Aire limpio
Si no se ofrece una alternativa de transporte eficiente, los ciudadanos cambiar¨¢n de coche, pero no cambiar¨¢ el modelo de movilidad
Barcelona se ha sumado con decisi¨®n a la ofensiva que muchas ciudades europeas han emprendido para reducir la contaminaci¨®n. A partir del 1 de enero, los veh¨ªculos que no tengan etiqueta ambiental no podr¨¢n circular en horario laboral por el interior de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), cuyo per¨ªmetro coincide con las rondas y abarca 95 kil¨®metros cuadrados, es decir, casi toda la ciudad. El plan llega con retraso respecto de las demandas ciudadanas, pero es el m¨¢s ambicioso aprobado hasta ahora en Espa?a. Abarca un ¨¢rea veinte veces mayor que Madrid Central y se espera que en cuatro a?os saque de la circulaci¨®n 125.000 veh¨ªculos altamente contaminantes.
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Pese a las divisiones que fracturan la pol¨ªtica catalana, este plan llega con el consenso y los apoyos pol¨ªticos necesarios para que no pueda tener marcha atr¨¢s y la Generalitat se ha comprometido adem¨¢s a extender el modelo a otras ciudades de Catalu?a. Aunque se prev¨¦ un a?o de moratoria para los veh¨ªculos de uso profesional, el sistema de sanciones previsto ¡ªentre 200 y 1.800 euros de multa¡ª indica una voluntad de aplicarlo con rigor.
Las restricciones previstas son absolutamente necesarias para reducir las emisiones y proteger la salud. A diferencia de Madrid, que sufre episodios de contaminaci¨®n intensos pero espor¨¢dicos, Barcelona supera de forma sistem¨¢tica los niveles m¨¢ximos permitidos de di¨®xido de nitr¨®geno y part¨ªculas, lo que provoca la exposici¨®n cr¨®nica a una atm¨®sfera nociva e insalubre. Un estudio de la Agencia de Salud P¨²blica estima que desde 2010 se han producido en Barcelona 3.749 muertes prematuras a causa de las part¨ªculas que salen de los tubos de escape.
La implantaci¨®n de esta amplia zona de bajas emisiones debe ir acompa?ada, sin embargo, de inversiones y medidas no menos ambiciosas destinadas a reforzar el transporte p¨²blico, que presenta notables carencias, especialmente en la conectividad transversal entre los municipios del ¨¢rea. Si no se ofrece una alternativa de transporte eficiente, los ciudadanos cambiar¨¢n de coche, pero no cambiar¨¢ el modelo de movilidad.
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