La maternidad en primera persona como gran tema literario
La maternidad ha dejado de ser un tema menor para la literatura: cada vez son m¨¢s las ¡°madres cr¨ªticas¡± que narran lo materno en primera persona
Han pasado m¨¢s de cuatro d¨¦cadas desde la publicaci¨®n de El nudo materno (The mother knot, 1976), un poderoso relato autobiogr¨¢fico con el que la escritora feminista Jane Lazarre abr¨ªa una puerta cerrada ¨Cy custodiada¨C hasta entonces: la que conduce a una maternidad que se toca, que se respira, que se siente. Una maternidad contada en primera persona que rebosa realidad; esa que queda lejos del mito de la buena madre y de las hero¨ªnas fabricadas por el imaginario masculino.
En Espa?a tuvimos que esperar a 2018 para que la editorial Las afueras tradujera por primera vez al castellano este trabajo honesto y doloroso que hizo Lazarre. Tambi¨¦n para que la escritora viniera a Espa?a para participar en un coloquio sobre el libro y sobre maternidad y feminismo en Madrid. ¡°Me emocion¨® enormemente ver el resurgimiento generalizado del feminismo entre las mujeres en Espa?a. Conoc¨ª a madres, periodistas, acad¨¦micas y escritoras cuyos hijos a¨²n eran beb¨¦s o adolescentes, o que hab¨ªan crecido, y a mujeres que no eran madres pero que estaban comprometidas con la maternidad feminista¡±, explica a El Pa¨ªs. Un concepto, el de maternidad feminista, al que le ha costado encontrar su lugar porque reconoce Lazarre que en la d¨¦cada de 1970 ¨Cen Estados Unidos, pero tambi¨¦n en Espa?a¨C, el movimiento feminista ve¨ªa una contradicci¨®n declarada e impl¨ªcita entre el feminismo y la maternidad, como si fueran incompatibles. ¡°La literatura, el activismo y el cambio generacional han sido fundamentales para que esto haya cambiado¡±, cuenta.
La maternidad nos atraviesa a todos de una u otra forma, quiz¨¢s por eso resulta tan llamativo que algo tan universal como lo ¡°materno¡± no haya sido un tema literario primordial. Lo dec¨ªa la escritora Adrienne Rich en el ensayo Nacemos de mujer, publicado el mismo a?o que El nudo materno ¨Cy recuperado ahora por Traficantes de sue?os: ¡°Las mujeres han sido madres e hijas, pero han escrito muy poco sobre este tema; la vasta mayor¨ªa de im¨¢genes visuales y literarias de la maternidad nos llega filtrada por la conciencia masculina individual y colectiva¡±.
La explicaci¨®n para Laura Freixas, que acaba de publicar A m¨ª no me iba a pasar, una autobiograf¨ªa con perspectiva de g¨¦nero en la que reflexiona, entre otros, sobre su maternidad, est¨¢ en la ideolog¨ªa patriarcal, ¡°que deval¨²a todo lo femenino¡±, consider¨¢ndolo no universal y perteneciente a la naturaleza y no a la cultura. ¡°La maternidad no se ve como un proceso humano y cultural sino como algo que est¨¢ fuera de la cultura, algo meramente biol¨®gico, o emocional e idealizado pero impersonal, como si todas las maternidades fueran iguales, como si las madres no fueran realmente individuos sino veh¨ªculos o recipientes¡±, explica Laura Freixas. Adem¨¢s, seg¨²n la escritora, las mujeres que escriben no solo ¡°son relativamente pocas y carecen de fuerza para imponer su agenda¡±, tambi¨¦n han incorporado inconscientemente esa ideolog¨ªa: ¡°La maternidad les parece un tema poco noble, poco serio, poco universal, temen (con raz¨®n, por desgracia) que si escriben sobre ¨¦l los hombres no las lean y se encuentran con una ausencia de tradici¨®n que lo hace todo m¨¢s dif¨ªcil. Si escribimos sobre guerra, viajes, amor heterosexual o individuo enfrentado al mundo, tenemos una gran tradici¨®n literaria en la que apoyarnos y con la que dialogar; si escribimos sobre una madre y un beb¨¦, no¡±.
La escritora Silvia Nanclares, autora de Qui¨¦n quiere ser madre (Alfaguara), organiza desde 2018 el taller ¡®Nosotras parimos, nosotras escribimos¡¯, ¡°un espacio de seguridad para leer, pensar y escribir en torno a la maternidad y la experiencia situada y cr¨ªtica¡±, surgido de su propia experiencia como madre deseante y escritora que buscaba, como tantas otras, relatos literarios y cr¨ªticos que le sirvieran de espejo. Para Nanclares s¨ª ha habido grandes madres (S¨®focles, Lorca, Gorki, Dickens) pero todas ellas vistas desde la mirada del hombre y reducidas a sus funciones de identidad relacional, de "madre de". ¡°Lo femenino ha sido siempre lo infraordinario para la alta cultura (absolutamente androcentrista), por lo que la gestaci¨®n, parto, lactancia y crianza han sido crisis vitales no solo no interesantes, si no directamente algo a esconder desde la experiencia cr¨ªtica¡±, se?ala.
Una ausencia que en los ¨²ltimos a?os est¨¢ empezando a cubrirse con ¡°un aumento significativo de los libros escritos por mujeres sobre la maternidad, no solo de ficci¨®n, sino tambi¨¦n en la categor¨ªa de ensayo¡±. As¨ª lo ven desde la madrile?a Librer¨ªa Mujeres, especializada en literatura feminista. Aumento que, dicen tambi¨¦n, ¡°ha ido en paralelo a un incremento de las lectoras de este tipo de libros¡±. Ante ese auge de la literatura sobre maternidad que estamos viendo en la actualidad, Laura Freixas cree que estamos avanzando, aunque muy despacio y con cuentagotas, hacia la igualdad tambi¨¦n en la cultura. ¡°Cada vez m¨¢s mujeres est¨¢n tomando conciencia de la necesidad de crear una cultura en la que tengan voz las mujeres y puedan expresar sus vivencias, incluidas las espec¨ªficamente femeninas, como todas las que rodean la maternidad¡±, opina.
Sobre esta cuesti¨®n la poeta y escritora Luna Miguel afirmaba recientemente en un art¨ªculo que aunque se publiquen ahora m¨¢s libros sobre maternidad, a¨²n no son suficientes. Ante la pregunta de si se necesitan m¨¢s textos para convertir la maternidad en un tema central en la cultura responde que ¡°siempre que aporten nuevas ideas o experiencias, ser¨¢n necesarios¡±. Pero tambi¨¦n cree que llegados a este punto estar¨ªa bien volver atr¨¢s la mirada y recuperar todo lo que se escribi¨® en otras ¨¦pocas al respecto y que qued¨® silenciado o sepultado por no ser "interesante" para los cr¨ªticos del momento. ¡°El libro m¨¢s bonito sobre la maternidad que yo haya le¨ªdo, de hecho, es de Sylvia Plath en su poema largo ¡®Tres mujeres¡¯. A Plath la hemos mirado siempre como una autora rabiosa y destructiva, adolescente y altiva, pero ese ensayo a tres voces sobre el aborto, el parto y la crianza deber¨ªa leerse en las escuelas¡±, se?ala. El poema de Plath fue concebido para ser le¨ªdo en voz alta. Lo hac¨ªa en la BBC en 1962, un a?o antes de su muerte. En Espa?a fue N¨®rdica libros la editorial que recuper¨® el poema en 2013. Lo hac¨ªa en una bell¨ªsima y cuidada edici¨®n biling¨¹e traducida por la poeta Mar¨ªa Ramos e ilustrada por Anuska Allepuz.
Por su parte Jane Lazarre tambi¨¦n cree que a menudo las obras relacionadas con la maternidad no se mencionan como deber¨ªan, borrando el patrimonio hist¨®rico y literario. ¡°Mis memorias, Beyond the Whiteness of Whiteness: Memoir of a White Mother of Black Sons, sobre la maternidad y la raza, ha influido en escritores y eruditos. Ambos libros se ense?an en cursos universitarios estadounidenses, por lo que influyen en profesores, estudiantes y acad¨¦micos en estudios de g¨¦nero y literatura. Algunos de estos acad¨¦micos y escritores m¨¢s j¨®venes me han entrevistado mientras elaboran sus propias historias y ensayos sobre la maternidad y el feminismo. Sin embargo, tambi¨¦n es cierto que las obras escritas en los a?os setenta y ochenta sobre este tema, incluido mi trabajo, a menudo no se mencionan como deber¨ªan, borrando el patrimonio hist¨®rico y literario¡±, explica Lazarre.
Honestidad y valor para escribir la maternidad en primera persona
El nudo materno se public¨® en Estados Unidos, Alemania, Francia y se encuentra en su cuarta edici¨®n con Duke University Press en ingl¨¦s. Es innegable que desde su publicaci¨®n ha generado un renovado inter¨¦s en los escritos sobre la maternidad en todos los g¨¦neros y disciplinas. ¡°Escrib¨ª el libro cuando acababa de dar a luz a mi segundo hijo. En aquel momento estaba muy influenciada por dos escritoras estadounidenses: Tillie Olsen y Grace Paley. Sus escritos mostraban una maternidad revolucionaria por sus representaciones honestas y complejas. Despu¨¦s fui muy influenciada por Nacemos de mujer de Adrienne Rich, como muchas mujeres lo est¨¢n hoy todav¨ªa, y m¨¢s tarde, por Maternal Thinking de Sara Ruddick. Las mujeres escritoras que tambi¨¦n eran madres escrib¨ªan historias, poemas y novelas¡±, explica Jane Lazarre. Ruddick, Rich, Paley y Olsen fueron simpatizantes de El nudo materno, y cuenta Lazarre que a lo largo de todos estos a?os ha recibido muchas cartas personales y correos electr¨®nicos sobre el libro expresando alivio e identificaci¨®n.
Y es que, aunque lejana en el tiempo, resulta f¨¢cil conectar con la experiencia de la escritora estadounidense porque en su propia maternidad est¨¢n presentes cuestiones tan actuales como la soledad, la ambivalencia, la trampa de las expectativas, la no conciliaci¨®n, la utop¨ªa del autocuidado, el miedo a convertirnos en nuestra propia madre, la necesidad de (re) construcci¨®n de la pareja, el agotamiento o las noches sin dormir. Su voz, necesaria, refleja la falta de voces cr¨ªticas en la literatura que habla sobre la maternidad. En primera persona. Las ¡°madres cr¨ªticas¡±, que dice la escritora y periodista Laura Freixas.
Para Elisa Mart¨ªn Ortega, profesora de literatura en la Universidad Aut¨®noma de Madrid y codirectora del curso ¡®Escribir la maternidad. No hay milagro m¨¢s cruel que este¡¯, cofinanciado por la Direcci¨®n General del Libro y Fundaci¨®n Manantial y celebrado a principios de julio en la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo, aunque en los ¨²ltimos a?os est¨¢n apareciendo cada vez m¨¢s libros de gran valor, tanto de autoras espa?olas (N¨²ria Labari, Laura Ferrero, Mar¨ªa Ramos) como traducciones de obras extranjeras (Jane Lazarre, Verity Bargate, Nathalie Sarraute, etc.), es cierto que hay una falta de escritoras que reflexionen en primera persona sobre este tema. ¡°Es algo que llama la atenci¨®n, puesto que la maternidad es quiz¨¢ la experiencia que nos pone m¨¢s en contacto con los l¨ªmites de la condici¨®n humana, con la deconstrucci¨®n y la construcci¨®n de la identidad, con las fronteras del cuerpo y la diferenciaci¨®n de los espacios mentales propios y ajenos¡±, explica.
Una experiencia que necesita una dosis extra de honestidad cuando se traslada al papel. Porque, como explica Elisa Mart¨ªn, ¡°la literatura sobre la maternidad nos sirve para huir de los modelos estereotipados tan extremos de madre abnegada o madre narcisista; para poder plantear las ambivalencias propias a la experiencia de la concepci¨®n de la vida, del nacimiento, del cuidado; para pensar en la construcci¨®n de la identidad y en qui¨¦n es el otro, en la alteridad¡±.
¡°Para escribir sobre maternidad parece imprescindible traicionarse a una misma o al hijo, puede que a los dos, como es mi caso¡±, escribe Nuria Labari en La mejor madre del mundo (Literatura Random House). Esto es algo que confirma Jane Lazarre cuando cuenta a El Pa¨ªs que ¡°adem¨¢s de ser una escritora y una madre que siente una gran necesidad de expresar todos los sentimientos apasionados y dif¨ªciles sobre esta experiencia, se necesita mucha honestidad y valor¡±.
El reto pendiente quiz¨¢s sea c¨®mo abrir esas voces m¨¢s all¨¢ de la experiencia de la mujer blanca, heterosexual, con estudios superiores y una buena condici¨®n econ¨®mica ¨Cporque la experiencia de la maternidad var¨ªa mucho entre las clases econ¨®micas y las etnias. Lo refleja Jessa Crispin en el pr¨®logo de C¨®mo acabar con la escritura de las mujeres (Dos Biogotes y Barret Editorial), de Joanna Russ: "Me preocupa que nos estemos subdividiendo en peque?os sectores de poblaci¨®n muy espec¨ªficos y que solo se me incentive a leer libros de otras solteras blancas, heterosexuales y de clase media, mujeres con el sol en C¨¢ncer y el ascendente en Tauro que vienen del Medio Oeste pero ahora viven en una zona urbana, porque son las que pueden entenderme y hablar mi idioma. Que la literatura ense?a empat¨ªa es un clich¨¦. Puede ayudarte en este proceso, pero solo si te esfuerzas mucho para luchar contra el impulso de tratar la literatura como si fuera un espejo. El primer paso es darte cuenta de que est¨¢s haciendo precisamente eso¡±. Quedamos pues a la espera de esas voces maternas que sigan aportando al debate con miradas diversas.
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