Una gran potencia media

Tras una ¨¦poca de declive, la socialdemocracia europea recupera posiciones. La mejora de los resultados electorales del PSOE ha dado aliento a los partidos socialdem¨®cratas en toda Europa. ?Qu¨¦ consecuencias puede tener sobre la pol¨ªtica exterior europea y espa?ola el resurgir de esta tradicional familia pol¨ªtica? De momento, la espa?ola Iratxe Garc¨ªa preside el grupo Socialista de la Euroc¨¢mara, como miembro de la principal delegaci¨®n nacional en esta instituci¨®n.

Varias razones llevan a propugnar un lugar preponderante para la pol¨ªtica exterior en Europa y a sostener la conveniencia de un mayor liderazgo espa?ol que estimular¨ªa una mejor posici¨®n de nuestro pa¨ªs en el mundo. Estas razones son: el cambio de equilibrios en la UE y el previsible juego de alianzas variables en el sistema internacional. El primero se produce por la concatenaci¨®n de varios hechos: la salida del Reino Unido, el declive econ¨®mico de Italia o el auge de nacionalismos autoritarios. Espa?a puede aspirar a un buen nivel de representaci¨®n institucional, no s¨®lo en cargos, sino en la influencia en la toma de decisiones en Bruselas. Ello requiere tener claros los intereses nacionales y capacidad de trasladar la agenda nacional a las instituciones comunes, pero tambi¨¦n actuar de forma constructiva, contribuyendo a una mayor integraci¨®n europea.

La conciencia de que el pa¨ªs est¨¢ jugando ¡°por debajo de su peso¡± ya existe. Nuestros intereses podr¨¢n ser compartidos por otros o acogidos en las din¨¢micas negociadoras, pero no para parapetarse tras las posiciones de los grandes, sino actuar como uno de ellos. Una gesti¨®n europea de los flujos migratorios, del cambio clim¨¢tico, de la despoblaci¨®n o del terrorismo internacional deber¨ªan centrar la pol¨ªtica espa?ola en Europa.

Por otra parte, el sistema internacional se dirige hacia un reajuste de alianzas. El declive de EE?UU se antoja irreversible, aunque sin dejar de ser una gran potencia. El auge de China, incontestable, se sustenta sobre los pies de barro de un sistema autoritario. El desenganche norteamericano de la seguridad europea obliga al viejo continente a replantearse las bases de su seguridad y, con ello, su posici¨®n estrat¨¦gica.

La pol¨ªtica espa?ola es hoy ejemplo del resurgir de la socialdemocracia en Europa; puede ser una fuerza vital en la construcci¨®n europea

Por su peso en la UE, Espa?a debe contribuir a configurar este debate, que se desarrollar¨¢ por la nueva Comisi¨®n Europea y ser¨¢ consensuado en el Consejo Europeo. Conscientes de la debilidad militar europea, la mejor pol¨ªtica defensiva consiste en desactivar potenciales enemigos. ¡°Destruimos a nuestros enemigos cuando les hacemos amigos nuestros¡±, dec¨ªa el presidente Lincoln. La actual pol¨ªtica exterior de Washington rechaza esta filosof¨ªa al declarar como enemigos a ciertos pa¨ªses, sin dejar una puerta abierta a la soluci¨®n negociada, ni admitir discrepancias aliadas, so pena de sanciones econ¨®micas.

Si como aliada preferente de los EE?UU Europa ha seguido, a veces contra su conveniencia, las decisiones estrat¨¦gicas americanas, ha llegado el momento de la deliberaci¨®n casu¨ªstica de las mismas en clave de inter¨¦s europeo. Para generar esa costosa autonom¨ªa estrat¨¦gica, la UE debe actuar con cautela y siguiendo los principios que gu¨ªan su acci¨®n exterior: multilateralismo, respeto de la legalidad internacional y promoci¨®n de la paz y seguridad internacionales. Espa?a debe propugnar una pol¨ªtica exterior europea que priorice los desaf¨ªos procedentes del sur del continente ¡ªMagreb, Sahel y Oriente Pr¨®ximo¡ª, restablezca la din¨¢mica de las relaciones con Rusia, como reclama Macron, y mantenga una relaci¨®n con China que permita beneficiarse de una cooperaci¨®n econ¨®mica estrecha preservando la autonom¨ªa europea. Las decisiones sobre el abastecimiento de energ¨ªa y la apuesta por las renovables, o sobre la tecnolog¨ªa 5G y sus consecuencias sobre la ciberseguridad, sobre el desarrollo econ¨®mico y de la industria europea, son s¨®lo algunos de los desaf¨ªos.

Mantener los compromisos derivados del Acuerdo de Par¨ªs sobre cambio clim¨¢tico, el acuerdo nuclear con Ir¨¢n, la no proliferaci¨®n, los objetivos de desarrollo sostenible o la libertad del comercio mundial, son otras prioridades de la estrategia europea s¨®lo factibles en un entorno de di¨¢logo sin exclusiones.

Espa?a ha jugado un papel relevante en el Consejo de Seguridad y en otros foros internacionales. No es vista como una amenaza y puede beneficiarse de sus buenas relaciones internacionales y su vinculaci¨®n especial con los pa¨ªses iberoamericanos. Mejorar su posici¨®n regional y mundial requiere de unidad entre las fuerzas pol¨ªticas y acuerdo ciudadano, as¨ª como de un mayor esfuerzo en pol¨ªtica exterior, incluida la defensa. Corresponde a nuestros representantes pol¨ªticos incluir urgentemente en su agenda la pol¨ªtica exterior y alcanzar los consensos necesarios para defenderla sin fisuras.

Espa?a, hoy ejemplo del resurgir de la socialdemocracia en Europa, puede ser la fuerza positiva que reimpulse la construcci¨®n europea y sus intereses globales.

Natividad Fern¨¢ndez Sola es titular de la C¨¢tedra Pr¨ªncipe de Asturias en la Universidad de Georgetown