Famosos y ecolog¨ªa: el campamento secreto de Google

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Cuando se piensa en reuniones de trabajo para hacer equipo (el tan de moda networking), se imaginan salas grises, proyectores y caf¨¦ fr¨ªo. Pero en Google no son as¨ª. Ni de lejos. Ellos, para hacer reuniones y discutir acerca de los problemas del mundo, prefieren reunirse unos cuantos d¨ªas en un lujoso hotel de la costa siciliana, jugar al golf, departir con Leonardo DiCaprio y escuchar un concierto de Rosal¨ªa. Un plan bastante m¨¢s apetecible, y encima sin corbata.?

El plan, eso s¨ª, les cuesta 20 millones de euros. Por s¨¦ptimo a?o, la compa?¨ªa tecnol¨®gica de California ha montado una mezcla entre una reuni¨®n y un exclusivo campamento de verano; un h¨ªbrido entre el Foro de Davos, el club Bilderberg y el festival de?Coachella; una uni¨®n para, por las ma?anas, debatir acerca de los temas m¨¢s candentes del momento y, por las tardes, navegar pl¨¢cidamente por el Mediterr¨¢neo. La localidad de Selinunte, en Sicilia, ha sido la escogida para las charlas; en a?os anteriores hab¨ªan optado por?Agrigento o Sciacca, pero esta villa, un antiguo asentamiento griego, y en ella se encuentra uno de los mayores parques arqueol¨®gicos de toda Europa, con 284 hect¨¢reas. De hecho, en su templo de Hera fue donde cantaron para los asistentes Rosal¨ªa y Coldplay.

No hay invitaciones. Ni agenda del evento. Tampoco lista oficial de invitados, que Forbes estima en m¨¢s de 300. De ah¨ª su supuesto secretismo... solo supuesto, porque al final las informaciones sobre el mismo ya se leen en medio mundo. Pero entre los nombres que filtra tanto la prensa estadounidense como la italiana est¨¢n los de DiCaprio, Orlando Bloom y Katy Perry, los cantantes Harry Styles y Joe Jonas, los actores Priyanka Chopra y Tom Cruise, el empresario Lapo Elkann, la dise?adora?Stella McCartney, el chef Massimo Bottura o el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg. Algunos de ellos incluso han pronunciado discursos durante este Google Camp, como se llama al evento: Naomi Campbell habl¨® sobre su querido amigo, el difunto presidente sudafricano Nelson Mandela, y el pr¨ªncipe Enrique de Inglaterra charl¨®, descalzo, acerca del medio ambiente.

Porque precisamente la ecolog¨ªa es el tema central sobre el que versa todo.?Sergey Brin y Larry Page, los fundadores de Google, escogen personalmente la tem¨¢tica y la exclusiva lista de invitados y ponentes. Este a?o se centra en el estado del planeta,?la privacidad en Internet, los derechos humanos y la pol¨ªtica. Todo aderezado con cenas y recitales. La de la primera noche estuvo servida?por Ritu Dalmia, considerado uno de los chefs indios m¨¢s importantes de Italia y que tiene un afamado restaurante en Mil¨¢n, Cittamani. El ¨¢gape tuvo lugar al atardecer a la orilla de?los templos, con largas mesas completamente vestidas con flores, velas, manteler¨ªa y copas de cristal.

?Caras conocidas para hablar de derechos humanos? ?Pr¨ªncipes para instruir sobre medio ambiente??"Los famosos son la gran atracci¨®n, pero a veces tambi¨¦n ayudan a cerrar acuerdos. A ellos tambi¨¦n les gusta poder codearse con la gente de poder", cuenta al diario The New York Post uno de los asistentes habituales. Es un acierto seguro para ellos: un evento que les mete en una lista todav¨ªa m¨¢s VIP de aquellas a las que est¨¢n acostumbrados, con total privacidad, y en un evento que, adem¨¢s de interesante, est¨¢ lejos de ser aburrido o rancio.

Los asistentes tienen que pagarse el billete, cosa que tampoco parece un gran problema, dada la lista de invitados. Luego Google corre con la estancia en el Verdura Resort, un lujoso complejo hotelero con apartamentos separados y zonas comunes frente al mar y cuyos precios superan este mes los 900 euros la noche en su habitaci¨®n m¨¢s barata y los 2.000 en la m¨¢s cara. Algunos se alojan en sus propios yates, que fondean en la zona, como?el de la dise?adora Diane Von Furstenberg; el del hombre m¨¢s rico de Nueva Zelanda, Graeme Hart; o el de David Geffen, fundador de la productora de cine Dreamworks.

Seg¨²n los diarios locales, la llegada de tanto famoso y tanto jet privado ha saturado aeropuertos, torres de control y servicios de seguridad. Solo el domingo aterrizaron 40; se calcula un total de 114 jets?para el evento. Y aunque el medio ambiente es la principal preocupaci¨®n, el evento no es exactamente sostenible: medios estadounidenses calculan que esos aviones, en sus 114 vuelos?entre Los ?ngeles y Palermo, suponen una emisi¨®n a la atm¨®sfera de 100.000 kilos de di¨®xido de carbono. Todo muy eco, pero lo de compartir vuelo no parece una opci¨®n.