¡°La familia Dedo¡¯ es el rinc¨®n m¨¢s turbio de internet para ni?os¡±: la pol¨¦mica sobre el v¨ªdeo de moda
Son dibujos repetitivos, sin argumento y con una m¨²sica machacona. En espa?ol o ingl¨¦s. Los padres preguntan por la nueva obsesi¨®n de sus hijos. Los especialistas responden
Mart¨ªn va a cumplir el mes que viene dos a?os. Hace unos tres meses, su padre estaba trabajando en casa y necesitaba que el cr¨ªo estuviera entretenido. Puso en YouTube: "dibujos para ni?os 1 y 2 a?os". Entre la gran oferta que le ofrec¨ªa la pantalla (todo un festival de colorines) el ni?o dijo: "Este". Y se?al¨® uno que proyectaba una mano animada con dedales que reprentaban los rostros de una familia (tradicional). "Ese es el lugar m¨¢s turbio de internet para ni?os", explica con cierta sorna Crist¨®bal (40 a?os), el padre de Mart¨ªn. "A partir de ah¨ª no hubo vuelta atr¨¢s. Esos dibujos son adictivos para el ni?o. Le ofrezco otras alternativas, cl¨¢sicos de Disney como Bambi o cosas m¨¢s actuales como Toy Story o Cars, pero aguanta muy poco. Pide 'pap¨¢ dedo' hasta entrarle una rabieta si no se lo pongo. Cuando finalmente cedo puede estar mirando la pantalla de estos dibujos absurdos hasta 20 minutos". ?Tiene raz¨®n el padre de Mart¨ªn? ?No operamos los padres correctamente al dejar a nuestros hijos ver estos aparentemente inocentes v¨ªdeos? ?Estamos exagerando?
"Pap¨¢ dedo, pap¨¢ dedo, ?d¨®nde est¨¢s? / Aqu¨ª estoy, aqu¨ª estoy, ?qu¨¦ tal est¨¢s? / Mam¨¢ dedo, mam¨¢ dedo, ?d¨®nde est¨¢s? / Aqu¨ª estoy, aqu¨ª estoy, ?qu¨¦ tal est¨¢s? / Hermano dedo, hermano dedo, ?d¨®nde est¨¢s? / Aqu¨ª estoy, aqu¨ª estoy, ?qu¨¦ tal est¨¢s". La letra continua con la misma estructura en bucle a?adiendo miembros de la familia: hermana dedo, beb¨¦ dedo... y vuelta a empezar. Hay decenas de familias: la de los helados, la de las chuches, la de los pollitos, la de los bomberos...
"La familia Dedo' no es un contenido de calidad en el sentido educativo. No hay hilo narrativo coherente que aporte algo al ni?o"
Catherine L¡¯Ecuyer, autora de libros como 'Educar en la realidad' y 'Educar en el asombro'
La versi¨®n en espa?ol cuenta con v¨ªdeos que superan los 21 millones de visualizaciones. Una barbaridad que, sin embargo, palidece frente a la versi¨®n inglesa: The finger family ("daddy finger, daddy finger, where are you? / Here I am, here I am, how do you do?") tiene v¨ªdeos que sobrepasan los 1.000 millones de reproducciones. Se trata de la versi¨®n de una canci¨®n infantil inglesa: una nana de finales del siglo XVIII que en Espa?a ser¨ªa equiparable a Los cinco lobitos.
Las primeras veces que uno escucha y ve el v¨ªdeo de dibujos de la canci¨®n hace hasta gracia. La familia dedo, adem¨¢s de una sucesi¨®n de im¨¢genes que rozan el delirio psicod¨¦lico, es muy pegadiza. Despu¨¦s de escucharla un par de veces, uno se sorprende tarare¨¢ndola en los momentos m¨¢s inoportunos (?acaso existe un buen momento oportuno para que a un adulto le pillen canturreando ¡°pap¨¢ dedo, pap¨¢ dedo, ?d¨®nde est¨¢s?¡±). Pero el problema real llega cuando en la escucha 132 el cerebro del padre est¨¢ apunto de cortocircuitar mientras el del ni?o sigue vibrando con cada segundo de estos v¨ªdeos.
Este v¨ªdeo de la versi¨®n espa?ola de 'La familia Dedo' supera los 22 millones de reproducciones.
"?Por qu¨¦ me resultan tan espeluznantes estos dibujos y por qu¨¦ diablos mi hijo de tres a?os no para de verlos en YouTube? Invito a otros padres a quejarse de YouTube para que cierren esta porquer¨ªa", comenta un progenitor en Reddit, web donde gente de todo el mundo intercambia opiniones y experiencias. "La familia dedo me est¨¢ volviendo loco... Encima la pronunciaci¨®n de mi hija, que tiene un retraso en el habla, est¨¢ empeorando y su terapeuta dice que es por culpa de estos dibujos", responde otro padre frustrado en el mismo hilo del foro.
Como tutores responsables de un menor, el dilema es el siguiente: ?hacemos bien dejando que nuestros hijos vean estos v¨ªdeos? Catherine L¡¯Ecuyer, investigadora canadiense afincada en Barcelona, divulgadora educativa y autora de libros como Educar en la realidad y Educar en el asombro, es madre de cuatro hijos y confiesa observar con el gesto torcido el fen¨®meno de La familia Dedo. "Los ni?os menores de dos a?os no deber¨ªan hacer uso de ning¨²n tipo de pantalla para ver dibujos y de hacerlo en alg¨²n momento puntual el contenido deber¨ªa ser de calidad. La familia Dedo no es un contenido de calidad en el sentido educativo. No hay hilo narrativo coherente que aporte algo al ni?o", se?ala la experta, que explica que lo que experimenta el peque?o es una fascinaci¨®n pasiva, no una atenci¨®n sostenida.
El v¨ªdeo de la versi¨®n inglesa de 'La familia Dedo', 'The finger family', alcanza los mil millones de visualizaciones.
"Lo que engancha a los ni?os son los cambios abruptos de im¨¢genes por minuto, los colores brillantes y el sonido estridente. La est¨¦tica es artificial y vulgar. Lo m¨¢s peligroso es que el ni?o se acostumbra a una velocidad de est¨ªmulos cada vez m¨¢s r¨¢pida y a una intensidad cada vez m¨¢s fuerte. Esto deriva en que aquello que no le da esa marcha en el mundo real le aburre y se desinteresa por la realidad", afirma a ICON L¡¯Ecuyer. De ah¨ª que, de tener que ponerle alg¨²n contenido audiovisual, Ignasi de Bofarull (doctor de la Universitat internacional de Catalunya) recomiende que sean v¨ªdeos, series o pel¨ªculas donde los personajes est¨¦n interpretados por personas reales y no por dibujos animados. "Los dibujos muestran un mundo plano de ficci¨®n en dos dimensiones que no se corresponde con la realidad. Esto confunde a los ni?os porque reciben mensajes que no saben conectar con el mundo real", apunta Bofarull.
Catherine L¡¯Ecuyer hace?hincapi¨¦ en que existen estudios que asocian la proyecci¨®n de este tipo de dibujos sin argumento, repetitivos y supuestamente educativos como Baby Einstein o La familia dedo con una reducci¨®n del vocabulario, d¨¦ficit de atenci¨®n e impulsividad. "No debemos olvidar que, durante la etapa preescolar, los ni?os aprenden de las experiencias sensoriales con lo real y de las relaciones interpersonales, no de las pantallas", enfatiza la canadiense .
"Cuando estoy solo con mi hijo de dos a?os en casa poner v¨ªdeos de 'La familia Dedo' es la ¨²nica manera que tengo de poder ducharme tranquilo con la seguridad de que no va a moverse del sof¨¢", dice un padre
Sin embargo, a pesar de que recurrir a v¨ªdeos como La familia dedo no es lo ideal, muchas veces la necesidad empuja a los padres a optar por ellos. "Cuando estoy solo con mi hijo de dos a?os en casa poner v¨ªdeos de la Familia Dedo es la ¨²nica manera que tengo de poder ducharme tranquilo con la seguridad de que no va a moverse del sof¨¢ hasta que yo vuelva al sal¨®n", confiesa Alejandro (inform¨¢tico, 37 a?os), que por las ma?anas est¨¢ solo con su hijo Lucas en casa.
La Academia Americana de Pediatr¨ªa, por su parte, mantiene una postura tajante al respecto: un menor de dos a?os no deber¨ªa acceder sin la supervisi¨®n e interacci¨®n de un adulto a ning¨²n tipo de contenido audiovisual. "Los ni?os necesitan exploraci¨®n pr¨¢ctica e interacci¨®n social con sus cuidadores de confianza para desarrollar sus habilidades cognitivas, de lenguaje, motoras y socioemocionales. Debido a sus inmaduras habilidades de memoria y de atenci¨®n, los beb¨¦s y los ni?os peque?os no pueden aprender de los medios digitales tradicionales como s¨ª lo hacen a trav¨¦s de las interacciones con los cuidadores. Es realmente importante que los padres los observen mientras ven v¨ªdeos en internet y repasen el contenido constantemente", recoge el estudio Medio y mentes j¨®venes, elaborado por la academia americana.
Entre otras cosas, el estudio explica que a partir de los 15 meses de edad los ni?os peque?os pueden aprender palabras nuevas viendo dibujos. Aunque tiende a ser contraproducente ya que los peque?os tienen problemas para transferir este conocimiento al mundo real. "Con estos dibujos el cerebro de los ni?os se queda en modo pasivo, se desconecta y entra en una especie de hipnosis", apunta la psic¨®loga Rosario Linares, directora del centro Prado Psic¨®logos. Dibujos como La familia dedo, repetitivos, con m¨²sica pegadiza y colores chillones, producen una especie de adicci¨®n porque provocan que el cerebro segregue dopamina (sustancia que regula la motivaci¨®n y el deseo y hace que el ser humano repita conductas que proporcionan placer). "El problema que tiene es que te motiva, pero nunca tienes suficiente. Siempre quieres m¨¢s y en ning¨²n momento llega a tener sensaci¨®n de satisfacci¨®n, de ah¨ª que los ni?os no se cansen de ver los dibujos e incluso se enfaden cuando les obligan a dejar de verlos", comenta a ICON Linares.
"Es un desprop¨®sito creer que un ni?o de dos o tres a?os puede aprender algo de ingl¨¦s viendo estos dibujos"
Ignasi de Bofarull, doctor de la Universitat internacional de Catalunya
Para Ignasi de Bofarull el principal problema est¨¢ en que los padres realmente creen estar educando a sus hijos con dibujos como La familia dedo. "El ni?o no asimila la palabras que escucha, solo las repite como un loro. Hasta los tres o cuatro a?os no son capaces de aprender su significado sint¨¢ctico", afirma Borafull, que achaca la sobreexposici¨®n de los menores a las pantallas a la escasez de tiempo que los progenitores invierten en su educaci¨®n. "Lo que ocurre es que los padres ocupados quieren ni?os sabios que no les quiten tiempo".
?Si un ni?o de dos a?os no es capaz de saber lo que dice cuando repite las palabras que escucha en los dibujos, tiene sentido ponerle la versi¨®n en ingl¨¦s de La familia dedo (los v¨ªdeos de The finger family)? Responde el?doctor de la Universitat internacional de Catalunya: "Es un desprop¨®sito creer que un ni?o de dos o tres a?os puede aprender algo de ingl¨¦s viendo estos dibujos. Hace falta tener un lenguaje base para que un ni?o pueda consumir contenidos audiovisuales en ingl¨¦s de una forma autodidacta".
Educar, tal y como afirma Ignasi de Bofarull, requiere dedicar tiempo y esfuerzo. La realidad es esta: no hay familia dedo, Baby Einstein ni Baby shark que exima a los padres de conversar, leer cuentos e interactuar con sus hijos.
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