Glenn Greenwald: ¡°Los periodistas no deben fingir no tener opiniones¡±

En los ¨²ltimos seis a?os, el abogado Glenn Green?wald (Nueva York, 1967) se ha convertido en una figura fundamental del periodismo de investigaci¨®n. Instalado en R¨ªo de Janeiro desde hace 15 a?os, a ¨¦l acudi¨® en 2012 el analista Edward Snowden con los documentos que destapaban los programas de vigilancia masiva del Gobierno de Estados Unidos porque hab¨ªa le¨ªdo su trabajo. La publicaci¨®n de esa historia en The Guardian le vali¨® un Pulitzer y deriv¨® en la creaci¨®n del medio digital The Intercept. Ah¨ª es donde desde hace un mes publica su ¨²ltima gran historia: los mensajes que intercambiaron Sergio Moro, el juez que conden¨® al expresidente Lula da Silva a prisi¨®n y es un s¨ªmbolo de la lucha anticorrupci¨®n, y los fiscales de la investigaci¨®n Lava Jato, la vertiente brasile?a con la que arranc¨® el caso Odebrecht. Moro colg¨® la toga para ser ministro de Justicia con el presidente Jair Bolsonaro y acaba de anunciar que se toma cinco d¨ªas de permiso sin sueldo, a partir del lunes 15 de julio, para resolver ¡°asuntos particulares¡±. Desde que sac¨® la exclusiva, Greenwald es un villano para quienes ven a Moro como un h¨¦roe. Y viceversa.

El periodista, que ha firmado media docena de libros y es conocido por ser un feroz y heterodoxo cr¨ªtico del poder y las ¨¦lites, no teme la pol¨¦mica, y ha se?alado enf¨¢ticamente los errores de los dem¨®cratas y de los medios tras la elecci¨®n de Trump. Ha denunciado que el movimiento anti Trump es ¡°la primera #resistencia en la historia que venera a las agencias de seguridad estatales¡±. Es decir, que ha confiado, entre otros, en el exdirector del FBI Robert Mueller.

En Brasil, Greenwald es adem¨¢s el marido de un diputado de izquierdas, David Miranda, con el que adopt¨® dos ni?os y ha formado una familia. Desde que destap¨® la informaci¨®n de Moro, lleva seguridad armada. El sonido de la lluvia torrencial punteado por ladridos ¡ªviven con una veintena de perros¡ª es el trasfondo de esta entrevista en la casa familiar, en R¨ªo de Janeiro.

PREGUNTA.??C¨®mo recuerda el instante en que recibi¨® la filtraci¨®n sobre Sergio Moro?

RESPUESTA.?Fue algo muy parecido a lo que sent¨ª al recibir los archivos de Snowden. Incredulidad. En periodismo logras buenas historias, pero muy rara vez son rompedoras. Esta vez sab¨ªa que esto ser¨ªa una bomba en Brasil porque lo que le¨ªa no solo era impactante, sino que implicaba a quien probablemente es la persona m¨¢s respetada y poderosa del pa¨ªs, m¨¢s incluso que el presidente. Sab¨ªa que iba a ser muy controvertido. ?l es probablemente quien da credibilidad y legitimidad al Gobierno de Bolsonaro.

P.??Los papeles los depositaron en los buzones de su web? ?Le llamaron?

R.?No puedo contar nada para proteger a la fuente.

¡°El juez brasile?o Sergio Moro sabe que yo s¨¦?todo lo que dijo e hizo.
Y que lo vamos a contar¡±

P.?Se dice que el equipo se reuni¨® en un hotel porque el archivo es inmenso y necesitaban secretismo y muchos ojos.

R.?Lo primero siempre es la seguridad. En The Intercept antes que a periodistas contratamos a expertos en seguridad tecnol¨®gica. Incluso si la polic¨ªa brasile?a se llevara mi ordenador y mis tel¨¦fonos, nunca ser¨ªa capaz de llegar al archivo porque est¨¢ seguro, fuera de Brasil, en muchos lugares distintos. Viendo el tama?o, comprendimos que era necesario asociarnos con otros medios, tambi¨¦n para asegurar nuestra propia protecci¨®n.

P.?Se asociaron con el mayor diario, Folha de S. Paulo, y el mayor semanario, Veja.

R.?S¨ª, y ellos tienen equipos grandes que han cubierto la Operaci¨®n Lava Jato durante a?os. Cuantos m¨¢s periodistas implicas en un tema, m¨¢s profundo ser¨¢ el periodismo que haces.

P.?The Intercept incluye en su web instrucciones detalladas para que las fuentes puedan hacerles llegar filtraciones.

R.?S¨ª, pero enfatizamos que no existe la seguridad absoluta, al 100%. Y esto es algo que el propio Sergio Moro acaba de descubrir; ¨¦l usaba el sistema de mensajes Telegram porque pensaba que era totalmente seguro.

¡°En Brasil, la gente me asocia con la izquierda y en EE UU a veces creen que estoy a la derecha¡±

P.?El ministro Moro se ha defendido diciendo que su comportamiento como juez puede sorprender en otros pa¨ªses, pero que es lo habitual, lo tradicional, en Brasil.

R.?Esta tradici¨®n que ¨¦l dice que existe es rechazada por el c¨®digo de conducta judicial que exige imparcialidad a un juez. Expl¨ªcitamente se proh¨ªbe lo que ¨¦l dice que es com¨²n y tradicional: b¨¢sicamente que un juez colabore con una de las partes. Pero m¨¢s significativo a¨²n resulta que durante los ¨²ltimos 4-5 a?os ha habido sospechas, sin pruebas, de que Moro estaba colaborando con los fiscales y ¨¦l nunca dijo que fuera ¡°una tradici¨®n¡±. Lo neg¨® vehementemente.

P.??Le preocupa que su imparcialidad como periodista sea cuestionada porque su marido es pol¨ªtico?

R.?Nunca he cre¨ªdo que los periodistas deban fingir no tener opiniones. En cierta medida es m¨¢s honesto ser abierto sobre tus puntos de vista. Y algo que me parece gracioso es que en Brasil la gente me asocia con la izquierda, mientras que en EE UU a veces creen que estoy en la derecha porque voy a la cadena Fox.

P.?Ha habido una gran campa?a intimidatoria en su contra en la que han participado dos hijos del presidente sin que este o el ministro de Justicia lo pararan. ?Tiene miedo?

R.?En periodismo siempre corres riesgos. Y, si te enfrentas a cualquiera en el poder, puede castigarte o vengarse. Nosotros decidimos que merec¨ªa la pena asumir el riesgo. Creo que este Gobierno es represor y autoritario, y creo que Moro ha demostrado que est¨¢ dispuesto a violar todas las leyes. Pero lo que les hace peligrosos es que ahora se sienten desesperados. Moro sabe que yo s¨¦ todo lo que dijo e hizo. Y que lo vamos a contar.

P.??Qu¨¦ le trajo a Brasil?

R.?Vine siete semanas para aclararme. Mi primer marido y yo nos hab¨ªamos separado, ten¨ªa 37 a?os, estaba aburrido de ser abogado¡­ Conoc¨ª a David el primer d¨ªa, nos enamoramos y en aquel momento EE UU ten¨ªa una ley de Clinton que prohib¨ªa al Gobierno federal dar cualquier beneficio a parejas del mismo sexo. David no pod¨ªa obtener un visado para EE UU. Pero los tribunales de Brasil s¨ª hab¨ªan creado una norma que daba derecho a la residencia permanente a las parejas del mismo sexo. Brasil era la ¨²nica opci¨®n de estar juntos.

P.??El periodismo de investigaci¨®n es m¨¢s dif¨ªcil que en los tiempos de Wikileaks o de Snowden?

R.?En el sentido tecnol¨®gico es m¨¢s sencillo, pero en el legal, m¨¢s dif¨ªcil. Una de las genialidades de Wikileaks es que Assange fue el primero en ver que, gracias al almacenamiento digital, las filtraciones masivas de informaci¨®n de instituciones poderosas ser¨ªan el nuevo motor del periodismo en la era digital. Uno de mis h¨¦roes de infancia era Daniel Ellsberg, que filtr¨® decenas de miles de p¨¢ginas de los papeles del Pent¨¢gono. Tard¨® meses en copiar los documentos clasificados. A Snowden le llev¨® un par de horas. Pero los poderosos, cada vez m¨¢s amenazados por esa facilidad para las filtraciones masivas, se est¨¢n volviendo m¨¢s agresivos a la hora de criminalizar el periodismo de investigaci¨®n.

P.??Assange es un periodista? Este es un asunto central en el debate sobre su caso judicial.

R.?Creo que ha hecho periodismo. No creo que un periodista deba tener formaci¨®n espec¨ªfica como la que tiene un m¨¦dico o un abogado. Cualquier ciudadano puede revelar informaci¨®n de inter¨¦s p¨²blico. Assan?ge ha trabajado con peri¨®dicos de todo el mundo, The New York Times, The Guardian, EL PA?S¡­, no como una fuente, sino como socio period¨ªstico. No tengo una relaci¨®n muy estrecha con ¨¦l, pero soy una de las pocas personas que, pese a criticarle puntualmente, siempre he defendido la importancia de su trabajo. En 2018, David y yo pasamos tres d¨ªas con ¨¦l en la Embajada (de Ecuador en Londres).

¡°Edward Snowden es la persona m¨¢s feliz?que conozco porque tom¨® una decisi¨®n valiente¡±

P.??Y con Snowden?

R.?Tengo mucha relaci¨®n. Junto a Daniel Ellsberg, Laura Poitras y otras personas creamos una organizaci¨®n para la libertad de la informaci¨®n con la que Snowden trabaja. Estuve en Mosc¨² hace un a?o y pasamos un d¨ªa normal como amigos, fuimos al parque Gorki¡­ Cuando le visit¨¦ la primera vez, estaba bajo una presi¨®n extrema y no se sent¨ªa c¨®modo ni siquiera saliendo a la calle. Hoy no puede irse de Rusia porque ser¨ªa detenido, pero es la persona m¨¢s feliz que conozco porque, con coraje y sacrificio, tom¨® una decisi¨®n valiente y fue plenamente consciente de ello.

P.??Cu¨¢nto del presupuesto de The Intercept lo cubren los lectores y cu¨¢nto Pierre Omidyar, el due?o de eBay, que financi¨® el proyecto?

R.?Claramente, la mayor parte viene todav¨ªa de nuestro fundador. Pero esto se va equilibrando porque crece el apoyo de los lectores. Aqu¨ª, en Brasil, ha explotado.

P.?Para sus hijos, ?c¨®mo es crecer en el Brasil de Bolsonaro con dos padres que adem¨¢s son conocidos?

R.?Pensamos en ello antes de adoptarlos, cuando Bolsonaro a¨²n no era presidente pero ya hab¨ªa un creciente movimiento de la derecha. En Brasil quieren presentar a la comunidad ?LGTBIQ como una amenaza para los ni?os. La familia que hemos creado dinamita esa demonizaci¨®n. Es nuestra obligaci¨®n mostrar que las familias LGTBIQ pueden ser completas y felices.