L¨®gica electoral

Unidas Podemos present¨® ayer un documento al l¨ªder del partido socialista, Pedro S¨¢nchez, a fin de retomar las negociaciones para una nueva investidura en el punto donde fueron abandonadas el pasado 25 de julio. La respuesta del partido socialista no se hizo esperar: no es viable volver al mismo punto porque ha quedado claro, y se sigue demostrando en el documento de UP, que las dos formaciones mantienen modelos de Ejecutivo muy diferentes (uno insiste en un Gobierno de coalici¨®n y el otro, en uno monocolor y de colaboraci¨®n parlamentaria) as¨ª como desacuerdos importantes en asuntos de Estado, como la respuesta al desaf¨ªo independentista en Catalu?a. El comunicado subrayaba, por otro lado, las coincidencias del partido socialista con las principales medidas sociales enumeradas por Unidas Podemos. Sorprende que esa coincidencia no marque m¨¢s las relaciones entre las dos formaciones, al margen de cualquier otro desacuerdo.

El procedimiento elegido por ambas fuerzas para dar a conocer las respectivas posiciones es prueba de que la desconfianza sigue dominando sus relaciones: m¨¢s que entregar una oferta de negociaci¨®n a la consideraci¨®n del l¨ªder socialista, Unidas Podemos quiso exhibirse ante la opini¨®n esforz¨¢ndose por lograr la formaci¨®n de un Gobierno de izquierdas, evitando as¨ª cargar con la responsabilidad del fracaso en el caso de una segunda convocatoria a las urnas. Esta l¨®gica anticipadamente electoral subyace tambi¨¦n en la inmediata respuesta del partido socialista.

Por lo que respecta al fondo de la iniciativa, el documento de Unidas Podemos parec¨ªa poner el acento en la negociaci¨®n program¨¢tica solo para disimular que el punto de partida sigue siendo el reparto de cargos en el interior del Gobierno. Resulta contradictorio proponer que las negociaciones se retomen en el punto donde se abandonaron para, a continuaci¨®n, reclamar de nuevo las carteras por las que se produjo la ruptura. Y todo esto sin entrar en el concepto de coalici¨®n que manej¨® Unidas Podemos hasta el 25 de julio y que no ha sido desmentido ni por las declaraciones posteriores ni por el documento ahora presentado al partido socialista. Unidas Podemos se arroga el papel de garante de las esencias de la izquierda, adem¨¢s de poner en cuesti¨®n la estructura unitaria y solidaria del poder ejecutivo en el sistema pol¨ªtico espa?ol.

M¨¢s all¨¢ de esta nueva escaramuza t¨¢ctica, el hecho de que la posibilidad de formar Gobierno no dependa ¨²nicamente del apoyo expl¨ªcito de Unidas Podemos al candidato socialista, sino tambi¨¦n de la posici¨®n que adopte ERC frente a un dif¨ªcil acuerdo entre ambos, parece conducir los intentos de negociaci¨®n a una v¨ªa muerta. Siendo dif¨ªcil anticipar la respuesta de los partidos independentistas a la sentencia que recaer¨¢ sobre sus dirigentes, el silencio acerca del problema territorial en el documento de Unidas Podemos no facilita el acuerdo con el partido socialista, sino que lo aleja. La supuesta valent¨ªa que le reclaman a este en Catalu?a es justamente la que ellos no muestran para facilitar la formaci¨®n de Gobierno: bastar¨ªa con que Unidas Podemos exigiera a los partidos independentistas la renuncia a la unilateralidad y el compromiso con el Estado de derecho, invit¨¢ndoles a acatar sin amenazas las sentencias de los tribunales.