Necesitamos nuevos consensos ling¨¹¨ªsticos

"El catal¨¤, cosa de tots" dec¨ªa acertadamente el primer eslogan ling¨¹¨ªstico de la democracia y el autogobierno. Este era el camino adecuado.

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El uso del catal¨¢n crece: lo entiende el 94,4% y lo habla el 81,2%

?Est¨¢ el castellano discriminado en Espa?a?

Sin embargo, mucho ha llovido desde entonces y actualmente nos encontramos muy lejos de aquel lema y su esp¨ªritu inclusivo que apelaba a toda la ciudadan¨ªa a hacer suyo el catal¨¢n, cada uno a su manera. Unos lo hablar¨ªan m¨¢s, otros menos; unos lo usar¨ªan en unos determinados contextos, otros casi siempre, otros solo un poco. Era f¨¢cil amar el catal¨¢n y hacerlo propio en aquel entonces.

Actualmente, las cosas son muy distintas. Los ¨²ltimos episodios protagonizados por dirigentes independentistas nos muestran una aut¨¦ntica deriva ling¨¹¨ªstica. Se exige p¨²blicamente la presencia y uso exclusivo del catal¨¢n desde el autoritarismo y la extravagancia. Se acusa abiertamente al espa?ol de obstaculizar el progreso del catal¨¢n, ignorando el hecho de que el espa?ol es la lengua materna del 55% de la poblaci¨®n catalana. Actuaciones as¨ª son una bofetada a los castellanohablantes y un dardo a la convivencia.

Estos ¨²ltimos incidentes no suponen una novedad. Recordemos el claramente xen¨®fobo Manifiesto Koin¨¦ o el tristemente c¨¦lebre libro titulado El biling¨¹ismo mata. A pesar de todas estas evidencias, una parte de la izquierda no independentista en Catalu?a prefiere cerrar los ojos y pensar que todos estos episodios son meros excesos puntuales y no lo que realmente son: estructurales al modelo ling¨¹¨ªstico independentista.

El uso del catal¨¢n como arma pol¨ªtica, estrechamente vinculado a la causa independentista, es el mayor riesgo que enfrenta la lengua en estos momentos

Es un error cerrar los ojos. Lo que la realidad nos muestra claramente es una apropiaci¨®n indebida y desestabilizadora de las lenguas de Catalu?a por parte de dirigentes y activistas independentistas.

Debemos oponernos firmemente a esta deriva ling¨¹¨ªstica y explicar las razones. Estas son algunas de ellas: porque no queremos que se use el catal¨¢n como arma pol¨ªtica. Porque, para muchos, nuestra patria es el catal¨¢n y el espa?ol, como dec¨ªa recientemente Rosa Cullell en estas p¨¢ginas. Porque las lenguas no tienen propietario, y los independentistas deben cesar de actuar como si el catal¨¢n fuese de su propiedad. Porque, para que los hablantes de otras lenguas deseen usar el catal¨¢n, es imprescindible respetar la lengua materna de estas personas; tanto cuando esta lengua es el urdu o el chino como, l¨®gicamente, cuando es el espa?ol.

Indudablemente, el actual uso del catal¨¢n como arma pol¨ªtica, estrechamente vinculado al proyecto independentista, es el mayor riesgo que enfrenta la lengua en estos momentos. Son muchos los ciudadanos y ciudadanas que perciben ahora el catal¨¢n como una lengua antip¨¢tica y politizada, que les excluye sin remedio. Todos aquellos que hablamos y amamos el catal¨¢n debemos sentirnos concernidos y decir no a esta deriva.

Es necesario abrir un debate constructivo sobre nuestra convivencia ling¨¹¨ªstica para plantear y forjar nuevos consensos ling¨¹¨ªsticos. Los que exist¨ªan se han roto irremediablemente.

Merc¨¨ Vilarrubias es ling¨¹ista y escritora; y autora del libro?Por una Ley de Lenguas (Ed. Deusto, 2019).