Una semana para encontrar lo que une, y no lo que separa, a espa?olas y palestinas

¡°Nos enfrentamos al reto de que a las mujeres se nos reconozca como sujetos pol¨ªticos con capacidad de hacer aportaciones propias¡±, llama la atenci¨®n la investigadora del Programa de Conflictos de la Escuela de Cultura de Paz de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, Mar¨ªa Villellas, en Jerusal¨¦n. Ha viajado hasta Tierra Santa para dialogar con Yara Hawari, analista del centro de reflexi¨®n Al Shabakay, experta en el estudio del patriarcado en Palestina. Ambas abordan los cambios sociales en femenino y, en particular, la investigadora catalana analiza c¨®mo las mujeres han contribuido a la construcci¨®n de la paz en sociedades afectadas por conflictos armados.

A lo largo de una semana, en Jerusal¨¦n Este ¡ªla parte de la ciudad ocupada por Israel en 1967¡ª, y Ramala, capital administrativa de la Autoridad Palestina en Cisjordania, artistas e intelectuales espa?olas y palestinas han conversando sobre las dificultades que como creadoras afrontan d¨ªa a d¨ªa, para reivindicar que la igualdad de g¨¦nero va m¨¢s all¨¢ de la inclusi¨®n de las mujeres en la esfera p¨²blica. Con el objetivo de fomentar una estrategia cultural que tenga presente los valores de igualdad y justicia, esta iniciativa del Consulado General de Espa?a en Jerusal¨¦n (embajada de hecho para Palestina) deja de lado el conflicto palestino-israel¨ª, que acapara la atenci¨®n p¨²blica, para poner el foco de atenci¨®n en un problema que subyace en muchos pa¨ªses de cultura mediterr¨¢nea.

¡°La idea final es intentar tejer redes de solidaridad entre mujeres espa?olas y palestinas¡­ Y encontrar las cosas que nos unen, no las que nos dividen¡±, precisa Sof¨ªa Ruiz del ?rbol, c¨®nsul adjunta de Espa?a en Jerusal¨¦n. Este es el caso, se?ala, de la joven palestina Israa Ghrayeb, cuya muerte en un presunto crimen de honor a manos de su propia familia ha movilizado a la sociedad palestina. ¡°Lo que ha sucedido tras la muerte de esta chica no es tan ajeno a lo que pasa en Espa?a d¨ªa a d¨ªa, donde muchas mujeres son asesinadas por sus parejas. ¡°La violencia de g¨¦nero, lamentablemente, es com¨²n en todas las sociedades¡±, destaca Ruiz del ?rbol.

M¨¢s informaci¨®n

¡°?Todas somos Israa!¡±: la sospechosa muerte de una joven que despert¨® el feminismo palestino

La doble ocupaci¨®n de las mujeres palestinas

El programa de Di¨¢logos en Femenino Plural pretende resaltar el papel de la mujer en la creaci¨®n cultural y concienciar de la desigualdad existente. Cuatro espa?olas dialogan con cuatro palestinas que trabajan en la misma ¨¢rea de actividad cultural para proponer alternativas que promuevan la igualdad de g¨¦nero. Entre ellas figura la cantante mallorquina Carmen Jaime, que ofrecer¨¢ dos conciertos junto con la int¨¦rprete palestina Miral Ayyad; o Laura Mart¨ªnez del Pozo, creadora de la firma de moda Casa Peseta, que compartir¨¢ debate con las creadoras de Babyfist, una marca de ropa hecha en Palestina alrededor de la cual se ha creado una comunidad interesada en dialogar acerca de la opresi¨®n de g¨¦nero y la complejidad de la identidad ¨¢rabe m¨¢s all¨¢ de los estereotipos.

La empresaria Mart¨ªnez del Pozo apunta que ¡°en el ¨¢mbito econ¨®mico debe haber m¨¢s mujeres, porque es necesario que haya una visi¨®n m¨¢s femenina en los negocios¡±. ¡°?C¨®mo puede ser que el dictado de la moda lo lleven hombres, que sean en su mayor¨ªa ellos los que vistan a las mujeres, que buscan la belleza en un sentido m¨¢s amplio?¡±, se interroga.

Tambi¨¦n Yolanda Casta?o, poeta y cr¨ªtica literaria, enuncia en su recital los juicios sobre la imagen femenina, la indulgencia o el paternalismo, entre otros obst¨¢culos que normalmente sufren las escritoras. ¡°Siguen existiendo grandes estereotipos sobre la imagen y el cuerpo de la mujer escritora, obviamente enraizados en el machismo¡­ En ocasiones parece que debi¨¦ramos velar nuestro aspecto para que no distraiga de lo verdaderamente importante, que es nuestro trabajo¡±, reflexiona.

Las intervenciones de Di¨¢logos en Femenino Plural se desarrollan en espacios que sirven de escaparate de la cultura y patrimonio arquitect¨®nico palestino. Es el caso de la Fundaci¨®n Al-Qattan de Ramala, el primer edificio con c¨®digo de sostenibilidad palestino, dise?ado por un equipo de arquitectos espa?oles, y el Hotel Imperial, en el recinto hist¨®rico amurallado de Jerusal¨¦n, gestionado desde 1949 por una familia palestina que libra una batalla legal para evitar que acabe en manos de un grupo radical de colonos israel¨ªes.