Zarpazos de los abogados

Los zarpazos de las defensas a los fiscales fueron m¨¢s ¨¢giles que en toda la vista. Aunque cometieron errores.

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Andreu Van den Eynde no logr¨® dimensionar su tesis de que la investigaci¨®n abierta el 5-N de 2015 fue ¡°prospectiva¡± para otear delitos ignotos, no para perseguir ilegalidades ciertas. Si eso fragilizar¨ªa todo el proceso, merecer¨ªa m¨¢s que dos pinceladas.

Ni las mellas al derecho de defensa: si la dispersi¨®n del juicio en varias instancias priv¨® de testigos clave a los reos, tambi¨¦n benefici¨® su derecho a un proceso ¡°sin dilaciones¡± indebidas.

Peor fue a¨²n la idea de que esta es una ¡°causa general¡±. Lo desmiente que haya millones de independentistas no procesados; las contradicciones entre aparatos del Estado (Hacienda/Guardia Civil; Fiscal¨ªa/Abogac¨ªa del Estado) y la ausencia de unidad de prop¨®sito, instrucci¨®n y coordinaci¨®n entre instituciones, como sucedi¨® en la de Franco contra la Rep¨²blica (decreto de 26/4/1940).

Pese a eso, el brillo de las defensas destac¨® m¨¢s a causa del desempe?o mate de sus rivales.

Jordi Pina, abogado de Jordi S¨¤nchez (ANC), fue cruel contra la Fiscal¨ªa y sus pobres conclusiones definitivas. Esta no argument¨® por qu¨¦ le tilda de ser promotor clave de la rebeli¨®n; no le imput¨® la malversaci¨®n que se asociar¨ªa a ese papel; le culp¨® del 1-O (sin detalles); aflor¨® la hoja de ruta de 2016 como cargo, ya acabada la fase testifical, con lo que no pudo defenderse de ella...

Y ¡°su relaci¨®n de buen rollo con el teniente Norberto¡± de la Benem¨¦rita [el 20-S, conselleria de Econom¨ªa], ¡°que le pos¨® la mano en el hombro e intercambi¨® n¨²meros de m¨®vil, no es el tipo de relaci¨®n que se espera entre insurrectos y guardias civiles¡±.

Adem¨¢s, Van den Eyen record¨® que los registros se realizaron con normalidad: los altos cargos detenidos no acudieron a sus despachos porque renunciaron a ir y reclamaron el habeas corpus, no porque los manifestantes les bloqueasen el acceso a la conselleria.

La mayor densidad doctrinal del debate no vino empero del an¨¢lisis de las conductas personales de los reos los d¨ªas de autos, sino de la falta de idoneidad de la violencia registrada para doblegar la voluntad del Estado.

Javier Melero desmadej¨® la tesis fiscal de un ¡°nuevo tipo creativo de rebeli¨®n¡±, a cargo de los que ya ten¨ªan el poder y solo necesitaban desconectarse: ¡°El Govern no solo no cort¨® las amarras, sino que tras el 27-O hizo todos los actos de abandono del poder para ponerlo a disposici¨®n del Estado¡±.

Y antes, el Estado no activ¨® ning¨²n plan de contingencia, como s¨ª hizo en la boda de la Infanta o cuando el 11-M; ning¨²n plan de refuerzo de las infraestructuras cr¨ªticas; ninguna apelaci¨®n al Ej¨¦rcito para ayudar ¡°en seguridad ciudadana¡±. Ni discuti¨® la activaci¨®n del estado de sitio (art¨ªculo 116 de la Constituci¨®n).

Tambi¨¦n destac¨® la idea de que el delito de rebeli¨®n requiere un ¡°alzamiento armado¡±, como sugiere que al art¨ªculo 472 del C¨®digo Penal que lo regula, le siguen otros (473,479 480) sobre ¡°armas¡±, ¡°abrir fuego¡±, beneficios de ¡°deponer las armas¡±...