A m¨¢s oferta, m¨¢s ludopat¨ªa

La Asociaci¨®n de Clubs de Baloncesto (ABC) y la marca 888Sport han llegado a un acuerdo por el que la empresa de apuestas ser¨¢ a partir de ahora el patrocinador oficial de las competiciones. Lo curioso del acuerdo es que el objetivo declarado no es promocionar las apuestas deportivas, sino ¡°concienciar a los aficionados sobre el juego responsable¡±. Est¨¢ bien promover el juego responsable, siempre que no sea un mero eslogan publicitario, porque sabemos que una parte de los jugadores desarrollar¨¢ una ludopat¨ªa. La del juego es una actividad muy at¨ªpica porque basa sus beneficios en lo que pierden los que participan en ella, y quienes m¨¢s pierden son aquellos para quienes el juego se ha convertido en una adicci¨®n que no controlan. Cuanto m¨¢s se juega, mayor es el riesgo, y el juego patol¨®gico dif¨ªcilmente ser¨¢ responsable por la sencilla raz¨®n de que, una vez instaurada la adicci¨®n, desaparece la libertad.

El juego mueve en Espa?a m¨¢s de 44.000 millones de euros anuales. Una parte de ese dinero vuelve a los jugadores en forma de premios, pero una parte sustancial, 9.000 millones, engrosa los beneficios de las empresas de juegos y el propio Estado, que ingresa m¨¢s de 3.000 millones anuales por sus loter¨ªas. No est¨¢ mal para un sector que no produce nada, salvo la ilusi¨®n de un golpe de suerte. En eso se basa la publicidad, a veces muy agresiva y enga?osa, que promueve el juego sin ninguna limitaci¨®n, pues hace a?os que se espera un decreto de regulaci¨®n de la publicidad que nunca llega.

Hay actividades con un fuerte componente emocional en las que la oferta crea demanda. Y la oferta de juego crece ahora de forma alarmante. Crece el juego presencial, a trav¨¦s de casinos de barrio, y crecen las apuestasonline,que en 2018 movieron 17.000 millones, la mitad a trav¨¦s de apuestas deportivas. No es casualidad que las casas de apuestas proliferen sobre todo en los barrios m¨¢s desfavorecidos. En el madrile?o de Carabanchel hay 73; en Puente de Vallecas, 63, y en Tetu¨¢n, 61. En algunos de estos locales dan comida barata para atraer potenciales jugadores. Solo hay que hacer una b¨²squeda en Internet para encontrar anuncios dirigidos a los j¨®venes de casas de juego que regalan hasta 350 euros para que empiecen a apostar. Es dif¨ªcil pensar que un regalo como este obedezca al deseo de promover un juego responsable.