Excluyentes
Iglesias ha vuelto a dar jaque mate a S¨¢nchez, con su ama?ada consulta a las bases que bloquea la negociaci¨®n y la investidura
Como en 2016, Pablo Iglesias ha vuelto a dar jaque mate a Pedro S¨¢nchez, con su ama?ada consulta a las bases que bloquea la negociaci¨®n y por ende la investidura. Una consulta no s¨®lo ama?ada, pues su falaz disyuntiva ¨²nicamente favorece una respuesta con exclusi¨®n de la otra, sino adem¨¢s preventiva, ya que en toda negociaci¨®n s¨®lo se consulta a las bases tras concluirla para refrendar los acuerdos. Mientras que Iglesias hace al rev¨¦s, poniendo el carro delante de los bueyes. Y ante tal desplante, a S¨¢nchez no le queda m¨¢s salida que rechazarlo, so pena de quedar como un pardillo molido y apaleado.
Es la ley de la contienda electoral, como batalla por la repu-taci¨®n donde todos necesitan alardear de honra calderoniana. Y en esta tragicomedia de capa y espada, ?qui¨¦n es el villano al que culpar por el fracaso de las negociaciones? ?S¨¢nchez, que empez¨® por negarse a tener ministros de Podemos? ?O Iglesias, que acaba de romper la baraja para jugar a todo o nada? Sin duda, ambos a la par. Pues uno por otro, el resultado es el mismo, acabando al alim¨®n con la posibilidad de construir una mayor¨ªa parlamentaria.
As¨ª se confirma el excepcionalismo de la democracia espa?ola, la ¨²nica en Europa que no quiere, no sabe o no puede formar por consenso mayor¨ªas multipartidistas. En su ¨²ltimo ensayo, Josep Maria Colomer define a nuestro sistema pol¨ªtico por su incapacidad de alcanzar acuerdos consociativos, lo que le destina a tener gobiernos minoritarios que solo representan al 30% de los votantes, como ¨²nica alternativa al vac¨ªo de poder. Gobiernos de minor¨ªa que son por ende olig¨¢rquicos y elitistas, dado que excluyen a la mayor¨ªa absoluta de la ciudadan¨ªa.
Es como si los pol¨ªticos espa?oles padecieran una patolog¨ªa cong¨¦nita que les impulsa a excluir a sus adversarios, puesto que se niegan a pactar con ellos por miedo a parecer tontos, d¨¦biles o perdedores. ?A qu¨¦ se debe esta vocaci¨®n excluyente que les caracteriza? Se dir¨ªa que su causa es la desconfianza que define a la democracia espa?ola, por lo que arroja los ¨ªndices m¨¢s bajos de confianza p¨²blica en las comparaciones internacionales. Aqu¨ª no nos fiamos de nadie: ni del poder, ni de nuestros rivales ni de nosotros mismos. Y el resultado es estar destinados a padecer gobiernos minoritarios o interinos.
Pero hay otra raz¨®n que explica esta compulsi¨®n excluyente, y es el abuso de los marcos de guerra de Judith Butler. Unos War Frames que repudian al adversario para no reconocerlo como un igual o un semejante, reduciendo a los pares a la condici¨®n de extra?os a los que perseguir o acosar, excluy¨¦ndoles fuera del tablero seg¨²n se intenta tanto aqu¨ª como en Catalu?a. Es lo que pretende hacer Rivera con S¨¢nchez, ¨¦ste con Iglesias y ¨¦ste con ambos. Unos frames excluyentes impuestos por una campa?a electoral permanente reducida a un juego de poder que exige hacerse la guerra (incruenta) sin dar cuartel.
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