Bajo la protecci¨®n de la Casa Blanca
Sin tal alto patrocinio es dudoso que el pr¨ªncipe sanguinario, Mohamed Bin Salman, se hubiera atrevido a ordenar la liquidaci¨®n de quien era probablemente el periodista m¨¢s destacado de su pa¨ªs
La CIA, el Senado de los Estados Unidos y ahora la relatora de Naciones Unidas para la investigaci¨®n de las ejecuciones extrajudiciales est¨¢n de acuerdo en que Mohamed Bin Salm¨¢n (MBS), el pr¨ªncipe heredero de Arabia Saud¨ª, es el primer y m¨¢ximo responsable de la muerte del periodista Jamal Khashoggi el pasado 2 de octubre. Agn¨¨s Callamard, la experta en derechos humanos que ha redactado el informe, pide una investigaci¨®n internacional e incluso apunta a la constituci¨®n de un tribunal especial que se haga cargo de las responsabilidades penales derivadas de la desaparici¨®n y asesinato en el consulado saud¨ª de Estambul, donde el periodista fue torturado, ejecutado y descuartizado.
Todo lo que ha hecho Arabia Saud¨ª hasta ahora ha reforzado las evidencias del crimen de Estado. Las autoridades saud¨ªes impidieron primero el acceso de la polic¨ªa y la judicatura turcas al consulado durante trece d¨ªas, suficientes para el borrado de pruebas. Los ejecutores, cuya identidad no ha sido revelada, fueron detenidos y est¨¢n siendo juzgados en secreto, aunque ha recibido publicidad la informaci¨®n sobre cinco sentencias de muerte. La relatora de Naciones Unidas no ha recibido cooperaci¨®n alguna de las autoridades saud¨ªes, aunque le ofrecieron asistir a algunos interrogatorios judiciales bajo la condici¨®n de mantener su contenido en secreto, que no fue aceptada por la alta funcionaria internacional.
El asesinato, seg¨²n el informe de Naciones Unidas, no fue resultado de una acci¨®n que se escap¨® de las manos de quienes la ejecutaron, como ha sucedido tantas veces en otros cr¨ªmenes de Estado, sino fruto de una pol¨ªtica represiva deliberada, a cargo de un equipo especial de agentes a las ¨®rdenes de las m¨¢ximas autoridades, al que se le atribuyen numerosos casos de desapariciones, secuestros [como fue el caso del primer ministro liban¨¦s, Saad Hariri], torturas y exacciones a ciudadanos saud¨ªes, pero tambi¨¦n extranjeros.
Callamard exige a Riad que pida perd¨®n y ofrezca excusas a la familia, exige la libertad de los detenidos por motivos similares a los que condujo al secuestro y asesinato de Khashoggi, pide reformas en el sistema judicial y policial que impidan la repetici¨®n de tales fechor¨ªas, considera indispensable la suspensi¨®n del actual juicio contra los perpetradores directos del crimen y demanda a las autoridades saud¨ªes que entreguen toda la informaci¨®n disponible sobre el asesinato. El informe argumenta que se trata de un crimen internacional, en el que se han violado el derecho a la vida, las convenciones consulares internacionales y la prohibici¨®n del uso extraterritorial de la fuerza. En su pliego de cargos demanda tambi¨¦n sanciones econ¨®micas dirigidas al embargo de los bienes de los responsables del crimen, incluido el pr¨ªncipe heredero.
MBS es el socio m¨¢s fiable de Donald Trump en Oriente Pr¨®ximo, el que ha inspirado la ruptura con Ir¨¢n y el clima de tensi¨®n b¨¦lico en la regi¨®n. Sin tal alto patrocinio es dudoso que este pr¨ªncipe sanguinario se hubiera atrevido a ordenar la liquidaci¨®n de quien era probablemente el periodista m¨¢s destacado de su pa¨ªs.
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