Querencias argentinas
Lo pobres, primero. Pero los pobres exigen una inversi¨®n social viable para dejar de serlo y para que la campanuda trasformaci¨®n nacional no desaparezca por el sumidero del desencanto
Pese a haber trabajado a sus ¨®rdenes en dos Gobiernos, el dimisionario ministro de Hacienda Carlos Urz¨²a nunca entendi¨® que su presidente pretenda la Cuarta Transformaci¨®n de M¨¦xico emparentando con Benito Ju¨¢rez y sus leyes de reforma y con los revolucionarios contra el porfiriato. Si hubiera entendido el cosmos de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador (AMLO), no habr¨ªa perdido el tiempo tratando de hacer de M¨¦xico un pa¨ªs m¨¢s justo y previsible para generar confianza. AMLO es un gallo que no quiere un sexenio de correcciones, sino de transformaciones hist¨®ricas, enmendando la Constituci¨®n o esquiv¨¢ndola.
Tratando de no ahuyentar, sustituy¨® al titular de Finanzas por el continuador Arturo Herrera, que seguramente habr¨¢ entendido que su misi¨®n no es imitar a Urz¨²a, sino interpretar las visiones del presidente y de quienes mecen la cuna en Los Pinos y en la coalici¨®n gubernamental. Convencer al jefe de que los sue?os sue?os son ser¨¢ tan dif¨ªcil como modernizar M¨¦xico extirpando inmoralidades gran¨ªticas o amigando a Keynes con Hayek.
Previsiblemente, ni podr¨¢ liquidar el corporativismo, ni el capitalismo de cuates que denuncia y reemplaza por otro de cuates ideol¨®gicamente afectos. La avenencia de los poderosos fue rentable para todos menos para la democracia. Funcion¨® con el PRI, el PAN y ahora con Morena. El 70% de los ¨²ltimos contratos federales se han asignado sin licitaciones. AMLO tiene el sincero prop¨®sito de rescatar a los millones de compatriotas orillados. Intentar¨¢ conseguirlo trasgrediendo mandamientos de la ortodoxia neoliberal, revisando a la baja el catecismo de la desregulaci¨®n, la privatizaci¨®n de empresas estatales, la flexibilizaci¨®n de las relaciones laborales y la reducci¨®n del gasto p¨²blico.
Pero no obtendr¨¢ la peana de los pr¨®ceres sometiendo a su voluntad al nuevo ministro, ni copiando al doctrinario Axel Kicillof, exministro de Hacienda en Argentina y referente del kirchnerismo, recibido por Morena como un heraldo del progresismo, cuando su desempe?o ministerial fue lamentable. La ret¨®rica academicista y el kilo de tomates no siempre son compatibles.
El intelectual peronista pretendi¨® el crecimiento con inclusi¨®n social y se fue vapuleado por los conflictos, tras agotar las reservas del Banco Central, disparar el d¨¦ficit fiscal y causar graves desequilibrios. No aprob¨® ajustes imprescindibles porque perjudicaban las ambiciones pol¨ªticas de Cristina Fern¨¢ndez. Kicillof, dise?ador de la expropiaci¨®n de la petrolera YPF, adquirida en 1999 por Repsol, coincide con AMLO en que la econom¨ªa puede gestionarse desde la perspectiva de las clases dominantes o de los trabajadores. Los pobres primero exige una inversi¨®n social para dejar de serlo y para que la transformaci¨®n nacional prometida no desaparezca por el sumidero del desencanto, como posiblemente ocurra si se imponen el populismo y las ¨ªnfulas.
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