Mejor de lo esperado
El clima de cooperaci¨®n del G7 prevalece a pesar de la atm¨®sfera enrarecida inicial
La reuni¨®n del G7 (EE UU, Alemania, Jap¨®n, Canad¨¢, Francia, Reino Unido e Italia) no ha sido un fracaso. Esta es la noticia. El clima de tensi¨®n que la precedi¨®, tras la nueva imposici¨®n de aranceles por EE?UU a China y las tensiones con Ir¨¢n, no permit¨ªan ser optimistas. Tampoco la experiencia m¨¢s reciente, la celebraci¨®n de esa misma cumbre en Canad¨¢, liquidada de mala manera por la intransigencia y salidas de tono del presidente estadounidense. Pero Donald Trump ha estado sorprendentemente tranquilo, no ha insultado a nadie ni ha bloqueado ninguna discusi¨®n. Quiz¨¢s hayan influido las habilidades de Macron, quien ha logrado evitar la escenificaci¨®n de los desacuerdos, como ocurri¨® en Canad¨¢.
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Apenas un d¨ªa despu¨¦s de esos ataques a China anunciando la elevaci¨®n de aranceles y la petici¨®n a las empresas americanas de que abandonasen el pa¨ªs asi¨¢tico, Trump se mostr¨® conciliador. Ha transmitido una cierta esperanza para llegar a un acuerdo, al parecer tras un nuevo contacto de los negociadores chinos con los americanos. Flexible tambi¨¦n en abordar el contencioso con Ir¨¢n, a pesar de la reuni¨®n por sorpresa del ministro de Asuntos Exteriores de ese pa¨ªs con Macron, el domingo por la tarde. Tampoco la negativa de la mayor¨ªa de los l¨ªderes a permitir la reincorporaci¨®n de Rusia al grupo ha provocado malhumores en el presidente estadounidense.
El acuerdo con m¨¢s trascendencia social, el apoyo financiero a los pa¨ªses afectados por los incendios en la Amazonia para su reforestaci¨®n, ha contado igualmente con el apoyo de Trump, aunque desapareciera de los debates. La renuncia a los Acuerdos de Par¨ªs, que suscribi¨® Obama, no impedir¨¢ su participaci¨®n en ese paquete (menor) de 18 millones de euros y en el respaldo a un plan de largo plazo para esa zona, el pulm¨®n del planeta.
No es mala noticia que el clima de cooperaci¨®n internacional no se haya enrarecido m¨¢s de lo que estaba. Desde luego para despejar las amenazas que pesan sobre el crecimiento de la econom¨ªa mundial. Ayer mismo, la OCDE daba cuenta de la desaceleraci¨®n de todas las econom¨ªas representadas en Biarritz en el segundo trimestre del a?o, incluida la estadounidense. Son evidentes los efectos adversos generados por el aumento de la incertidumbre creada por las tensiones comerciales. Las decisiones de inversi¨®n de las empresas multinacionales, incluidas las estadounidenses, se inhiben ante un panorama que se endurece a base de tuits, en los que se llegan a plantear amenazas a aquellas que no lleven sus producciones a Estados Unidos.
Trump ha permitido que el G7 sobreviva hasta la pr¨®xima cumbre, de la que ¨¦l mismo ser¨¢ anfitri¨®n, en plena campa?a por su reelecci¨®n. Quiz¨¢s tambi¨¦n esto ha podido influir en esa suavizaci¨®n excepcional en Biarritz que, sin embargo, no garantiza la completa normalizaci¨®n de la guerra comercial y tecnol¨®gica abierta.
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