In¨¦s, me recuerdas tanto a Ana
Un d¨ªa, como edil, le toc¨® visitar una peque?a asociaci¨®n del colectivo gay de la capital y cuando lleg¨® la recibieron llam¨¢ndola de todo por su antipat¨ªa hacia la manifestaci¨®n
Como participante, activo y pasivo, del Orgullo Gay desde 1994, me solidarizo con mi amigo Rafael D¨ªaz que se quej¨® por la demora de las carrozas por causa de la performance de In¨¦s Arrimadas y sus compa?eros de partido. ¡°Nunca tuvimos un retraso igual en ning¨²n orgullo, amiga¡±, me coment¨® D¨ªaz cenando en casa. Es frecuente recurrir al femenino cuando nos reunimos. Es de colegas. ¡°Si tanto le preocupamos como motivo de reivindicaci¨®n, quiz¨¢s deber¨ªa haber pensado un poquito que un retraso as¨ª subidos a las carrozas superproducidas, ansiosas por iniciar la fiesta, bajo ese sol de justicia, provoca muy mal rollo. El Orgullo va a m¨¢s y las revistas del coraz¨®n ya lo recogen como un evento social. Este a?o estuvo repleto de famosas y famosos, desde Terelu Campos a Victoria Abril¡±, subray¨® mi amigo Rafael. Estoy de acuerdo, es probable que ese d¨ªa la diputada Arrimadas no pensara en m¨¢s que en ella misma y su plan promocional.
Puede que Arrimadas eche de menos la adrenalina de Barcelona. Y hace o¨ªdos sordos a los que no les gusta que su partido haga alianzas con Vox. Se toma estos bolos siguiendo un esquema: voy all¨ª , petardeo y despu¨¦s lo denuncio como un ataque del que soy v¨ªctima. Se parece a una de esas estrategias retorcidas que emplean los participantes de los realities. Me record¨® a Ana Botella, que fue una alcaldesa de Madrid que pas¨® a la historia porque ni consigui¨® que los Juegos Ol¨ªmpicos vinieran a la ciudad ni tampoco que el Orgullo dejara de celebrarse con alegr¨ªa y rentabilidad. Lo intent¨®, pero el Orgullo pudo m¨¢s que su homofobia. Un d¨ªa, como edil, le toc¨® visitar una peque?a asociaci¨®n del colectivo gay de la capital y cuando lleg¨® la recibieron llam¨¢ndola de todo por su antipat¨ªa hacia la manifestaci¨®n. Rememor¨¦ este incidente viendo a In¨¦s Arrimadas gesticular en el Orgullo como si estuviera en ¨¦xtasis, con cara de v¨ªctima gozosa. Pasiva y agresiva. Sin otra intenci¨®n que obtener un titular. In¨¦s invoca a Ana, con la diferencia que Botella s¨ª dispon¨ªa de un mensaje claro. No le gusta lo LGTB y punto. El de Arrimadas, vestida de color verde Vox, ?cu¨¢l es?
A m¨ª no siempre me aplaudieron como gay, y me aguanto. Pero hablemos de algo m¨¢s serio, que tiene un mensaje y va a reventar los medios de comunicaci¨®n: ?Chabelita Pantoja iniciar¨¢ carrera musical y se va a cambiar el nombre a Isa P, pronunciado como en ingl¨¦s, pi! Un poco como Cardi B (bi), la c¨¦lebre rapera de origen dominicano que va envuelta en Louis Vuitton y colorines estridentes, evitando siempre el verde Vox. Isabel Pi, que es peruana pero creci¨® en Cantora, ha hecho un posado en Lecturas con los modelitos que llevar¨¢ como nueva reguetonera. Sus influencias podr¨ªan incluir tanto a Janet Jackson como a Kyle Minogue y asume que es una influencer en tela de juicio. Quiz¨¢s Arrimadas reparar¨ªa un poco su imagen p¨²blica si me acompa?ase a reivindicar a Isa Pi como alguien que transmite un mensaje innovador con su actitud emprendedora y su poderoso ADN. En primer lugar, casi no toma nada prestado de su famosa madre, que lleva cuatro d¨¦cadas marcando estilo y share. Reduce el apellido a una letra para no tener sombra y posa como un jaguar con gafas de sol rojas declarando que, al contrario de Arrimadas, no va a hacer bolos. ¡°Los he visto con mi hermano y no me gustan¡±. Me encantar¨ªa que Isa Pi triunfe como pop star, pero que no se complique tanto como Julio Iglesias o Mal¨².
Julio Iglesias es una pop star hist¨®rica. ?Hola! le dedica su portada a su familia con Miranda, todos completamente europeos occidentales, celebrando con ellos sus 75 a?os. Aprovechando su presencia en un desfile de Agatha Ruiz de la Prada, los periodistas acribillan a Miranda y ella responde rematando cada frase con una sonrisa, un poquito como hac¨ªa Preysler antes. Como responde en castellano, los periodistas la abruman con bobadas, saben que no dir¨¢ nada sobre Javier S¨¢nchez, el hijo ilegitimo de Julio Iglesias, que al fin ha visto reconocida su paternidad por la justicia. Vaya l¨ªo. La familia del cantante parece una precuela de La Guerra de las Galaxias. Para el pr¨®ximo Orgullo podr¨ªamos montar una carroza exclusiva, claro, para Miranda, Julio y sus hijos como invitados especiales. As¨ª, Arrimadas tendr¨¢ un buen motivo para colarse en la fiesta.
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