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La realidad contin¨²a imitando a la ficci¨®n. Otra serie de televisi¨®n, m¨¢s antigua, m¨¢s modesta, igual de ejemplar. En Borgen tambi¨¦n hab¨ªa dragones, aunque iban vestidos con traje y corbata. La l¨ªder de un partido peque?o, que logra auparse a la presidencia de Dinamarca gracias a su habilidad para firmar pactos que parec¨ªan imposibles, nos ense?¨® que una de las se?as de identidad de las democracias avanzadas es la negociaci¨®n de buena fe entre enemigos. Los daneses tambi¨¦n prefieren pactar con sus amigos, por supuesto. Eso es siempre lo ideal, en cualquier ¨¦poca y en cualquier pa¨ªs, pero no siempre se puede. En Espa?a, algunos no se han enterado. Me pregunto muchas cosas sobre Jos¨¦ Manuel Villegas, y una de ellas es si habr¨¢ visto Borgen. Ya s¨¦ que ahora tiene otro objetivo ¡ªasustar mucho a Vox a ver si consigue que Vox deje de asustar tanto al PP¡ª, pero cuando le escucho hablar de Gabilondo, por ejemplo, me acuerdo de Aguirre, de Gonz¨¢lez, del ¨¢tico en Marbella, de los esp¨ªas, del Canal, de la P¨²nica, de la G¨¹rtel¡­ Para m¨ª, que no soy danesa, es dif¨ªcil comprender que Ciudadanos corteje a la heredera de la organizaci¨®n m¨¢s corrupta del partido m¨¢s corrupto de la historia de la democracia espa?ola, despu¨¦s de abominar de un catedr¨¢tico de Filosof¨ªa de impoluta trayectoria, que por cierto ha ganado las elecciones, por ser sanchista. Y cuando este cortejo lleva impl¨ªcito un pacto vergonzante con la extrema derecha, resulta m¨¢s incomprensible todav¨ªa. Al final, los n¨²meros, cualesquiera que sean, se impondr¨¢n, y se olvidar¨¢n los excesos verbales, las chuler¨ªas, los alardes de un partido que no ha ganado en ning¨²n sitio. Pero nunca se har¨¢ una serie sobre lo que est¨¢ pasando en Espa?a. No la entender¨ªan en ninguna parte.