Macron y la nostalgia de la mili en Francia
El reci¨¦n estrenado servicio nacional universal es un proyecto del presidente franc¨¦s para cohesionar a la naci¨®n. La inc¨®gnita es qu¨¦ pasar¨¢ cuando sea obligatorio. ?Ir¨¢n a filas?
Pertenecen a la generaci¨®n que ya no hizo el servicio militar. Son franceses nacidos en los a?os setenta y ochenta, que adquirieron conciencia pol¨ªtica con la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn y el fin de la Guerra Fr¨ªa. Sus primeros pasos en la vida adulta y profesional coincidieron con los disturbios de los suburbios de Par¨ªs en 2005 o los atentados yihadistas en 2015. La Francia en la que crecieron es el pa¨ªs del "malaise", un malestar causado por el estancamiento econ¨®mico, la fractura social y ¨¦tnica y el espectro del declive.
Para ellos, es f¨¢cil idealizar el tiempo en que las fuerzas armadas cohesionaban a la naci¨®n, en el que ¡°todo franc¨¦s es soldado y se debe a la defensa de la patria¡±, como reza la ley Jourdan, que en 1798 instituy¨® la conscripci¨®n universal y obligatoria.
La idea de un nuevo servicio nacional universal (SNU) la tuvo Emmanuel Macron, nacido en 1977, el primer presidente de la Rep¨²blica que no ha hecho la mili. El responsable de ejecutar la medida no es ning¨²n militar ni nadie que conociese el viejo mundo de los cuarteles, sino un millenial: el miembro m¨¢s joven del Consejo de Ministros, Gabriel Attal, secretario de Estado para la Educaci¨®n y la Juventud, nacido en 1989. El viernes concluy¨® la primera etapa de la fase experimental del SNU, un proyecto voluntario pero que con el tiempo ser¨¢ obligatorio. Era un inicio. Entre el 16 y el 28 de junio, unos 2.000 j¨®venes de 15 y 16 a?os, pasaron 12 d¨ªas en centros de albergues lejos de sus casas.
Es pronto para hacer un balance. La fase experimental entrar¨¢ en una segunda etapa cuando los 2.000 voluntarios cooperen durante dos semanas con asociaciones e instituciones locales, o en cuerpos uniformados. Esta segunda etapa durar¨¢ o bien dos semanas o 84 horas distribuidas durante un a?o. Las dos primeras etapas, un mes en total, ser¨¢n obligatorias una vez que el SNU se generalice a partir de 2021. Habr¨¢ una tercera etapa, optativa, que durar¨¢ entre tres meses y un a?o.?
El objetivo es reforzar la cohesi¨®n social y territorial, que las nuevas generaciones tomen consciencia de los desaf¨ªos que afronta la sociedad francesa y fomentar una cultura del compromiso. Todo aquello que acaso se perdi¨® definitivamente en 1997. Ese a?o, el entonces presidente Jacques Chirac firm¨® la ley que suspend¨ªa el llamado servicio nacional obligatorio y cerr¨® un ciclo que hab¨ªa empezado dos siglos antes, en pleno torbellino de la Revoluci¨®n, cuando la conscripci¨®n ¡ªla mili obligatoria¡ª se converti¨® en una se?a de identidad de la Rep¨²blica, herramienta necesaria y muy eficaz del estado para construir la naci¨®n.
La mili republicana nace en 1798 y, con las victorias de Napol¨¦on, se convierte en un modelo para otros pa¨ªses, pero no se perfeccion¨® hasta la III Rep¨²blica, que surge de las cenizas de la derrota de Francia en la guerra franco-prusiana en 1870. La III Rep¨²blica modela una naci¨®n diversa y deshilachada. Lo hace por medio de la escuela p¨²blica y del servicio militar. La mili para todos fabrica franceses. Alfabetiza. Mezcla a los ciudadanos (varones).
¡°Hay una continuidad [con el servicio nacional universal] en el mito de la cohesi¨®n social. El servicio militar fue a partir del siglo XIX un pilar del modelo franc¨¦s, y a¨²n m¨¢s del modelo republicano franc¨¦s¡±, explica la historiadora Annie Cr¨¦pin, autora de Historia de la conscripci¨®n, libro de referencia sobre el servicio militar obligatorio en Francia.
La guerra de Argelia, entre 1952 y 1962, marca el inicio del fin del ej¨¦rcito de conscripci¨®n. Unos 15.000 soldados franceses murieron en una guerra en la que el adversario era un ej¨¦rcito aut¨¦nticamente revolucionario. Los casos de tortura tampoco ayudaron, ni el fracasado golpe de los generales contra el presidente Charles de Gaulle.
A la causa pol¨ªtica, Cr¨¦pin a?ade otra militar: Francia se hab¨ªa dotado de una bomba at¨®mica y necesitaba un ej¨¦rcito de especialistas m¨¢s que masas de soldados inexpertos. La tercera causa es la transformaci¨®n de las sociedades occidentales a partir de los sesenta. Francia sustituy¨® entonces el servicio militar por un servicio nacional, que daba la opci¨®n a servir al Estado en tareas de cooperaci¨®n exterior en vez de en las fuerzas armadas.
La idea de un servicio c¨ªvico para sustituir el viejo servicio militar no es nueva. Empieza a circular casi desde el momento en que Chirac decide suspenderlo (Espa?a seguir¨ªa el mismo camino cuatro a?os despu¨¦s). Con la mili desapareci¨® una instituci¨®n donde se proyectaba el ideal republicano.
¡°Esta experiencia sociol¨®gica y humana ya no es posible, justo cuando las interacciones entre los miembros de la clases m¨¢s favorecidas y el resto de la sociedad (¡) se han vuelto menos frecuentes en el curso de los ¨²ltimos treinta a?os¡±, escribe J¨¦r?me Fourquet, del instituto demosc¨®pico Ifop, en el libro El archipi¨¦lago franc¨¦s. Fourquet habla de una ¡°secesi¨®n de las ¨¦lites¡±, aisladas en su mundo y entre sus gentes, y desconectadas del resto del pa¨ªs. El fin de la mili obligatoria, seg¨²n este argumento, acelera esta secesi¨®n. El servicio c¨ªvico se acaba adoptando en 2010, pero con car¨¢cter voluntario.
La novedad, con Macron, es que ¨¦l plantea que el servicio sea obligatorio. Cuando lo present¨®, durante la campa?a electoral de 2017 que le llevar¨ªa al Palacio del El¨ªseo, lo describi¨® como un ¡°servicio militar universal¡±, una verdadera mili de un mes para hombres y mujeres. La propuesta provoc¨® suspicacias entre los militares, preocupados por el coste ¡ªse calcula que costar¨¢ unos 1.600 millones de euros anuales¡ª y por la exigencia en tiempo y personal en momento en el que las fuerzas armas cargan las tareas antiterroristas en el territorio nacional y en el extranjero. Tras llegar Macron al poder, el car¨¢cter militar el SNU se diluy¨®, hasta el punto de que su gesti¨®n pas¨® a manos del Ministerio de Educaci¨®n, en vez del de los Ej¨¦rcitos. Queda poco del aspecto militar original en el SNU, si no es en los uniformes que llevaban los 2.000 voluntarios, en la ceremonia matutina de la bandera, en el envoltorio del ejercicio.
En un art¨ªculo en Le Monde, la historiadora B¨¦n¨¦dicte Ch¨¦ron, autora de El soldado desconocido: los franceses y sus ej¨¦rcitos, atribuye a Attal ¡ªpero tambi¨¦n podr¨ªa aplicarse a Macron¡ª un ¡°pensamiento m¨¢gico hecho de los distintos relatos que le han explicado sobre el difunto servicio nacional: hacer vivir juntos a j¨®venes franceses de todos los medios sociales, sin otro fin que participar en actividades comunes y escuchar la buena palabra sobre la cohesi¨®n, les llevar¨ªa a comprometerse y beneficiar¨ªa a la naci¨®n¡±. Otra objeci¨®n, planteada entre otros por sindicatos de estudiantes, es que el servicio nacional universal est¨¦ cumpliendo funciones y absorbiendo dinero que corresponder¨ªan a la escuela p¨²blica.
La inc¨®gnita es qu¨¦ ocurrir¨¢ cuando el SNU sea obligatorio. ?Acudir¨¢n todos los llamados a filas? ?Habr¨¢ suficientes adultos para mantener la disciplina de entre 600.000 y 800.000 j¨®venes de entre 16 y 18 a?os cuando est¨¦ a pleno rendimiento? ?Bastar¨¢ entonces el ¡°pensamiento m¨¢gico¡±? La mili del siglo XIX contribuy¨® a construir la naci¨®n; que en el XXI el servicio nacional universal logre reconstruirla es otra cuesti¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.