La temperatura del escroto de los carteros es mayor en el lado izquierdo y otros premios de la ciencia gamberra
Los Ig Nobel reconocen en su gala anual los estudios cient¨ªficos m¨¢s hilarantes
La temperatura del escroto no era una de las grandes preguntas de la ciencia, pero s¨ª era algo que intrigaba a dos investigadores de la Universidad de Toulouse. Hasta que se pusieron a estudiarlo, la humanidad se manten¨ªa en vilo: seg¨²n el sistema de medici¨®n que se usara, ambos lados del escroto permanec¨ªan a la misma temperatura o el izquierdo siempre estaba m¨¢s caliente. Para resolver el misterio, Roger Mieusset y Bourras Bengoudifa dise?aron tres experimentos en el que midieron la temperatura escrotal de once 11 y otros tantos conductores de autob¨²s que permanec¨ªan de pie y sentados, respectivamente, durante hora y media. El resultado de la prueba fue que los hombres vestidos tienen mayor temperatura en el lado izquierdo del escroto. Esta sorprendente asimetr¨ªa ha merecido el Ig Nobel de anatom¨ªa de este a?o, los galardones que ¡°primero hacen re¨ªr y luego hacen pensar¡±.
Como cada a?o, y van 29 ya, en el Teatro Sanders de la Universidad de Harvard se festeja el esp¨ªritu m¨¢s gamberro de la ciencia: los premios Ig Nobel, la parodia de los galardones de la Academia Sueca. Esta ceremonia reconoce los estudios cient¨ªficos m¨¢s descacharrantes del a?o, ya sea por sus conclusiones como por su planteamiento. A veces, los investigadores son conscientes de lo risible de su trabajo, pero en otras el trabajo de toda una vida se convierte en una inc¨®moda comedia involuntaria. Como dice al final del evento su impulsor, Marc Abrahams: "Si no ganaste un Premio Ig Nobel esta noche, y especialmente si lo hiciste, mejor suerte el a?o que viene". A pesar de los ¨¦xitos de los ¨²ltimos a?os, en esta edici¨®n no hubo ning¨²n ganador espa?ol.
En tres experimentos midieron la temperatura escrotal de once carteros y otros tantos conductores de autob¨²s durante hora y media
Junto al de los calores escrotales, otros premios provocaron las carcajadas del p¨²blico durante la ceremonia. Por ejemplo, la m¨¢quina iran¨ª para cambiar pa?ales a los beb¨¦s, patentada el a?o pasado, que mereci¨® el premio en la categor¨ªa de Ingenier¨ªa. El aspecto del invento, a medio camino entre una lavadora y una m¨¢quina medieval de tortura, no promete grandes ¨¦xitos comerciales, ya que el aparato requiere que al beb¨¦ se le meta dentro del cub¨ªculo y se le amarren las piernitas en el interior.
El Ig Nobel de la Paz lo mereci¨® una investigaci¨®n internacional que pretend¨ªa entender por qu¨¦ y d¨®nde produce mayor placer rascarse un picor. Para ello, sometieron a la picaz¨®n producida por una planta irritante a 18 sujetos en el antebrazo, el tobillo y la espalda. Los investigadores descubrieron que la intensidad del picor var¨ªa seg¨²n la zona del cuerpo, as¨ª como el placer percibido al rascarse, que tiende a ser proporcional al picor inicial. Este galard¨®n recuerda al que recibi¨® hace cuatro a?os un entom¨®logo que se pic¨® cientos de veces con abejas por todo el cuerpo, incluido el pene, para descubrir cu¨¢l era el punto m¨¢s doloroso del cuerpo en el que recibir una picadura.
En medicina, el galard¨®n fue para un grupo de cient¨ªficos italianos que dedicaron varios a?os y estudios a analizar la influencia del consumo de pizza en distintos tipos de c¨¢ncer. Otro premio sanitario, el de educaci¨®n M¨¦dica, se le concedi¨® a Karen Pryor, la inventora de un sistema de entrenamiento de perros, por proponer su uso para entrenar a los cirujanos ortop¨¦dicos. Los japoneses que midieron la cantidad de saliva que produce diariamente un quincea?ero se llevaron el premio en la categor¨ªa de qu¨ªmica. Seg¨²n calcularon, a los 15 a?os se producen unos 500 mililitros diarios de babas, la mitad durante las comidas, y pr¨¢cticamente nada durante el sue?o.
El Ig Nobel de la Paz lo mereci¨® una investigaci¨®n internacional que pretend¨ªa entender por qu¨¦ y d¨®nde se produce mayor placer al rascarse un picor
Andreas y Timothy Voss, padre e hijo, recibieron el Ig Nobel de econom¨ªa por descubrir, tras analizar siete tipos distintos de billetes de uso corriente, que los de leu rumano son los billetes que m¨¢s bacterias contienen y difunden.
El galard¨®n en psicolog¨ªa fue para el alem¨¢n Fritz Strack ¡°por descubrir que sostener un bol¨ªgrafo en la boca te hace sonre¨ªr, lo que te hace m¨¢s feliz, y luego descubrir que no es as¨ª¡±. Un reconocimiento que enmarca a la perfecci¨®n el gran problema de ese campo: la crisis de replicabilidad de los estudios. Muchos de los hallazgos de la disciplina luego resultan ser un bluf cuando nadie logra reproducir esos descubrimientos. Strack public¨® en 1988 un art¨ªculo en el que explicaba c¨®mo forzar una sonrisa artificialmente, sosteniendo un boli con la boca, mejoraba el humor de la gente. En resumen, que el gesto y el sentimiento est¨¢n tan ligados que se inducen el uno al otro en ambas direcciones. En 2017, el propio Strack escrib¨ªa un art¨ªculo asumiendo que esta hip¨®tesis del feedback facial no funciona.
El premio en la categor¨ªa de biolog¨ªa se lo llev¨® un equipo internacional de cient¨ªficos que descubri¨® que las cucarachas muertas magnetizadas se comportan de forma distinta a las cucarachas vivas magnetizadas. Este hallazgo, que publicaron el a?o pasado en la importante revista Scientific Reports, es un hallazgo muy interesante en su campo, porque mediante el sistema que desarrollan en su art¨ªculo se puede estudiar la funci¨®n magn¨¦tica de los tejidos de muchos animales, de la que se desconocen muchos aspectos.
En f¨ªsica, los ganadores fueron los cient¨ªficos que estudiaron el motivo por el que los wombats defecan heces c¨²bicas. Muchos descubrir¨¢n, gracias a este premio, que los wombats deponen excrementos en forma de cubos y habr¨¢ incluso quienes descubran que existe un animal australiano llamado wombat. Usando ejemplares eutanasizados tras caer atropellados, los cient¨ªficos descubrieron que al final del intestino las heces del wombat pasan de un estado l¨ªquido a uno s¨®lido en forma de cubo de dos cent¨ªmetros gracias a la elasticidad y flexibilidad de las paredes del intestino, que prensan el excremento con esta peculiar forma.
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