Un v¨ªdeo viral frente al discurso del odio en Sri Lanka

Las vidrieras siguen rotas en la iglesia de San Sebasti¨¢n en Negombo, un mes despu¨¦s del atentado suicida que arrebat¨® la vida a cerca de cien personas durante la misa de ocho del Domingo de Resurrecci¨®n, el pasado 21 de abril. En la cadena de atentados coordinados en iglesias de tres ciudades de la isla, Batticaloa, Colombo y Negombo, y en hoteles de Colombo murieron m¨¢s de 250 personas.

En Sri Lanka, donde la gente se levanta con el sol, la iglesia ese d¨ªa estaba a rebosar. En el v¨ªdeo registrado por las c¨¢maras de seguridad aparecen las familias acicaladas para un d¨ªa de fiesta: matrimonios j¨®venes con ni?os, abuelos, mujeres con velo de gasa, una peque?a con horquillas que no para en el banco. Las im¨¢genes muestran c¨®mo el terrorista se aproxima al centro y a su paso, acaricia con frialdad la cabeza de una ni?a. En ese momento, un matrimonio con su hijo se marcha y un padre llega, tarde, con el ni?o a trompicones. Entonces, el suicida hace estallar la carga.

En el lugar en el que el terrorista toc¨® la cabeza de la peque?a, hoy hay un mont¨®n de escombros, unas tejas apiladas en el suelo y un andamio para la reconstrucci¨®n de la iglesia. La bomba vol¨® por los aires el tejado. A la entrada varios carteles recuerdan a las v¨ªctimas con sus fotograf¨ªas, muchos son ni?os. ¡°En estas casas casi todo el mundo ha perdido a un familiar o a varios en los atentados¡±, apunta Portia Dineni, se?alando a la calle colindante con la iglesia.

Randy Chriz Perera y Portia Dineni, ilustrador y guionista de Meraki United, son los coautores de un v¨ªdeo de animaci¨®n que se hizo viral en Sri Lanka tras los atentados y que invita a la convivencia, en tiempos convulsos en la isla.

La familia Perera-Dineni preparaba el desayuno de sus dos hijas, de tres a?os y a?o medio, en su nueva casa de Negombo, cuando tuvo lugar la explosi¨®n. Son cat¨®licos pero, ese d¨ªa, el matrimonio se levant¨® m¨¢s tarde y no fue a misa. ¡°?ramos nuevos en el barrio, no conoc¨ªamos bien las parroquias, as¨ª que posiblemente hubi¨¦ramos ido a esa, que estaba cerca,¡± explica Randy Chriz Perera. ¡°Da miedo pensarlo¡±, agrega.

Miedo a reabrir heridas

Los d¨ªas siguientes a los atentados en Sri Lanka se vivieron con espanto, no solo a nuevos ataques, sino a reabrir heridas entre comunidades, en un pa¨ªs que hace solo diez a?os pon¨ªa fin a una guerra civil de 26 a?os.

Sri Lanka es un mosaico de 21 millones de personas. Los 15 millones de singaleses son el grupo ¨¦tnico mayoritario (74,9%), seg¨²n el ¨²ltimo censo, de 2012, que habla singal¨¦s y en su mayor¨ªa son budistas. Las principales minor¨ªas son los tamiles, 3,2 millones de personas (15,3%), que hablan tamil y en su mayor¨ªa son hinduistas, aunque tambi¨¦n los hay cristianos y musulmanes. Seguidos de un 9,3% de los descendientes de los comerciantes ¨¢rabes, que hablan tamil y son musulmanes, a los que el censo considera un grupo distinto. La religi¨®n mayoritaria es el budismo theravada (70,1%), seguida del hinduismo (12.6%), islamismo (9,7%) y catolicismo (6,2%).

¡°Tras la explosi¨®n, se o¨ªan helic¨®pteros y preparamos bolsas con algunas cosas por si ten¨ªamos que evacuar la casa¡±, rememora Randy. ¡°Ten¨ªamos miedo, sobre todo por las ni?as,¡± explica. ¡°Y por los mensajes que compart¨ªa la gente en las redes sociales, diciendo que iba a haber un segundo atentado y que iban a entrar en las casas con cuchillos¡±, contin¨²a.

Los d¨ªas siguientes fueron de mucha confusi¨®n en Sri Lanka. Por temor a represalias, el Gobierno refugi¨® en varias mezquitas a personas refugiadas y solicitantes de asilo ¡ªmuchas de ellas pertenecientes a minor¨ªas religiosas perseguidas de Afganist¨¢n, Ir¨¢n y Pakist¨¢n, puntualiza Amnist¨ªa Internacional¡ª que viven en Negombo y que nada ten¨ªan que ver con los atentados. Las redes sociales se llenaron de im¨¢genes de ataques a tiendas y a hogares de musulmanes, que tuvieron lugar en varios puntos de la isla y el gobierno volvi¨® a imponer el toque de queda y a bloquear las redes sociales, como ya hab¨ªa hecho el d¨ªa de los atentados. Fue entonces, cuando Randy y Portia decidieron hacer algo.

¡°No hemos visto a la prensa internacional representando este problema de manera apropiada¡±, critica Portia. ¡°Como si todos fu¨¦semos gente violenta yendo unos contra otros, no es as¨ª en absoluto¡±, asegura. ¡°Y la manera en la que los pol¨ªticos actuaron¡­ as¨ª que quer¨ªamos lanzar un mensaje positivo, era necesario, decir: debemos dejar pasar el enfado porque se trata del futuro de nuestros hijos¡±, declara. ¡°Claro que estamos enfadados, porque hay gente que ha perdido a sus hijos, pero perdemos m¨¢s si continuamos esto".

Tras la explosi¨®n, se o¨ªan helic¨®pteros y preparamos bolsas con algunas cosas por si ten¨ªamos que evacuar la casa. Ten¨ªamos miedo, sobre todo por las ni?as y por los mensajes que compart¨ªa la gente en las redes sociales

Randy se puso a dibujar y Portia a recopilar im¨¢genes de los sucesos. ¡°Trabajamos en equipo¡±, aclara. El v¨ªdeo de animaci¨®n sobre los atentados de Sri Lanka que se ha hecho viral lo hicieron en cinco d¨ªas. ¡°Ten¨ªamos que ser muy r¨¢pidos, por la intensidad del momento y todas las fricciones que estaba habiendo¡±. ¡°En 70 horas¡±, puntualiza Randy.

¡°Era algo que sent¨ªamos que deb¨ªamos hacer,¡± asegura Randy. ¡°De hecho, lo distribuimos gratis a la prensa porque nos importaba m¨¢s el mensaje que lo que pudi¨¦ramos ganar con ¨¦l¡±, explica. ¡°Estamos hablando del futuro de nuestras hijas¡±. Colaboraron con el guion y la locuci¨®n dos amigos: Gehan Blok y Dino Corera.

Comunidades que conviven desde hace siglos

Las distintas comunidades de Sri Lanka han convivido en la isla durante siglos, aunque las decisiones pol¨ªticas en ciertos momentos de la historia han generado fricciones. Sri Lanka, situada en un enclave comercial estrat¨¦gico, vivi¨® m¨¢s de cuatro siglos durante ocupaci¨®n europea (Portugal, 1505-1638, Holanda 1638-1795 e Inglaterra, 1796-1948). Antes de la llegada de los europeos, la isla estuvo dividida en varios reinos, a veces en territorios separados y otras veces, unificados.

El principal conflicto reciente se fragu¨® tras la independencia de Sri Lanka, entonces llamada Ceylan, de la corona brit¨¢nica (1948). Tuvo lugar entre 1983 y 2009, entre el grupo independentista los Tigres de Liberaci¨®n de Tamil Eelam (LTTE), conocidos como Tigres Tamiles y el gobierno, que persegu¨ªa un pa¨ªs independiente en el norte de la isla para esta minor¨ªa. Debido a las pol¨ªticas del gobierno central tras la independencia que los tamiles consideraban discriminatorias ¨Centre ellas, la lengua oficial, que pas¨® a ser el singal¨¦s; la competici¨®n por puestos p¨²blicos y las cuotas universitarias en funci¨®n del idioma materno¡ª, la guerrilla atrajo a miles de tamiles a su causa.

En 26 a?os, el LTTE llev¨® a cabo 126 atentados suicidas y tras un controvertido desenlace en 2009, Naciones Unidas encontr¨® ¡°acusaciones cre¨ªbles¡± de cr¨ªmenes de guerra cometidas por ambos grupos, tanto por la organizaci¨®n separatista, como por el ej¨¦rcito gubernamental, durante los ¨²ltimos meses de la guerra, seg¨²n un informe de 2011.

Organizaciones de derechos humanos tambi¨¦n han registrado, en los ¨²ltimos a?os ¡°violencia contra las minor¨ªas, especialmente contra los musulmanes¡±, como destaca HRW en su informe de 2019, que provocaron ¡°al menos dos muertes¡± en 2018.

¡°Creo que el problema de Sri Lanka no es la gente, sino los pol¨ªticos¡±, insiste Portia. ¡°Este pa¨ªs tiene gente bonita, con un coraz¨®n bonito, con talento y si estamos juntos podemos hacer mucho, pero no tenemos infraestructura, no tenemos educaci¨®n, no tenemos apoyo pol¨ªtico para mantenerlo, para fomentar las habilidades de la gente¡±, contin¨²a.

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