Una Uni¨®n Latinoamericana
El mundo se construye con bloques comerciales, un esquema parecido a la Uni¨®n Europea para Am¨¦rica Latina resulta atractivo
Si el mundo se est¨¢ construyendo con arreglo a bloques comerciales como el integrado por la Uni¨®n Europea o el de los Tigres del Pac¨ªfico, en Asia, ser¨ªa conveniente estructurar una uni¨®n latinoamericana sin perder de vista que la uni¨®n hace la fuerza. Si el TLC es un acuerdo comercial trilateral para ampliar el mercado de bienes y servicios entre los pa¨ªses participantes, un tratado orientado a eliminar o a rebajar sustancialmente los aranceles vigentes entre los signatarios, resulta muy atractivo estudiar la posibilidad de extender los alcances de dichos instrumentos jur¨ªdicos a toda Am¨¦rica latina. Ya existe de la Comunidad Andina, el Mercosur y la Uni¨®n de Naciones Suramericanas, creados para fomentar el intercambio comercial que incluye clausulados de pol¨ªtica fiscal y presupuestaria, as¨ª como el movimiento de personas y organismos pol¨ªticos comunes, sin embargo, en el Hemisferio Sur se debe formar, con sus debidas excepciones, un esquema parecido a la Uni¨®n Europea para beneficiarnos de sus ventajas y rechazar los inconvenientes de diversa naturaleza, detectados con la experiencia de los a?os.
Resulta atractiva la creaci¨®n de una estructura supra nacional integrada solo por gobiernos democr¨¢ticos, una purga pol¨ªtica inevitable en nuestro continente. Debemos luchar conjuntamente por la estabilidad de precios, el control de la inflaci¨®n o de la deflaci¨®n, buscar incentivos, estrategias y alianzas econ¨®micas para crear riqueza y distribuir el ingreso, estimular el crecimiento econ¨®mico, sin perder de vista una planificaci¨®n social, combatir la creciente pobreza, financiar la investigaci¨®n y el desarrollo tecnol¨®gico, mejorar las condiciones sanitarias, ampliar el acceso a la educaci¨®n y a la vivienda e incrementar la productividad agr¨ªcola mediante una reforma agraria.
?M¨¢s? ?S¨ª, claro! La idea consiste en llegar a consolidar con el paso del tiempo, un ¡°mercado com¨²n¡± que permita la libre circulaci¨®n de personas, mercanc¨ªas y de capitales, en el contexto del respeto a los derechos humanos, de modo que nadie pueda ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado, ni ser objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, familiar, domiciliaria o la correspondencia: ni de ataques a su honra o reputaci¨®n; en caso de persecuci¨®n, toda persona tiene derecho a buscar asilo y contar con el derecho a la protecci¨®n contra el desempleo. La Uni¨®n Latinoamericana (UNILAT) ser¨ªa una entidad internacional con capacidad aut¨®noma de gesti¨®n financiera administrada por un banco central latinoamericano (BCL) nutrido con fondos de los pa¨ªses integrantes sometidos a las reglas de una moneda ¨²nica, que implicar¨ªa controles en materia de endeudamiento y de emisi¨®n de dinero primario.
Se trata de un sue?o de asociaci¨®n estrat¨¦gica orientado a impedir que los recursos extra¨ªdos de Am¨¦rica Latina se utilicen para financiar el desarrollo de Miami, a t¨ªtulo de ejemplo, o de otras ciudades o pa¨ªses del mundo, en lugar de beneficiar un mercado de 500 millones de personas que deber¨ªan ser los beneficiarios rec¨ªprocos y directos.
?Claro que debemos contar con un Tribunal de apelaciones y con un congreso latinoamericano, con un Colegio de Comisarios que aplique el Derecho de la Uni¨®n, supervise su cumplimiento y ejecute sus pol¨ªticas, adem¨¢s de un Tribunal de Cuentas que controle el buen funcionamiento y la adecuada administraci¨®n de las finanzas y de los fondos comunitarios!
Entiendo la imposibilidad de ejecutar un proyecto de esta naturaleza, as¨ª como el rechazo que puede producir en autoridades y en alguna parte de la sociedad latinoamericana, resistencia que se vivi¨® en Europa cuando desapareci¨® la peseta, el franco, el marco y la lira, entre otras monedas m¨¢s, para ceder el paso el euro, as¨ª como cuando surgi¨® un tribunal con facultades supranacionales y un parlamento europeo. So?ar en ocasiones estimula la imaginaci¨®n y la imaginaci¨®n puede ayudar a materializar proyectos que antes se contemplaban de muy compleja realizaci¨®n. Si la uni¨®n hace la fuerza, sostengo que entre la inmensa mayor¨ªa de los pa¨ªses latinoamericanos podr¨ªamos integrar un poderosos bloque que nos retroalimente a todos con enormes ventajas rec¨ªprocas. Vayamos paso a paso, pero comencemos, es la hora de comenzar.
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