Serpientes de verano
Atacar a los Obama es un pasatiempo de la era Trump
Acabo de desayunar con mi buen amigo Alberto Moreno, director de Vanity Fair Espa?a y me pregunta mi opini¨®n sobre el supuesto divorcio de Barack y Michelle Obama. ¡°Alberto, ?lo ha anunciado una publicaci¨®n sensacionalista llamada Globe, no puede ser veraz!¡±, respondo, en plan profesional. Alberto lo reconoce, se?alando el importante nivel de atenci¨®n que la noticia ha generado. ¡°Esta misma semana fue el cumplea?os 58 del expresidente¡±, le recuerdo. ¡°Una revista sensacionalista puede confundir un divorcio con un regalo de cumplea?os¡±, insisto. Y, de paso, desviar la atenci¨®n sobre el presidente Trump.
A lo largo del d¨ªa pienso en ese posible divorcio. Ser¨ªa un baj¨®n, especialmente para el aura del expresidente, que durante dos legislaturas se apoy¨® ampliamente en la personalidad y el carisma de su esposa, una abogada de prestigio que lo dej¨® todo para apoyar la carrera presidencial de su marido. No solo eso, una vez convertida en la primera dama afroamericana de la historia de su pa¨ªs, Michelle se esforz¨® en el gimnasio de la Casa Blanca, construy¨® un huerto y dej¨® como legado una poblaci¨®n posiblemente m¨¢s conocedora de los peligros de una alimentaci¨®n insana o sin control. No es poca cosa, aparte de engordar su popularidad por su simpat¨ªa en la televisi¨®n. Antes de Michelle Obama, Estados Unidos era una naci¨®n f¨¢cilmente reconocible por su creciente poblaci¨®n de personas con obesidad. Por primera vez en muchos a?os, ha bajado ese ¨ªndice de obesidad aunque contin¨²a siendo un pa¨ªs violento. Melania Trump, su sucesora, no ofrece ninguna causa social por la que sea recordada, ni tampoco emite se?ales de querer divorciarse del bravuc¨®n de su marido. Posiblemente por todas esas cosas, Globe prefiere divorciar a los Obama. Mientras, los Trump alimentan noticias grasientas.
Atacar a los Obama es un pasatiempo de la era Trump. Mucho de lo conseguido en sus dos legislaturas ha quedado fam¨¦lico por la gesti¨®n de la nueva administraci¨®n. Todo menos el afecto entre sus principales protagonistas. Es dif¨ªcil que se divorcien. No hacen m¨¢s que quererse, ella lo proclam¨® en la promoci¨®n de su libro autobiogr¨¢fico. Y ¨¦l no deja de recordarlo en cualquiera de sus apariciones. ?Por qu¨¦ ese empe?o en promover noticias falsas? ¡°Porque alimentan los veranos¡±, me explica un asistente de producci¨®n en un programa matutino. ¡°Dicen que ya en Roma se agitaban las llamadas serpientes de verano¡±, agrega.
Tengo la impresi¨®n de estar rodeado de serpientes de verano. Un verdadero divorcio ha sucedido entre la expresidenta de la comunidad madrile?a, Cristina Cifuentes, e Isabel D¨ªaz Ayuso, la futura presidenta. Fueron m¨¢s que compa?eras pol¨ªticas. Podr¨ªa decirse que Ayuso aprendi¨® mucho tanto de la Comunidad como de la pol¨ªtica mientras avanz¨® sus posiciones en varios gobiernos auton¨®micos, en especial el periodo de Cifuentes. Al saberse abandonada, Cifuentes ech¨® mano de Gandhi, cit¨¢ndolo en sus redes. ¡°No hay que apagar la luz del otro para que brille la nuestra¡±. Muy iluminada. Quiz¨¢s entre expresidentas, apagar la luz no sea una cosa de aura sino de subidas de la tarifa el¨¦ctrica y por eso Ayuso no se da por aludida. Ya pagar¨¢ ella su factura.
Por su parte, el presidente en funciones, Pedro S¨¢nchez, lleg¨® con retraso a su cita con el Rey en Marivent, a plena luz del d¨ªa. Quiz¨¢s se lo pens¨® tras ver el v¨ªdeo del posado real en esa misma residencia. Por unos instantes, el monarca pierde la cuenta de c¨®mo debe ir colocada su, correctamente alimentada, familia y se enfrenta al car¨¢cter de su hija Leonor, que es una adolescente con ideas muy claras y un lenguaje corporal muy expl¨ªcito, sobre todo ante los posados. Deduzco que lo ha heredado de su madre, la Reina, que lleva a?os corrigiendo la informalidad o la improvisaci¨®n de los miembros de la familia en este posado estival pero oficial¨ªsimo. Si observa material de archivo, comprobar¨¢ c¨®mo Letizia, siempre ojo avizor, avanza por detr¨¢s para situarse estrat¨¦gicamente y as¨ª obligar al resto a ver mejor d¨®nde van. Seguro que existe alguien en palacio cuyo trabajo es este y la Reina ha tratado de mejorarlo reduciendo el elenco. Pareciera que la hijita mayor tambi¨¦n le ha pillado el gusto por el reposicionamiento. Y habr¨ªa estado regio que do?a Leonor le recriminara al presidente S¨¢nchez su retraso. Tambi¨¦n habr¨ªa resultado estupendo que le reclamara algo sobre la investidura fallida y as¨ª llenarnos el verano de otro extraordinario contenido. M¨¢s posados y m¨¢s serpientes de verano.
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