¡®Chicken game¡¯ en directo

Algo se mueve. ?Al fin! Aunque por ahora solo ha sido Iglesias. De hecho, est¨¢ siendo el l¨ªder m¨¢s hiperactivo desde el final de las elecciones. Siendo como es uno de sus grandes perdedores, es tambi¨¦n quien mejor lo disimula. Dada la inminencia de la sesi¨®n de investidura toda la presi¨®n se traslada al PSOE. Iglesias ha conseguido una indudable victoria parcial en la cuesti¨®n sobre quien va ganando en el relato sobre este supuesto Gobierno de coalici¨®n. Aparentemente, al menos. No en vano, su renuncia a no integrarse en el Gobierno la ha vendido en t¨¦rminos sacrificiales: yo me inmolo por el bien del pa¨ªs, ahora te toca a ti, S¨¢nchez, hacer un gesto similar. Y por el mismo objetivo. Pongo la pelota en tu tejado.

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Seguramente esto estaba ya previsto desde el principio. Faltaba esperar al momento propicio, en la antesala de la votaci¨®n de investidura. Y la respuesta de S¨¢nchez no creo que llegue hasta su mismo discurso del lunes. Ah¨ª tratar¨¢ de devolverle la presi¨®n a Podemos rechazando alguna de sus principales exigencias. Va a ser una negociaci¨®n casi en vivo. El Congreso convertido en el escenario del juego de la gallina. Nadie sabe tampoco c¨®mo puede acabar.

Especulemos sobre un gui¨®n previsible para el acto. S¨¢nchez defender¨¢ el car¨¢cter presidencialista de la figura del presidente del Gobierno; es decir, su capacidad para elegir a sus integrantes con plena autonom¨ªa, incluso respecto de su propio partido. Y desgranar¨¢ un programa de gobierno de izquierdas y progresista a cuyo desarrollo invitar¨¢ a incorporarse a miembros del partido de Iglesias consensuados entre las dos partes. El programa por encima de las personas, pues. Es el momento en el que la pelota volver¨¢ a Podemos, que deber¨¢ justificar por qu¨¦ prefiere decidir aut¨®nomamente qui¨¦nes deben ser esas personas y el tama?o de su cuota; o sea, por qu¨¦ le importan m¨¢s los cargos que el programa, algo que requiere de alguna explicaci¨®n.

La derecha por su parte har¨¢ todo lo posible por criticar a este nuevo Frente Popular, aunque pudiera haberlo evitado si se hubieran avenido a pactar, sobre todo Ciudadanos. Ser¨¢ el momento en el que de nuevo la pol¨ªtica program¨¢tica dar¨¢ paso a la descalificaci¨®n pura y dura; en el que la animadversi¨®n entre los actores predominar¨¢ sobre la argumentaci¨®n racional; en el que nos retrotraeremos al anterior proceso electoral. Por tanto, si hay algo de lo que podemos estar seguros es que el ciudadano espectador de esta danza macabra en la que se juega la gobernabilidad del pa¨ªs no podr¨¢ evitar eso del ?qu¨¦ he hecho yo para merecer esto!

Como en el juego de la oca, volveremos a sentir que hemos retrocedido a la situaci¨®n de salida. Porque, aun consigui¨¦ndose al final el deseado objetivo de la investidura, es una investidura que nacer¨¢ lastrada por la desconfianza entre quienes la faciliten, por la exhibici¨®n de la impudicia de los juegos de poder y el tacticismo desnudo e irresponsable, y por la fragilidad del apa?o. Por favor, lleguen a un acuerdo antes del lunes, no nos den el espect¨¢culo. Refuten esta columna. Necesitamos abordar el nuevo comienzo con un m¨ªnimo de esperanza.