El no de las mexicanas

La violencia contra las mujeres alcanza en M¨¦xico cifras tan alarmantes que el C¨®digo Penal ha incluido el delito de feminicidio, castigado con penas que oscilan entre los 40 y los 60 a?os de prisi¨®n. ONU Mujeres estima que cada d¨ªa son asesinadas en el pa¨ªs latinoamericano nueve mujeres, muchas de las cuales son menores. Las estad¨ªsticas son sangrantes. Entre 2011 y 2017 se han registrado casi 19.000 ¡°defunciones con presunci¨®n de homicidio¡±, un eufemismo que abarca todo tipo de cr¨ªmenes, desde los asesinatos machistas hasta los marcados con el sello de los narcos. La ola de violencia se agrava por la deficiente persecuci¨®n de los delitos. El resultado es una impunidad inaceptable.

En los ¨²ltimos cuatro a?os, los feminicidios han aumentado en M¨¦xico un 150% y las agresiones sexuales tampoco dejan de crecer. En lo que va de 2019 se han contabilizado 9.900 casos de violaciones. La sociedad mexicana reclama celeridad a la hora de esclarecer la violencia contra las mujeres, como se ha puesto de manifiesto en las multitudinarias manifestaciones en las que los colectivos feministas exigen que se investiguen a fondo los abusos sexuales. Claman que la justicia y la polic¨ªa act¨²en con diligencia. Pero entre las mujeres cunde la desconfianza en las fuerzas de seguridad, m¨¢xime si se tiene en cuenta que recientemente han salido a la luz varios casos de violaciones a manos precisamente de la polic¨ªa.

Lejos de confiar en las instituciones, los colectivos feministas perciben negligencia y pr¨¢cticas err¨¢ticas cuando se trata de perseguir estos delitos y arrestar a los culpables. Denunciar una agresi¨®n se convierte en un proceso largo, costoso y decepcionante. Adem¨¢s, los limitados recursos presupuestarios frenan la posibilidad de formar a profesionales para atender adecuadamente a las v¨ªctimas y dar una respuesta r¨¢pida y eficaz en el tratamiento de los casos de violencia de g¨¦nero.

Frente a los cr¨ªmenes de g¨¦nero, las agrupaciones feministas han reclamado determinaci¨®n en el esclarecimiento de los hechos y que las pesquisas se lleven a cabo de una manera transparente. Es obligaci¨®n de los organismos judiciales y policiales abordar investigaciones escrupulosas, se?alar a los agresores y adoptar medidas para prevenir, esclarecer y juzgar la violencia sobre las mujeres. No se trata solo de mejorar las acciones pol¨ªticas y fortalecer las instituciones; la sociedad demanda un cambio cultural para erradicar las actitudes machistas. Solo si se cumplen estos par¨¢metros, la poblaci¨®n en su conjunto, y muy especialmente las mujeres, podr¨¢n depositar la confianza en quienes han recibido el encargo de velar por su seguridad.