Trans
El comercio de los partidos se mercadea en la neolengua de Orwell. Donde dice ¡°verdad¡± hay que traducir "mentira"
Magno misterio de nuestra cultura es el empe?o por traducir textos que nos son extra?os, con el fin de apropi¨¢rnoslos. ?Qu¨¦ sentido tiene, en la sociedad occidental, esa necesidad de conocer el alma de lo ajeno, de los otros? ?Es el fruto de una insuficiencia, no tenemos bastante con lo propio? O, por el contrario, ?es una prueba de fortaleza que permite entender lo que nos es del todo lejano? Yo creo en la segunda hip¨®tesis. Adaptar al otro, comprenderlo y asimilarlo por extra?o que sea, es un signo de fuerza.
El misterio se hace abismal si se tiene en cuenta que la traducci¨®n es un milagro. Incluso en los idiomas m¨¢s pr¨®ximos, el franc¨¦s o el italiano, hemos de usar la imaginaci¨®n para dar cuenta de lo que la otra lengua dice. Dos cl¨¢sicos: cuando leemos en franc¨¦s fleuve traducimos por ¡°r¨ªo¡±, pero si leemos rivi¨¨re tambi¨¦n traducimos por ¡°r¨ªo¡± aunque designen dos fen¨®menos distintos. Y si la lengua se aleja un poco, como el ingl¨¦s, los escollos se multiplican: leemos meat y traducimos ¡°carne¡±, pero leemos flesh y tambi¨¦n traducimos ¡°carne¡±. Son entidades opuestas: solo una es humana.
Desde que Alejandro Magno orden¨® traducir los escritos sagrados hebreos, el traductor es una figura capital. Maltratado aqu¨ª durante d¨¦cadas, ahora comienza a ser apreciado. Hay un Premio Nacional de Traducci¨®n y los traductores entran en la Real Academia. Deber¨ªan ser m¨¢s respetados. Lo digo a ra¨ªz de un librito de Amelia P¨¦rez de Villar (Los enemigos del traductor) en el que cuenta los sudores que pas¨® con James hasta descubrir que moment, en ingl¨¦s, tambi¨¦n significa ¡°importancia¡±.
Buena falta nos hacen los traductores. El comercio de los partidos se mercadea en la neolengua de Orwell. Donde dice ¡°verdad¡± hay que traducir ¡°mentira¡±.
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