El retrato de la vida m¨¢s ¨ªntima de los McCartney, a trav¨¦s de las ¡®polaroids¡¯ de Linda
Tras su muerte, la fot¨®grafa dej¨® una buena cantidad de im¨¢genes de sus amigos y familia que ahora la editorial Taschen recopila en un libro de gran formato
El placer de mirar por la mirilla en las vidas ajenas. Ese fue el ¨²ltimo regalo que dej¨® Linda McCartney (nacida Eastman en 1941 y fallecida en abril de 1998 a causa de un c¨¢ncer de mama), cantante, activista y, sobre todo, fot¨®grafa, al mundo entero. Una de las familias m¨¢s famosas retratada en todo su esplendor, es decir, en su completa cotidianidad: lav¨¢ndose los dientes, jugueteando con la espuma de la ba?era o disfrazados con gorros de cart¨®n. Un regalo de Linda que ahora los McCartney han querido hacer p¨²blico gracias a un libro de gran formato de la editorial Taschen que recoge docenas de esas fotograf¨ªas, que no son retratos al uso, sino tomadas de forma casera con una c¨¢mara Polaroid.?
"Estabas dando vueltas por ah¨ª y ella de repente te hac¨ªa una foto. Y era como: '?Qu¨¦ ha sido eso?", rememora su hija Mary, hoy tambi¨¦n fot¨®grafa, en el volumen. "Siempre andaba buscando momentos a diario que le interesaran. M¨¢s que escenarios milimetrados, quer¨ªa momentos reales". Buena parte de esas fotograf¨ªas que ilustran las 232 p¨¢ginas de?The Polaroid Diaries, como se titula el libro, fueron tomadas en High Park Farm, la casa al oeste de Escocia de Linda y Paul McCartney, donde les gustaba pasar tiempo con sus hijos e invitar a amigos, tambi¨¦n retratados en estas p¨¢ginas.?
Ekow Eshun,?director art¨ªstico del Institut of Contemporary Arts de Londres, recuerda a Linda McCartney en el libro de Taschen. En un largo y delicado texto, Eshun rememora las veladas en el hogar de la familia, con la cocina revuelta, Mary a hombros de su padre, las sartenes vac¨ªas en el fuego, los restos de la cena, todos juntos y cada uno a lo suyo. "Al menos Linda est¨¢ para lo que tiene que estar. Que es dejar el momento en suspenso antes de salir a buscar c¨®mo darle forma a la escena. Y despu¨¦s hacer una foto, natural como un parpadeo, que revela a sus retratados como m¨¢s naturales, m¨¢s vivos".
Como explica Eshun ¡ªque recoge testimonios de familiares y amigos de Linda en su introducci¨®n¡ª, la fuerza de las im¨¢genes, y tambi¨¦n del libro en su conjunto, reside en que "hay una veracidad emocional que pasa a convertir cada fotograf¨ªa de un documento puramente personal a un indescriptible viaje de padres e hijos como familia". El brit¨¢nico compara la obra de Linda McCartney ¡ªestadounidense y formada en Historia del Arte en la Universidad de Tucson, en su Arizona natal¡ª con la de "Cindy Sherman, Hannah Wike, Martha Rosler,?una ola de mujeres artistas y feministas de los a?os setenta que vieron lo dom¨¦stico como la zona cero de la opresi¨®n femenina"
Dom¨¦stico, s¨ª, pero no por ello limitador. McCartney supo crear arte de lo cotidiano y "atrapar un periodo de calidez y placer sin preocupaciones". Los t¨ªtulos de sus obras lo dejan claro: Ringo fumando y jugando al backgammon; Un corderito en el jard¨ªn; Paul y Mary con Stella fuera de la granja; Linda llevando cristales con forma de ¨¢rbol de Navidad; o Paul con un mono tocando la guitarra, entre otros.
Linda y Paul McCartney se conocieron en un club londinense en 1967, cuando ella, que estaba asentada en Nueva York, vol¨® hasta la capital brit¨¢nica para retratar a los Beatles por el lanzamiento de Sgt. Pepper. Se volvieron a encontrar un a?o despu¨¦s y a partir de ah¨ª surgi¨® una historia de amor que acab¨® en un largo matrimonio que dur¨® casi tres d¨¦cadas, desde 1969 hasta la muerte de ella, en 1998. Ella ya ten¨ªa una hija, Heather, de una uni¨®n anterior, y juntos tuvieron otros tres, Mary, Stella y James.
Paul McCartney tambi¨¦n habla en el libro acerca de las fotograf¨ªas de Linda. De hecho, ¨¦l y sus hijos lo presentaron la noche del pasado mi¨¦rcoles, rodeados de amigos como Ringo Starr. "Simplemente ve¨ªa cosas", cuenta el artista brit¨¢nico en la publicaci¨®n. "Muchas de sus fotos son un simple clic. Tienes que reconocer cuando una gran foto est¨¢ ocurriendo delante de ti y tienes que atraparla en el momento exacto. Si llegas dos segundos antes o dos segundos despu¨¦s, puede que sea una foto diferente. Y ella hac¨ªa eso tan a menudo que siempre lograba impresionarme. Y luego soltaba la c¨¢mara, como si no quisiera intervenir m¨¢s. Sab¨ªa que ten¨ªa lo que quer¨ªa". Linda sol¨ªa trabajar con una Polaroid XS-70, modelo de 1972, la misma que usaban otros artistas como Andy Warhol, David Hockney o Robert Mapplethorpe.
La fot¨®grafa public¨® en revistas como Rolling Stone o Town&Country y retrat¨® a muchos de los ¨ªdolos del momento, tambi¨¦n ¨ªdolos propios, como los Beatles, los Rolling Stones, Jimi Hendrix o Janis Joplin. Uno de sus ¨²ltimos trabajos fue con?la cantante y guitarrista Chrissie Hinde, del grupo The Pretenders, que pos¨® para McCartney para la portada de su disco??Viva el amor!?Pero la fot¨®grafa muri¨® antes de entregarle el resultado del trabajo.?"Entonces lleg¨® un paquete. Era la hoja de contactos. El ¨²ltimo retrato de Linda", cuenta Hinde?en el libro.?"No me importaba que me fotografiara, algo que normalmente encontraba bastante inc¨®modo, pero ella era una persona con la que era muy c¨®modo estar. Era algo muy suyo [hacer sentir a la gente c¨®moda]. Ella estaba relajada, tranquila, alrededor de todo el mundo. Creo que sus fotograf¨ªas lo reflejaban", explica Hinde.
Las polaroids eran algo cotidiano. Algo de los McCartney. Algo de Linda. "Lo que me encanta ahora es que, como no pusimos necesariamente las fotos en ¨¢lbumes o marcos, todav¨ªa seguimos encontr¨¢ndonoslas", desvela Mary. "Abrimos un libro o un archivador y ah¨ª est¨¢n. Creo que el hecho de que solo haya una es lo que las hace tan especiales". De hecho, uno de los miedos de la familia era que los colores de las im¨¢genes se difuminaran o borraran. "Todos lo dec¨ªan: 'No durar¨¢n, los qu¨ªmicos no aguantaran'. Era un poco decepcionante". y ah¨ª siguen, los McCartney y sus fotos. Y, gracias a Linda, sin borrarse para que el mundo siga mirando.?
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