Dramas de padres primerizos: ¡°Mi beb¨¦ me es indiferente¡±
En webs como 'Dads adventures' (aventuras de pap¨¢s), los progenitores, alentados por el anonimato, se sinceran, piden ayuda y se apoyan entre ellos
"Tengo un hijo de cuatro meses y cuando le miro no siento nada. Y obviamente no es algo que pueda hablar con mi mujer. Estoy preocupado porque s¨¦ que no es un sentimiento sano". Este testimonio tan crudo lo escribe un padre en Daddit, el foro sobre paternidad de Reddit, una web en la que gente de todas partes del mundo intercambia opiniones y experiencias, desde la cosa m¨¢s trivial a, como en este caso, asuntos de m¨¢s calado como la paternidad.
No es el ¨²nico lugar donde se trata la relaci¨®n entre los padres y sus beb¨¦s. Por ejemplo, Dads adventures (aventuras de pap¨¢s) es una web donde los progenitores piden ayuda y se apoyan entre ellos. Y se leen comentarios como este: "Tengo un beb¨¦ de un mes que solo llora cuando yo le cojo en brazos. Si su madre e incluso otras personas le cogen est¨¢ bien, pero cada vez que lo hago yo se pone a llorar. Trato de no tom¨¢rmelo como algo personal, pero es muy frustrante".
"Tengo un hijo de cinco a?os y nunca me ha costado conectar con ¨¦l. Pero ahora tengo una hija de cuatro meses y me siento totalmente desconectado de ella. Hasta el punto de que me es indiferente. S¨¦ que suena terrible"
En esta p¨¢gina se encuentra el testimonio de un padre que, alentado por el anonimato que protege a quienes escriben en su foro, confiesa que no tiene ning¨²n tipo de sentimiento hacia su hija de cuatro meses. "Tengo un hijo de cinco a?os y nunca me ha costado conectar con ¨¦l. Desde el momento en que lleg¨® a mi vida, aunque a veces su llanto me sacara de quicio, mi hijo se convirti¨® en alguien imprescindible para m¨ª. Ahora tengo una hija de cuatro meses y mis sentimientos no tienen nada que ver. Me siento totalmente desconectado de ella. Hasta el punto de que me es indiferente. S¨¦ que suena terrible. Trato de?jugar con ella y hablarle, pero nada parece funcionar. No s¨¦ qu¨¦ m¨¢s hacer".?
Lo que sigue a esta sincera declaraci¨®n es una retah¨ªla de palabras de aliento de otros padres que aconsejan a este hombre que pida ayuda a la mayor brevedad posible. "Lo m¨¢s importante es acabar con el estigma. Este tipo de situaciones son m¨¢s comunes de lo que se cree. Hay que tener en cuenta que las madres cuentan con nueve meses para hacerse a la idea, pero para el padre, que no ha sufrido transformaciones f¨ªsicas ni hormonales, la paternidad es algo m¨¢s repentino. El v¨ªnculo que se genera entre madre e hijo durante los meses de gestaci¨®n es una ventaja poderosa de la que ¨¦l no puede beneficiarse", explica Mar¨ªa Jim¨¦nez, licenciada en Psicolog¨ªa y especialista en Intervenciones Sist¨¦micascon con un m¨¢ster en Psicolog¨ªa Cl¨ªnica y de la Salud.
Otro dificultad es que no es extra?o que, al convertirse en padres, tanto el hombre como la mujer tiendan a abandonar sus roles anteriores, como por ejemplo el de pareja. Esto, en vez de ayudar a adaptarse a la paternidad, incrementa la ansiedad. "Por m¨¢s hijos que se tengan no hay que olvidar que uno es algo m¨¢s que un padre. Las personas somos pareja de, hijo de, experto en, aficionado a... y es importante que el papel de padre no anule el resto de facetas", apunta Jim¨¦nez.
Existe otro factor importante a tener en cuenta: el rol que ejerce el padre, desde el momento de la concepci¨®n, se posiciona en un segundo plano con respecto al de la madre. Y cuando el beb¨¦ nace esa sensaci¨®n puede convertirse en algo dif¨ªcil de llevar. "?C¨®mo dejo de sentirme un completo in¨²til?", se pregunta el progenitor de un ni?o de 16 d¨ªas que se siente "en el banquillo" porque su hijo solo busca consuelo -y alimento- en la madre. "Siento que estoy haciendo todo lo que puedo para ser lo que ¨¦l necesita pero no es suficiente", concluye. "Durante los primeros meses todo orbita alrededor de la madre. Una de las funciones principales del padre es cuidar de ella, siendo su principal apoyo, para que esta a su vez pueda cuidar y alimentar al beb¨¦ adecuadamente", asegura la psic¨®loga.
El lugar que ocupa cada uno de los progenitores no solo cambia con el nacimiento del beb¨¦, sino que adem¨¢s va evolucionando mientras este crece y cambian sus demandas. Y, como sabr¨¢n todos los padres primerizos, absolutamente cada persona con la que se crucen, desde los abuelos hasta el frutero, tendr¨¢ una opini¨®n sobre c¨®mo debe hacerse cualquier cosa relacionada con el beb¨¦. Esto, para muchos se convierte en un problema, pero ?qu¨¦ pasa cuando las diferencias se dan dentro de la misma pareja??
"Soy un padre primerizo de un ni?o de 18 semanas. Mi mujer no me deja coger al beb¨¦ ni cambiarlo ni darle de comer. Ella est¨¢ agotada pero no me deja ayudar, y est¨¢ empezando a pagarlo con todo su entorno. ?Hay algo que pueda hacer para que me deje ayudar y poder pasar un tiempo a solas con mi hijo?", se pregunta otro padre en Dad Adventure.
"Hay que acabar con el estigma. Este tipo de situaciones son m¨¢s comunes de lo que se cree. Las madres cuentan con nueve meses para hacerse a la idea, pero para el padre, que no ha sufrido transformaciones f¨ªsicas ni hormonales, la paternidad es algo m¨¢s repentino"
En este caso, el exceso de celo de ella puede deberse simplemente al miedo de una madre primeriza pero tambi¨¦n puede subyacer la idea, socialmente establecida, de que ellos tienen menos capacidades para educar a un beb¨¦. La torpeza de los hombres que muchas veces se ha usado de excusa termina menoscabando sus competencias como padres. "Culturalmente se minusvaloran las habilidades de los varones para cuidar de cualquier ser humano", asegura Mar¨ªa Jim¨¦nez. La herencia cultural -antiguamente atender a la familia no era competencia de los hombres- incentiva esta creencia que, sin embargo, ya queda trasnochada. "Hace mucho que dejamos de ser cavern¨ªcolas. Lo que hay que hacer es fomentar en los hombres estas capacidades" , sentencia la experta.
Pero a¨²n quedan retazos de esa falsa creencia. Un body de beb¨¦ "a prueba de pap¨¢s", con tres flechas dibujadas, cada una de ellas se?alando d¨®nde van los brazos y la cabeza del reto?o, no ha sentado nada bien a algunos padres, hartos de que denigren sus aptitudes como progenitores. "Parece que hemos retrocedido a 1950" o "esto es muy condescendiente, ?c¨®mo ha podido llegar un producto as¨ª a las tiendas?", son algunas de las quejas que han compartido en Internet. Aunque otros, conscientes de que esto de la paternidad es una carrera de fondo y, algunas veces, es mejor tom¨¢rselo con humor han asegurado: "Las instrucciones no est¨¢n claras, ?d¨®nde van las piernas?". Y es que, como asegura Jim¨¦nez, "a todo se aprende en la vida, a ser padre tambi¨¦n". Y sin libro de instrucciones.
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