El 77% de las madres con hijos entre tres y cinco a?os reconoce que estos usan las pantallas
El Club de Malasmadres presenta el informe ¡®Tenemos Like¡¯, que indaga sobre c¨®mo educar a los peque?os sobre la tecnolog¨ªa y las barreras a las que se enfrentan las familias
La tecnolog¨ªa, mam¨¢s y pap¨¢s, no se va a ir a ninguna parte. Nuestros hijos crecen en la era de Internet y las redes sociales, y queramos o no, una parte importante de su vida se desarrolla entre pantallas de WhatsApp, Instagram o Youtube. Cuando la realidad digital convive con la anal¨®gica, saber compaginar exitosamente ambas, con sus peligros y sus oportunidades, es un desaf¨ªo para muchos padres que puede afrontarse satisfactoriamente si se entiende ¡°la ¨¦poca en la que est¨¢n creciendo nuestros hijos. No significa que les dejemos hacer de todo, pero su infancia no es la nuestra ni nunca podr¨¢ ser la nuestra¡±, sostiene Mar¨ªa Zabala, experta en Ciudadan¨ªa Digital y fundadora de iWomanish.
Para una mayor¨ªa de madres (el 70 %), la mejor edad para que los hijos e hijas tengan un m¨®vil se sit¨²a entre los 12 y los 15 a?os, seg¨²n el estudio Tenemos Like, una iniciativa del Club de Malasmadres y Movistar sobre la educaci¨®n en tecnolog¨ªa, las dificultades que se encuentran las familias al hacerlo (como la falta de recursos y la presi¨®n social del entorno) y el conocimiento que tienen sobre el mundo tecnol¨®gico que rodea a sus hijos. El informe, sobre una encuesta realizada a 3.230 madres, revela que casi la mitad de los menores de dos a?os ya hacen uso de la tableta o el m¨®vil de alg¨²n adulto para acceder a aplicaciones infantiles, y siete de cada diez usan Youtube.
Convertirse en un ejemplo para los j¨®venes no es f¨¢cil cuando hasta un 63% de las madres admiten que les cuesta controlar el uso que hacen de las tecnolog¨ªas, adem¨¢s de existir un miedo generalizado por el mal uso que pueda hacerse de ellas. Para Laura Baena, fundadora del Club de Malasmadres, ¡°tenemos que ser conscientes de los retos que esto supone para no caer en la prohibici¨®n por miedo a los riesgos, como la sobreexposici¨®n en redes sociales, el uso abusivo de las pantallas o el llegar a contenidos nocivos¡±. Una labor que ha de comenzar en la familia pero que debe entenderse ¡°como una responsabilidad social¡± en la que se hace necesario conocer con qu¨¦ herramientas se cuenta a la hora de controlar su exposici¨®n digital: en 2019, tan solo el 28 % de las madres afirma usar un control parental para gestionar los contenidos y el tiempo de conexi¨®n de sus hijos.
Seis de cada diez madres optan solamente por limitar el tiempo de uso y conexi¨®n a dispositivos de sus hijos, y aunque un 78 % de las participantes establece normas dom¨¦sticas para el uso de la tecnolog¨ªa, solo el 18 % las aplica a toda la familia y un 60 % las restringe ¨²nicamente a los hijos. ¡°Nosotros somos los adultos responsables y tenemos que ser referentes¡±, a?ade Zabala. ¡°Hay que aplicar un marco de normas que sean para todos, aunque la autonom¨ªa de los hijos vaya creciendo de forma gradual y ellos han de entender que las normas en casa las marcas t¨²¡±. Para Laura Garaboa, miembro del equipo de Redes Sociales de la Polic¨ªa Nacional, ¡°Internet es una ventana maravillosa al mundo, pero tenemos que tomar ciertas precauciones, como las tomamos tambi¨¦n en la vida real¡±, porque los peligros como el grooming existen y est¨¢n ah¨ª. Estas son algunas de ellas:
- ¡¤ Privacidad: no publiques lo que no gritar¨ªas o ense?ar¨ªas por la ventana.
- ¡¤ Contrase?as: preoc¨²pate de hacer contrase?as creativas, que combinen may¨²sculas y min¨²sculas, y c¨¢mbialas habitualmente.
- ¡¤ Datos personales: si no se los dar¨ªas a un desconocido por la calle, en la Res tampoco. Cuidado con los que facilitas al, por ejemplo, descargar una app.
- ¡¤ Respeto: es la cara y cruz del anonimato en la Red. No lances a los cuatro vientos lo primero que se te viene a la cabeza sin reflexionar antes.
- ¡¤ La huella digital: ?nos gustar¨ªa que lo que va a publicar nuestro hijo pueda leerlo dentro de 10 a?os alguien que lo entrevista para un trabajo?
- ¡¤ Acompa?arlos en la Red: saber a qui¨¦nes sigues y admiran nuestros hijos en Internet. Si conocemos a sus amigos en la vida real, no hay motivo para que aqu¨ª no sea igual.
- ¡¤ Cuidado con el ciberacoso: en un contexto escolar real, el abusador ve la reacci¨®n de la v¨ªctima y de los testigos, pero en Internet no, y eso puede hacer que mida a¨²n menos sus propias fuerzas, porque el l¨ªmite es m¨¢s dif¨ªcil de establecer.
- ¡¤ Haz un contratode uso con tus hijos, por el que se comprometan a controlar el tiempo de uso, a comunicarle a los padres si se meten en problemas... Pero para ello, lo primero de todo, antes de abrir el perfil del menor en redes sociales, es generar un clima de confianza entre padres (e incluso profesores) e hijos para que si es necesario acudan a ellos aunque les pueda dar verg¨¹enza.
Impulsadas por la demanda social, las charlas ofrecidas por los delegados de Participaci¨®n Ciudadana de la Polic¨ªa Nacional han crecido un 93% (31.000 desde septiembre de 2018 a junio de 2019). Las redes sociales se han convertido, de hecho, en una oficina virtual de atenci¨®n al ciudadano, hasta el punto de recibir diariamente m¨¢s de 4.000 menciones en redes como Twitter o Facebook.
Es importante recordar que, en el entorno digital, como en cualquier otro aspecto de la vida, no existe una piedra filosofal que garantice que nunca vaya a pasarles nada malo. Pero s¨ª podemos tomar esas y otras precauciones, como recuerda Mar¨ªa Zabala: ¡°Primero, hay que normalizar la tecnolog¨ªa; incorporarla al resto de la educaci¨®n que les damos a nuestros hijos. Darles ejemplo y hablar con ellos... El mundo digital forma parte de su ocio; de lo que se trata es de evitar que sea el ¨²nico tipo de ocio. Y si adem¨¢s ese ocio digital puede estar relacionado con lo que les gusta ya en el mundo anal¨®gico, mejor¡±.
Para esta experta, es importante que la autonom¨ªa vaya aumentando seg¨²n van creciendo los ni?os: al principio con la intervenci¨®n de los padres, para luego ir abriendo la mano poco a poco. ¡°Se puede gestionar la wifi, por ejemplo, para que no de se?al de Internet fuera de un determinado horario, o proteger las tabletas o videoconsolas para que no puedan conectarse a Internet cuando los adultos no est¨¢n en casa¡±.
El otro pilar, explica Zabala, tiene que ver con la informaci¨®n: ¡°Tenemos que estar informados, igual que en otros ¨¢mbitos, en funci¨®n de lo que necesita tu hijo y de su forma de ser. Todos piensan en lo que no quieren que hagan, pero no pensamos tanto en lo que s¨ª pueden hacer: aprender a programar o a practicar la ilustraci¨®n digital, si les gusta dibujar, a tocar un instrumento con tutoriales online, a equilibrar su vida digital y su vida anal¨®gica...¡±. Si cada vez que nuestro hijo peque?o usa la tecnolog¨ªa es solo para ver dibujos animados, puede que lo que ese ni?o interiorice ¡°es que pantalla es igual a yo solo, haciendo lo que yo quiero y en silencio con mi dispositivo. No se trata de prohibir, sino de que sea una experiencia compartida¡±, a?ade Zabala.
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