Las miserias del comunismo

El comunismo siempre se impuso por la fuerza de las armas, jam¨¢s en una elecci¨®n libre y democr¨¢tica: nunca nadie vot¨® por la supresi¨®n de la libertad de prensa ni por el encarcelamiento, la tortura o el fusilamiento de personas llamadas presos pol¨ªticos ni por la eternizaci¨®n de un tirano en el cargo, un usurpador, que dirigiera al pa¨ªs a su antojo de acuerdo a sus estados de ¨¢nimo sin limitaci¨®n legal o social alguna ni por un sistema que prohibiera las elecciones pol¨ªticas o las manipulara il¨ªcitamente traicionando la voluntad popular.

No, nunca nadie vot¨® por la desaparici¨®n de ¡°quien pensara peligroso¡­¡± ni por quien violara los m¨¢s elementales derechos humanos, impartiera justicia selectiva, derogara el Estado de derecho ni por quien pretendiera ejercer el control de la informaci¨®n ni por la existencia de esp¨ªas infiltrados en diversas capas de la sociedad, delatores profesionales que obtienen recompensas por detectar a los ¡°enemigos de la revoluci¨®n¡±. No, nunca nadie eligi¨® a un dictador que fuera al mismo tiempo el Poder Judicial, el Poder Ejecutivo el Poder Legislativo, la prensa ¡°libre¡± y la polic¨ªa secreta.

En el comunismo no se conoce la autonom¨ªa universitaria ni la libertad de expresi¨®n oral ni escrita ni se da la libertad de pensamiento ni de c¨¢tedra ni de libre tr¨¢nsito ni de empleo ni de asociaci¨®n ni se respetan las m¨¢s elementales garant¨ªas individuales. No existe la propiedad privada, cualquiera puede ser privado de la libertad y de sus bienes sin mediar un mandamiento escrito emitido por autoridad competente. Cuidado con los sujetos siniestros que apoyan estas formas de convivencia apoyadas en el terror.

El comunismo es un sistema de gobierno totalitario, hoy convertido en un c¨¢ncer social que ha exterminado a millones de personas en el mundo. ?Qu¨¦ tal los millones de muertos a ra¨ªz de los procesos de colectivizaci¨®n de la tierra en los a?os ag¨®nicos del Stalinismo o las decenas de millones de ejecutados durante la revoluci¨®n Cultural china, o los fusilamientos masivos en las c¨¢rceles castristas o los balseros que prefer¨ªan huir en balsas improvisadas con el peligro de perecer ahogados o devorados por los tiburones caribe?os antes de seguir soportando el ¡°para¨ªso¡± cubano, entre otras tantas cat¨¢strofes?

?Cuidado con los objetivos perseguidos por el Foro de S?o Paulo fundado hace casi 30 a?os para impulsar al Partido Comunista de Cuba y que en nuestros d¨ªas aglutina a diversos pa¨ªses del hemisferio sur, adem¨¢s de pol¨ªticos, intelectuales, artistas y diversas organizaciones sociales para convencerlos de las ventajas de un suicidio comunista colectivo, muy aplaudido, por cierto, por los banqueros y desarrolladores inmobiliarios yanquis, en el entendido que a m¨¢s tiranos en Am¨¦rica Latina m¨¢s d¨®lares reciben en sus arcas y tesorer¨ªas para lucrar con el p¨¢nico financiero de los propietarios de los recursos y cooperar as¨ª al desarrollo de los Estados Unidos, los aut¨¦nticos beneficiarios de la expansi¨®n comunista!

No nos confundamos: el principal objetivo de las izquierdas comunistas en Am¨¦rica Latina es el control absoluto del poder. Entra?an, como alguien lo dijo mejor que yo, una ¡°Bandidocracia.¡± Basta con conocer la fortuna de Fidel Castro, consignada en la revista Forbes, uno de los hombres m¨¢s ricos del mundo, o la inmensa riqueza de las hijas de Hugo Ch¨¢vez o la del propio Maduro.

?Am¨¦rica Latina debe someterse a una terrible purga pol¨ªtica y social como la administrada a Venezuela para no volver a caer en la tentaci¨®n comunista? ?Somos incapaces de aprender de la experiencia ajena? A los comunistas se les debe destruir ideol¨®gicamente, acabarlos con arreglo a las ideas inoculadas en la sociedad para demostrar los beneficios de la libertad y de la democracia, el gran vivero en donde se desarrolla lo mejor del g¨¦nero humano. S¨ª, pero como lograrlo en pa¨ªses con ¨ªndices paup¨¦rrimos de lectores y altos niveles de desesperaci¨®n social, en donde se cree a pies juntillas en las ¡°ventajas del populismo¡±?

Lamentablemente L¨®pez Obrador va adoptando d¨ªa con d¨ªa, todav¨ªa con alguna discreci¨®n, los principios del Foro de S?o Paulo, ante una sociedad mexicana pasmada e inm¨®vil, en tanto el inquilino de la Casa Blanca empieza fruncir el ce?o y recuerda aquello de ?Ah, mecsicanous¡­! ?Una dictadura comunista en M¨¦xico¡­? Let?s see¡­