Vigilantes a¨¦reos

La Direcci¨®n General de Tr¨¢fico (DGT) viene insistiendo durante los ¨²ltimos meses en la denuncia de nuevos riesgos, que contribuyen a los accidentes de tr¨¢fico y que constituyen un obst¨¢culo para reducir sustancialmente la siniestralidad y el n¨²mero de muertos. El consumo de alcohol y de drogas se se?ala habitualmente como causa directa de los accidentes; las distracciones o el prescindir del cintur¨®n de seguridad tambi¨¦n. La DGT ha incluido con buen criterio el uso del tel¨¦fono m¨®vil mientras se conduce, un mal h¨¢bito que si ya limita la atenci¨®n en los peatones y contribuye a los atropellos urbanos, reduce una buena parte de los reflejos que el conductor necesita en carretera para conducir a velocidad elevada. Las advertencias y las multas por esta causa est¨¢n justificadas.

Adem¨¢s, aparecen problemas espec¨ªficos que necesitan atenci¨®n. El m¨¢s preocupante en estos momentos es el de la elevada siniestralidad en motos y motocicletas. La estad¨ªsticas recientes han dado la voz de alerta en la Administraci¨®n y entre los propios conductores. En lo que va de a?o han muerto 152 motoristas, 39 m¨¢s que el a?o pasado. Las causas habituales son las mismas que en el autom¨®vil: exceso de velocidad, distracciones y consumo de sustancias que reducen la capacidad de reacci¨®n. Pero en el caso de las motos hay que a?adir tambi¨¦n como causas letales la sensaci¨®n de seguridad, los adelantamientos o maniobras indebidas y la ausencia de casco.

Si se quiere disminuir el n¨²mero de accidentes y de muertos hay dos decisiones inapelables: aumentar los efectivos de vigilancia en la carretera (agentes, radares) e innovar con nuevas tecnolog¨ªas de observaci¨®n. La DGT ha puesto sobre el terreno 9.100 agentes como respuesta a la primera exigencia; en cuanto a la segunda, las operaciones de salida del verano de 2019 han inaugurado una innovaci¨®n muy ¨²til. El uso de drones de vigilancia, de radio de acci¨®n limitado pero con gran capacidad de observaci¨®n, permitir¨¢n vigilar desde el aire los puntos conflictivos, la conducci¨®n temeraria y otras infracciones peligrosas, como el uso del m¨®vil o el no llevar el cintur¨®n de seguridad puesto. Complementar¨¢n la tarea de los helic¨®pteros dotados de alta tecnolog¨ªa. Todav¨ªa son pocos los drones que pueden multar y su puesta en acci¨®n es muy reciente. Pero la apuesta es de futuro. Cuando se extiendan su uso y su capacidad de sanci¨®n, ser¨¢n un elemento disuasorio de las malas pr¨¢cticas al volante.

Bienvenidos sean los drones como ¡°vigilantes auxiliares¡±. Pero hay que recordar que no toda la siniestralidad es imputable a los conductores. Tambi¨¦n cuentan el p¨¦simo estado de algunos tramos de las carreteras nacionales; la mala se?alizaci¨®n y la mala educaci¨®n vial de los conductores espa?oles. En general, su preparaci¨®n antes de ponerse al volante es manifiestamente mejorable.