Daniel Br¨¹hl, mitad espa?ol y mitad alem¨¢n: ¡°Me salen las dos caras. Pero yo crec¨ª con ser puntual¡±
El actor adoraba los relojes a la edad en la que la mayor¨ªa quiere juguetes. Por eso no extra?a que lleve diez a?os siendo embajador de la firma suiza Jaeger-Le Coultre
Hace ya diez a?os que la firma suiza Jaeger-Le Coultre se puso en contacto con Daniel Br¨¹hl para que se uniera a su n¨®mina de amigos. El actor no se lo pens¨®. ¡°Soy muy fan de los relojes, hered¨¦ de mi padre esa pasi¨®n por los movimientos mec¨¢nicos. Cuando yo era muy peque?o, ¨¦l abr¨ªa los relojes y me explicaba c¨®mo funcionan¡±, suelta Daniel Br¨¹hl en la pasada edici¨®n del Sal¨®n de la Alta Relojer¨ªa de Ginebra.
Desde luego, ha heredado esa afici¨®n por hurgar qu¨¦ se mueve en las entra?as. Visit¨® la manufactura y se qued¨® ojipl¨¢tico. ¡°Fracas¨¦ completamente intentando llevar a cabo los procesos, y con el estampado¡ ?uf!, fatal. Fuera de lo tecnol¨®gico me encanta lo art¨ªstico, el dise?o, relojes que no sean chillones ni ostentosos. Me gusta ser fiel a la elegancia¡±, dice el actor, que se encuentra rodando en Londres y Rusia la precuela de Kingsman y m¨¢s tarde pasar¨¢ siete meses en Budapest con la segunda temporada de El alienista. ¡°Yo eleg¨ª esta profesi¨®n. Empec¨¦ contando cuentos a los ocho a?os en la radio porque le¨ªa muy bien. Dobl¨¦ pel¨ªculas a los 12 y ya entonces so?aba con ser actor. Con 20 me sal¨ªo Goodbye Lenin, y ah¨ª ya vi que ten¨ªa posibilidades¡±.
Br¨¹hl es un curioso c¨®ctel de sensibilidades: mitad espa?ol y mitad alem¨¢n, vive entre Barcelona y Berl¨ªn. ¡°Me salen las dos caras. En Espa?a tenemos un punto m¨¢s social, m¨¢s alegre, m¨¢s fuego; pero el alem¨¢n tiene ciertos valores como la eficacia, aunque se est¨¢ perdiendo. Pero yo crec¨ª con eso, con ser puntual, con el clich¨¦ de funcionar en lo profesional. Creo que es una buena combinaci¨®n¡±.
Un rom¨¢ntico de los relojes
El gusto por los relojes de Daniel Br¨¹hl tiene algo de rom¨¢ntico, de pensar que dentro de unos a?os ese reloj va a funcionar y lo llevar¨¢ su hijo, y luego su nieto. ¡°Mi hijo tiene ahora dos a?os, todav¨ªa no aprecia un Jaeger-LeCoultre y siempre le digo: son las seis de la ma?ana, no te despiertes por favor¡±.
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