El jefe de Estado el 1 de octubre de 1936: ?Franco o Aza?a?
El auto del Tribunal Supremo sobre la paralizaci¨®n de la exhumaci¨®n del dictador causa sorpresa al reflejar que este lleg¨® al poder tres meses despu¨¦s de que estallara la Guerra Civil
El Tribunal Supremo ha afirmado que Francisco Franco se convirti¨® en jefe del Estado de Espa?a ¡°el 1 de octubre de 1936¡±, tan solo tres meses despu¨¦s de que estallara una guerra civil que durar¨ªa casi tres a?os. As¨ª figura en un auto hecho p¨²blico este martes, en el que el alto tribunal frena la exhumaci¨®n del dictador del Valle de los Ca¨ªdos y que ha creado una gran controversia, no solo por la decisi¨®n de paralizar el desenterramiento, sino porque en octubre de 1936 el Gobierno de la Segunda Rep¨²blica que encabezaba Manuel Aza?a desde mayo de aquel a?o segu¨ªa desempe?ando sus funciones ejecutivas. Si la Guerra Civil no termin¨® hasta el 1 de abril de 1939, ?se puede considerar que Franco lleg¨® a la jefatura del Estado dos a?os y medio antes?
¡°El tribunal tiene raz¨®n desde un punto de vista jur¨ªdico, ya que no ha habido una ruptura legal con el franquismo¡±, argumenta Jos¨¦ ?lvarez Junco, catedr¨¢tico em¨¦rito de Historia del Pensamiento de la Universidad Complutense. No significa, seg¨²n Junco, que ¡°el mandato de Franco fuera legal desde un punto de vista ¨¦tico¡±, pero ¡°recibi¨® incluso el reconocimiento de la comunidad internacional¡±, recuerda el historiador, que advierte con pesar de que, en el caso de que se exhume a Franco, ¡°quiz¨¢ tenga que hacerse con honores de jefe de Estado¡±.
Tambi¨¦n cree que Franco fue jefe de Estado desde el 1 de octubre de 1936 Enrique Moradiellos, que ha publicado recientemente Franco. Anatom¨ªa de un dictador (Turner). ¡°Pero los t¨¦rminos en los que se expresa el Supremo son imprecisos al caer en la simplificaci¨®n, y las simplificaciones pueden ser medias verdades¡±, apunta este historiador en una entrevista telef¨®nica. Porque en aquel momento hab¨ªa otro jefe de Estado: Manuel Aza?a D¨ªaz.
Seg¨²n Moradiellos, ganador del Premio Nacional de Historia en 2017 por el libro Historia m¨ªnima de la Guerra Civil (Turner y el Colegio de M¨¦xico), la Junta de Defensa Nacional, dirigida por los militares que encabezaron el intento de golpe de Estado, cedi¨® a Franco todos los poderes ¡ªlegislativo, ejecutivo y judicial¡ª y le proclam¨® el 30 de septiembre de 1936 ¡°general¨ªsimo de los ej¨¦rcitos nacionales, un cargo para llevar adelante la guerra, y autoridad pol¨ªtica para edificar un Estado alternativo al republicano, que todav¨ªa no hab¨ªa ca¨ªdo¡±. ¡°Y a eso¡±, contin¨²a Moradiellos, ¡°se le llama jefe del Gobierno del Estado¡±, que Franco simplific¨® como jefe del Estado. Los nombramientos se hicieron efectivos un d¨ªa despu¨¦s. Pero al mismo tiempo, Manuel Aza?a era jefe del Estado de la Rep¨²blica, seg¨²n los t¨¦rminos de la Constituci¨®n vigente en Espa?a y reconocida internacionalmente en aquel momento. Es decir, hab¨ªa dos mandatarios: uno en la parte insurgente, ¡°que ocupaba algo menos de la mitad de Espa?a¡±, y otro en la parte republicana.
?Cu¨¢ndo se puede afirmar que Franco es el jefe de Estado de toda Espa?a? Seg¨²n Moradiellos, a partir del 27 de febrero de 1939, cuando recibi¨® el reconocimiento de la mayor parte de los pa¨ªses, entre ellos, todos los europeos. ¡°Aza?a, que se encontraba en Par¨ªs, decide cesar en sus funciones de jefe de Estado, porque la Rep¨²blica hab¨ªa perdido el reconocimiento internacional¡±, explica el historiador. Seg¨²n la Constituci¨®n de 1931, deb¨ªa asumir el cargo de forma interina el presidente del Congreso de los Diputados, que era Diego Mart¨ªnez Barrio, de la derecha republicana. ¡°Sin embargo, para tomar posesi¨®n de su cargo, deb¨ªa hacerlo en territorio nacional, pero tambi¨¦n se encontraba en Par¨ªs y no acudi¨® a Espa?a, de manera que no pudo hacerlo¡±, cuenta Moradiellos, que concluye que aunque la Rep¨²blica no se rindi¨® hasta el 1 de abril de 1939, se hab¨ªa quedado sin dirigente, ¡°por lo que Franco es a todos los efectos jefe del Estado desde el 27 de febrero¡± de aquel a?o.
Sin embargo, hay un factor al que apela el historiador Paul Preston, autor de la famosa biograf¨ªa del dictador Franco. Caudillo de Espa?a (1994), para invalidar su nombramiento al frente de la jefatura del pa¨ªs: la ilegitimidad del levantamiento. ¡°Franco nunca fue legalmente jefe del Estado, a no ser que se crea que cualquier cosa que hiciesen los golpistas de 1936 fuera leg¨ªtimo¡±, afirma el historiador en un correo electr¨®nico. Por tanto, seg¨²n considera, la afirmaci¨®n del Tribunal Supremo ¡°es incorrecta¡±.
De la misma opini¨®n es Gutmaro G¨®mez Bravo, profesor titular de Historia Contempor¨¢nea en la Universidad Complutense de Madrid y experto en el franquismo y en la Guerra Civil espa?ola. ¡°Asumir la legitimidad jur¨ªdica del franquismo es un error hist¨®rico¡±, protesta el investigador, que cree que ¡°el Tribunal Supremo est¨¢ tomando partido¡±. ¡°Ten¨ªa otras alternativas, como aludir en el auto a la Segunda Rep¨²blica o mencionar que en las guerras civiles el derecho no tiene valor¡±, a?ade.
Pero acudiendo a los hechos, independientemente de que ¡°gusten o no¡± ¡ªMoradiellos no duda en llamar a Franco dictador¡ª, no puede negarse que hubiera dos Espa?as, expone. Precisamente por ello, razona el historiador, hubo una ¡°guerra civil, que es un conflicto armado con duraci¨®n continuada en el tiempo entre dos facciones que antes del inicio de las hostilidades pertenec¨ªan al mismo Estado y que pugnan por imponerse la una a la otra¡±. Y en la contienda de Espa?a, cada bando, ten¨ªa su propio jefe de Estado, aunque uno hubiera sido elegido democr¨¢ticamente y otro hubiera sido nombrado tras un pronunciamiento militar.
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