Abuso de precariedad

Las pol¨ªticas para combatir la precariedad del empleo forman parte de la pol¨ªtica general del Ejecutivo, ahora en funciones, para corregir los efectos perniciosos de las leyes laborales del Gobierno del PP. El Ministerio de Trabajo ha puesto en marcha acciones contra el abuso de la contrataci¨®n temporal, una de las causas m¨¢s graves de la precariedad, y contra el exceso de jornada entre los contratados a tiempo parcial. El departamento enviar¨¢ cartas de advertencia a las empresas en las que previamente se hayan detectado contratos temporales inadecuados con el aviso de que si no se regulariza en plazo actuar¨¢ la Inspecci¨®n de Trabajo. El Gobierno reconoce la gravedad social del empleo precario. Recu¨¦rdese que la tasa de temporalidad (26,4%) duplica la media de la Uni¨®n Europea.

Las actuaciones de Trabajo son una respuesta a dos hechos incontrovertibles. El primero es que la temporalidad no desciende, a pesar de las apelaciones del Ejecutivo y de otras campa?as anteriores para reducir la contrataci¨®n temporal. El meollo de la cuesti¨®n es la llamada causalidad: las empresas vulneran el principio de que hay trabajos que deben ser cubiertos con contratos fijos y los cubren con empleos temporales. Esta es una de las consecuencias de la mal llamada reforma laboral de Rajoy ¡ªuna reforma debe mejorar las condiciones de las personas a las que va destinada¡ª. Cualquier intento de mejorar la situaci¨®n del mercado laboral debe empezar por corregir esta pr¨¢ctica fraudulenta.

Trabajo ha ca¨ªdo en la cuenta, adem¨¢s, de que no es necesario recurrir a grandes modificaciones legales para sancionar los modos precarios de contrataci¨®n. Un paso que no requiere tr¨¢mites legislativos es activar a la Inspecci¨®n de Trabajo para que investigue y act¨²e en funci¨®n de la informaci¨®n que puede obtener de la Tesorer¨ªa de la Seguridad Social o de la Agencia Tributaria. La informaci¨®n en poder de la Administraci¨®n permite detectar los fraudes y orientar las investigaciones. As¨ª se han cuantificado los falsos aut¨®nomos en las plataformas de transporte y distribuci¨®n, as¨ª se ha podido actuar legalmente contra Glovo y as¨ª es posible presionar a un gran n¨²mero de empresas para que cumplan la ley. Todas las bater¨ªas administrativas disponibles est¨¢n orientadas a limitar la temporalidad y el abuso de jornada.

La actividad de la Inspecci¨®n de Trabajo no evita, por supuesto, la conveniencia de modificar amplios articulados de la normativa laboral vigente. Porque la susodicha reforma quiz¨¢ estuviera justificada, seg¨²n un modelo de pol¨ªtica econ¨®mica neoliberal, en tiempos de recesi¨®n profunda, pero esa justificaci¨®n, si la hubo, ya no existe. Para modificar las leyes laborales, siquiera parcialmente, es necesario un Gobierno con respaldo pol¨ªtico, y, por el momento, hay que esperar.