¡°Si mi nombre estuviese en un listado LGTBI para Vox me sentir¨ªa como en el centro de una diana¡±
La escritora y cineasta Anna Boluda aborda el acoso y la lesbofobia en una novela juvenil que se lee en los institutos
Anna Boluda conserva un aspecto ani?ado a sus 43 a?os, al que contribuyen unos ojos de azul muy claro y un gusto desmedido por los helados y los clicks de Playmobil. Cuenta historias, como los escritores, los periodistas y los cineastas. Transita por todos estos terrenos. Cuando pas¨® un a?o en Nueva York con una beca Fulbright, para su proyecto de fin de m¨¢ster, quiso relatar c¨®mo era criar hijos junto a alguien del mismo sexo. Ese documental, Queer spawn (2005) recibi¨® ocho galardones y se present¨® en m¨¢s de 40 festivales. Al regresar a un pa¨ªs que se hab¨ªa puesto un sobresaliente mundial en derechos con el matrimonio igualitario dese¨® contar la misma historia con madres y padres espa?oles. El resultado fue Homo baby boom (2008) y el recibimiento muy similar: cinco premios y viajes por todo el mundo. Le ha ido robando tiempo a su trabajo freelance para escribir, ahora asentada en J¨¢vea (Alicante).
Ha visto crecer a los ni?os y ni?as que film¨® en la cinta espa?ola. Ahora muchos de ellos son adolescentes o j¨®venes. ¡°Me cuentan que son invisibles, que no tienen referentes de gente que tenga dos madres o dos padres¡±. Esa fue una de las razones por las que se sent¨® a escribir en catal¨¢n Res a amagar (Nada que esconder), (2017) su primera novela juvenil, que fue premiada antes de imprimirse. Se ha traducido al castellano (Tabarca Llibres) y acaba de recibir el Premio de la Cr¨ªtica de la Comunidad Valenciana. Estos d¨ªas est¨¢ en Madrid en la Feria del Libro LGTBIQ. Ha recorrido 15 institutos durante el curso para encontrarse con los alumnos de 3? y 4? de la ESO de la Comunidad Valenciana que ya conoc¨ªan a Gina, la protagonista, una cr¨ªa de 14 a?os que pedalea por las calles de un peque?o pueblo de Alicante al que acaba de llegar con sus dos madres. En uno de ellos una estudiante, con los ojos muy abiertos, le dijo: "?Eres la primera lesbiana que vemos!". Precisamente este lunes. Vox ha pedido los nombres y antecedentes de los activistas LGTBIQ que acuden a los centros escolares a impartir talleres.
Pregunta. ?Qu¨¦ le parece la petici¨®n del partido ultraderechista Vox en su comunidad?
Respuesta. Por lo que yo me he encontrado en los institutos que he visitado, creo que ese tipo de talleres son m¨¢s que necesarios. Tendr¨ªa que haber m¨¢s y desde edades m¨¢s tempranas. Estamos dejando que ni?os y ni?as tengan acceso al porno antes que hablarles abiertamente de sexualidad, y eso lleva a una visi¨®n distorsionada tanto de las relaciones heterosexuales como homosexuales. La petici¨®n de este tipo de listados solo puede responder a un intento de caza de brujas y a un af¨¢n por conseguir titulares. Lo de Vox es puro discurso del odio. Mientras tanto, por cierto, seguimos sin que se nos aclaren qui¨¦nes son todos los curas pederastas, qu¨¦ medidas se han tomado contra ellos y si siguen teniendo acceso a menores.
P. ?C¨®mo me sentir¨ªa si su nombre estuviese en el listado que pide Vox?
R. Como en el centro de una diana. En un momento en el que no paran de aumentar las agresiones hom¨®fobas, los delitos de odio y los linchamientos en redes sociales, la sola idea de elaborar un listado de ese tipo para que caiga en las manos equivocadas supone directamente poner en peligro la seguridad de muchas personas.
P. ?De d¨®nde sale el libro?
R. Quer¨ªa crear una historia que permitiera abordar la diversidad LGTBIQ en secundaria, con una protagonista de esta edad. En muchos institutos sigue sin hablarse del tema, depende en gran parte de la buena voluntad del profesorado e incluso quienes quieren abordarlo a menudo no saben d¨®nde encontrar recursos para hacerlo. Pens¨¦ que una novela podr¨ªa ser una v¨ªa interesante para llegar al p¨²blico adolescente. En el fondo, mi objetivo es aportar un peque?o granito de arena en la prevenci¨®n del bullying homof¨®bico y, especialmente, el lesbof¨®bico.
P. Gina es una adolescente muy especial.
R. La protagonista est¨¢ inspirada en las hijas de diversas familias de dos madres, y algunas de las cosas que aparecen en la novela surgen de su propia experiencia: que se sigan encontrando formularios en los que se pide el nombre de un padre y una madre como ¨²nicas opciones, por ejemplo, o que, con m¨¢s o menos tono de broma, les digan que van a ser lesbianas como sus madres. La protagonista adulta, una de las madres de Gina, tiene mucho de las lesbianas de mi generaci¨®n o m¨¢s mayores, las que crecimos sin referentes, ante un silencio absoluto, como si la homosexualidad femenina no existiera.
P. ?Qu¨¦ les pasa a los hijos de las familias LGTBI?
R. Pasarles, yo dir¨ªa que no les pasa nada fuera de lo habitual. Pero en algunos casos se sienten invisibles: son muy pocas las series, videojuegos o libros para su edad que incluyen familias como las suyas. Y la visibilidad es el primer paso, imprescindible, para la normalizaci¨®n de esta diversidad.
P. ?C¨®mo es posible que despu¨¦s de tanto tiempo desde que se ha legalizado el matrimonio igualitario siga habiendo formularios con padre y madre?
R. Yo no tengo respuesta, pero el caso es que sigue ocurriendo. En general, los formularios oficiales de las consejer¨ªas de educaci¨®n o de bibliotecas p¨²blicas, por ejemplo, s¨ª que incluyen diversas opciones (padre, madre, tutor/a) para las dos casillas, e incluso en algunos casos se han sustituido por f¨®rmulas m¨¢s neutras como "persona guardadora". Pero sigue habiendo centros escolares en los que reutilizan fichas antiguas donde solo se dan las opciones "tradicionales". Y el a?o pasado, en 2018, la orden sobre los ex¨¢menes de selectividad publicada en el BOE detallaba que el formulario solo incluir¨ªa madre y padre "por razones de espacio". En el ¨¢mbito privado sigue siendo m¨¢s habitual de lo que cabr¨ªa esperar: en academias, cursos de deportes, campamentos de verano... Catorce a?os despu¨¦s del cambio legal, en algunos ¨¢mbitos es como si no hubiese existido.
P. ?Cu¨¢l es la reacci¨®n m¨¢s com¨²n de los adolescentes tras leer el libro?
R. He tenido la suerte de poder conversar sobre ¨¦l con los estudiantes y, en general, la respuesta es muy positiva. Dicen que ponerse en la piel de las protagonistas les ayuda a entender el sinsentido de la discriminaci¨®n, y el hecho de que se alternen dos historias, una actual y otra de hace 30 a?os, les despierta muchas preguntas.
P. ?Cu¨¢les son esas preguntas?
R. Les sorprende especialmente la historia de la madre, la falta de referentes que ten¨ªa cuando ella iba al instituto, cuando no hab¨ªa personajes LGTBI en la tele, ni internet para buscar informaci¨®n o conectar con otra gente... Les cuesta hacerse a esa idea. Y si les preguntas si creen que los casos de bullying que aparecen en el libro podr¨ªan ocurrir en su instituto, responden un s¨ª categ¨®rico sin dudarlo.
P. ?Qu¨¦ habr¨ªa que hacer para ganar en visibilidad?
R. Integrarla en el d¨ªa a d¨ªa. Las charlas o actividades espec¨ªficas del d¨ªa contra la LGTBIfobia est¨¢n muy bien, pero no pueden quedarse en algo puntual. Las personas LGTBIQ existimos todos los d¨ªas del a?o, en todos los ¨¢mbitos, y es hora de que eso se refleje en los libros de texto, en los ejemplos que se usan en clase, en las series de dibujos y en la literatura infantil y juvenil. Y lo mismo para el p¨²blico adulto. Evidentemente, se ha avanzado mucho, pero mientras nos sigamos haciendo esta pregunta, es que todav¨ªa hay que hacer m¨¢s.
Anna Boluda firmar¨¢ ejemplares de su novela Nada que esconder el 5 de julio de 18.30 a 20.30 en la VI Feria del Libro LGTBIQ
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