La campa?a del hartazgo
Los votantes atender¨¢n y escoger¨¢n. Pero quedar¨¢ un sustrato com¨²n de desconfianza: la vaga idea de que ninguna de esas ideas es tan importante como la pura maximizaci¨®n del poder
Pong¨¢monos por un momento en la piel del votante medio. Uno que tiene opiniones propias, inter¨¦s en la pol¨ªtica y en el futuro de su pa¨ªs, claro, pero tambi¨¦n otras cosas mejores que hacer en la vida (naturalmente) que mantenerse todo el d¨ªa pegado a Twitter o a la televisi¨®n consumiendo discursos y an¨¢lisis. Al votante se le dijo que las elecciones de abril consist¨ªan en vencer a un adversario: el ¡°hay que parar a la derecha¡± desde un lado del espectro ideol¨®gico y ¡°hay que salvar a Espa?a de separatismos y radicalismos¡± del otro. Los electores aceptaron estos marcos y escogieron en consecuencia, con una participaci¨®n notable. Los resultados permit¨ªan cumplir de una manera u otra con ambos objetivos. Para ¡°frenar a la derecha¡± exist¨ªa un pacto posible entre PSOE, UP y las formaciones nacionalistas. Y si en cambio de lo que se trataba era de rescatar al pa¨ªs de los extremos, PSOE y Cs ten¨ªan en su mano una mayor¨ªa viable en torno al centro.
Pero, ante la sorpresa de la mayor¨ªa, ninguno de los dos ha sucedido. El votante se preguntar¨¢, con raz¨®n: ?pero no iban de esto los comicios? ?Por qu¨¦, si era posible, no ha sucedido? Analistas, expertos, l¨ªderes, adl¨¢teres y troles nos podemos enredar en mil discusiones estrat¨¦gicas. Todas ellas necesarias, muchas de ellas productivas. Pero ninguna borrar¨¢ la impresi¨®n, si no mayoritaria s¨ª extendida en el conjunto de la sociedad, de que aquello que nos dijeron que era importante, fundamental, urgente¡ quiz¨¢s no lo era tanto.
?Tanto como qu¨¦? Y es aqu¨ª donde se abre el espacio oscuro. Que ya es m¨¢s dif¨ªcil de llenar con objetivos program¨¢ticos, de proyecto de pa¨ªs. Las candidaturas a las casi seguras elecciones del 10 de noviembre lo intentar¨¢n. Tendremos varios relatos en pugna, sin duda. Los votantes atender¨¢n y escoger¨¢n. Pero quedar¨¢ un sustrato com¨²n de desconfianza: la vaga idea de que ninguna de esas ideas es tan importante como la pura maximizaci¨®n del poder. Ese sustrato har¨¢ subir la abstenci¨®n. Y sabr¨¢ esperar a que alguien conecte con ¨¦l: es la materia de la que viven los movimientos que niegan la democracia pluralista, que se montan en el populismo para alcanzar el autoritarismo. A cada fallo de cumplir con las expectativas creadas por los propios l¨ªderes aumenta la probabilidad de que la siguiente campa?a vaya exclusivamente de eso, del hartazgo. Y de que alguien sea capaz de capitalizarlo.@jorgegalindo
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