constituci¨®n para evitar la concentraci¨®n del poder. Como en un cine donde se llevan a cabo diversas proyecciones de pel¨ªculas, a veces muy distintas entre s¨ª, permite al espectador espa?ol poder salir de una sala donde la pel¨ªcula no termina de gustarle, o acaso le horroriza, para cambiarse a una que sea m¨¢s de su gusto y convicciones (porque las cintas en este cine vienen clasificadas no por edades sino por ideolog¨ªas, y se censura solo aquello que no cabe en la Constituci¨®n, que provee un amplio terreno, aunque no ilimitado, para la libertad creativa).
En las proximas semanas asistiremos a la escritura, rodaje, montaje y estreno de las distintas pel¨ªculas que los espa?oles ver¨¢n durante los pr¨®ximos a?os en Multisala Espa?a, tu cine. Si no me enga?o, solo en Extremadura y Castilla-La Mancha se prev¨¦ un rodaje r¨¢pido y sin contratiempos. En el resto de salas, muchos guionistas ya han anunciado que quieren meter pluma en la trama y habr¨¢ que ver qu¨¦ sale de ah¨ª. El casting solo es te¨®rico: el reparto de papeles a¨²n est¨¢ por fijarse. Y si alg¨²n partido se queda sin papel, a lo mejor todav¨ªa podr¨¢ componer la m¨²sica o sugerir alguna escena. Lo que est¨¢ claro, al menos, es que los espa?oles van a poder ver pel¨ªculas de izquierda y de derecha, nacionalistas y constitucionalistas, y puede que incluso alg¨²n director de prestigio logre producir una inspirada pel¨ªcula de centro, que es un poco como el cine de autor de la pol¨ªtica.
As¨ª es la vida: variedades, que as¨ª se llamaba un cine de mi infancia. Los que vivan en Madrid y les espante la pel¨ªcula en la sala Espa?a pueden atrincherarse en las butacas de las salas Comunidad y Ayuntamiento. Y viceversa, claro est¨¢. Los intranquilos ante el avance del nacionalismo y de partidos de moral relajada con el crimen, en la sala donde se proyecta Pa¨ªs Vasco pueden conformarse con la recuperaci¨®n de posiciones del constitucionalismo en la sala Navarra. Es probable que predomine el fastidio, y la nostalgia por las viejas superproducciones, protagonizadas por estadistas que hoy nos parecen reemplazados por actores de poco rango y escaso carisma, por no hablar del inevitable histri¨®n de turno (aunque siempre hay alg¨²n secundario a quien merece la pena seguir la pista). Como estas pel¨ªculas duran cuatro a?os, y es durillo verlas del tir¨®n, es recomendable salir de vez en cuando al cine al aire libre donde se proyecta Europa: cada vez tiene m¨¢s p¨²blico.
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