Pol¨ªtica espect¨¢culo

Los fil¨®sofos griegos ya observaron que el poder est¨¢ vinculado al uso adecuado de la palabra. Ve¨ªan en la ret¨®rica la t¨¦cnica de expresarse de manera adecuada para lograr la persuasi¨®n del destinatario, cualidad que algunos pol¨ªticos contempor¨¢neos podr¨ªan esforzarse en cultivar.

Hay portavoces que en lugar de utilizar la seductora habilidad de exponer sus opiniones mediante discursos eficaces optan por el histrionismo. El presidente del PP catal¨¢n ha superado esa barrera para caer en lo rid¨ªculo. Desde la tribuna del Parlament, Alejandro Fern¨¢ndez dio el cante entonando el estribillo de una canci¨®n de Manolo Escobar para reivindicar la convivencia en un sistema democr¨¢tico. El destinatario de la tonadilla era el presidente de la Generalitat, Quim Torra, que apenas lanz¨® una mueca tras la irrisoria interpretaci¨®n del diputado.

Hay otros representantes p¨²blicos que en vez de argumentar se limitan a desacreditar al oponente. La diputada popular Cayetana ?lvarez de Toledo, desde el martes portavoz en el Congreso de su partido, critic¨® la oferta que los socialistas hicieron a Unidas Podemos de una vicepresidencia social para la tambi¨¦n portavoz de la formaci¨®n morada, Irene Montero. ¡°Una vicepresidencia social florero para una mujer florero¡±, dijo. Nadie en su partido le recrimin¨® p¨²blicamente el comentario

Resulta poco com¨²n que los pol¨ªticos espa?oles cuestionen los comportamientos de sus correligionarios. Manuel Valls es una de las escasas excepciones. Tras el debate de la fallida investidura de Pedro S¨¢nchez critic¨® ¡°el nivel¡± del l¨ªder de Ciudadanos, Albert Rivera, en el Congreso. ¡°La pol¨ªtica merece otro lenguaje y m¨¢s respeto¡±, dijo Valls en un tuit en el que expresaba su malestar ante el hecho de que Rivera llamara ¡°banda¡± a los negociadores.

A los pol¨ªticos de nuestro tiempo no se les exige que est¨¦n al nivel de Dem¨®stenes, pero s¨ª que no caigan en la zafiedad, la descalificaci¨®n barata o la bufonada. El Parlamento no es un circo ni los diputados son artistas de variedades. Las ideas y las convicciones se defienden mediante la palabra y el discurso persuasivo. Aunque en demasiados casos los pol¨ªticos se dejan seducir por la f¨®rmula de Hes¨ªodo: contar mentiras de manera que parezcan verdades.