Jardineras y bancos pol¨ªticos

La ¨¦poca de las grandes y costosas obras para el coche ha terminado. Al menos en las ciudades que apuestan por una verdadera movilidad sostenible. La clave consiste en dar menos espacio al autom¨®vil y m¨¢s a las personas. Entre las medidas para conseguirlo, el urbanismo t¨¢ctico destaca por ser sencillo, r¨¢pido y econ¨®mico. Consiste en realizar proyectos de urbanismo y gesti¨®n del espacio p¨²blico a peque?a escala, como utilizar las jardineras o los bancos para devolver a los peatones calles ocupadas anteriormente por los coches.

Un reciente estudio de la Academia Nacional de Ciencias de EE UU destaca sus beneficios. Sus autores revisaron 20 proyectos de "urbanismo t¨¢ctico" en dicho pa¨ªs y descubrieron que reducen el tiempo de los desplazamientos y aumentan la seguridad y el n¨²mero de pasajeros del transporte p¨²blico. "En EE UU, el reino del coche, se utiliza mucho", se?ala Manuel Calvo, consultor en movilidad sostenible de Estudio MC y uno de los art¨ªfices del dise?o de la red de ciclocarriles de Sevilla, considerada un modelo en el ¨¢mbito mundial.

Nueva York es un ejemplo paradigm¨¢tico. "Solo con cerrar al tr¨¢fico y poner una docena de bancos en la intersecci¨®n de calles frente a los almacenes Macy's, cerca de Times Square, se cre¨® un nuevo espacio urbano de calidad para el peat¨®n. Pasa tambi¨¦n en muchas ciudades europeas, con actuaciones sencillas pacificando el tr¨¢fico con nuevas zonas 20 o 30 (por la velocidad m¨¢xima autorizada) y carriles bici", explica Andr¨¦s Fern¨¢ndez, que fue responsable de comunicaci¨®n de Medio Ambiente y Urbanismo en el Ayuntamiento de Vitoria. Y es que nos hemos vuelto adictos a los coches. "No somos conscientes, pero los autom¨®viles ocupan entre el 70% y el 80% del espacio p¨²blico urbano. Es una discriminaci¨®n legal", subraya Calvo. "Es igual que con el tabaco, hay que persuadir a la gente para que reflexione, y cambiar el entorno para facilitar un cambio de comportamiento. La movilidad sostenible no necesita grandes dispendios econ¨®micos", sentencia David Lois. Este profesor de la UNED trabaja desde la Psicolog¨ªa Social para fomentar modos de transporte m¨¢s sostenibles y saludables. Recuerda que todos los estudios confirman que cualquier medida que da sitio a los coches mantiene su posici¨®n privilegiada: "Es como luchar contra la obesidad abriendo el cintur¨®n; al final, engordamos m¨¢s".

Sin embargo, aunque el urbanismo t¨¢ctico consigue beneficios y es muy r¨¢pido y barato de implementar, tambi¨¦n es muy r¨¢pido de revertir, como se ha visto en la calle de Galileo de Madrid. Fue la primera actuaci¨®n de los responsables de la nueva corporaci¨®n, quitando jardineras y bancos del espacio ganado a los coches por el anterior equipo de gobierno municipal. "Deber¨ªa ser una primera fase para dar paso en el medio plazo a una modificaci¨®n de la morfolog¨ªa. En todo caso, hay que entender que es un proceso pol¨ªtico y social. La t¨¦cnica ofrece soluciones cuando hay consenso", recuerda Calvo.

Concienciaci¨®n ciudadana

"Es un tema m¨¢s de concienciaci¨®n ciudadana y de voluntad pol¨ªtica que de infraestructuras", recalca Fern¨¢ndez. As¨ª ha sucedido en Vitoria, Capital Verde Europea en 2012 y reconocida recientemente tambi¨¦n como ciudad verde en el ¨¢mbito mundial con el Premio a la Ciudad Verde Global de Naciones Unidas. Para ello, el consenso de las distintas corporaciones de la capital vasca fue esencial. En definitiva, como sostiene Manu Fern¨¢ndez, doctor en Pol¨ªtica Urbana, consultor de Anteverti y experto en estrategias de planificaci¨®n urbana, "cualquier iniciativa que esconda al veh¨ªculo privado dentro de la ciudad, como soterramientos de v¨ªas de alta capacidad o aparcamientos bajo superficie es autoenga?arnos para acometer lo verdaderamente relevante: reducir el uso del veh¨ªculo privado".

?C¨®mo se consigue que haya menos coches y lograr una movilidad sostenible? Manuel Calvo habla de la "triple alianza": "peat¨®n, bicicleta y transporte p¨²blico de manera universal, pensando en el detalle de cada ciudad". E insiste en la idea de gestionar mejor lo existente: "Por ejemplo, si en los autobuses se deja entrar por todas las puertas, y no solo por la delantera, se mejora su uso". Manu Fern¨¢ndez asegura que "la principal infraestructura es la propia calle, hay que acondicionarla para priorizar a los peatones y dise?arla para hacerla hostil al coche", y apunta como ejemplo las "supermanzanas" de Barcelona: "Es pensar en la ciudad como infraestructura. Implica una completa reordenaci¨®n de las l¨ªneas de transporte, como ha hecho Vitoria, pero permite redise?ar las calles concretas y su mobiliario. Donde est¨¢ en marcha hay elementos l¨²dicos, mobiliario flexible, adaptaci¨®n y programaci¨®n activa de lo que sucede en la calle recuperada".

En opini¨®n de Andr¨¦s Fern¨¢ndez, ¡°lo deseable es hacer planes de movilidad sostenible, y no s¨®lo en las ciudades ¡ªlas mayores de 50.000 habitantes est¨¢n obligadas a hacerlos¡ª, sino tambi¨¦n en las empresas, y que antes de construir nuevos barrios o zonas se tenga en cuenta la movilidad para no provocar luego problemas dif¨ªciles de resolver¡±. Lois tambi¨¦n reclama m¨¢s estudios sobre movilidad: ¡°Los m¨¢s recientes de Madrid son de 2004, el ¨²ltimo de Fomento es de 2007¡±. Seg¨²n este profesor de la UNED, los estudios son la base emp¨ªrica para convencer a la ciudadan¨ªa de las ventajas de la movilidad sostenible: ¡°Por ejemplo, todos los estudios se?alan que los carriles bici y las zonas peatonales incrementan la afluencia en las zonas comerciales. Si no contamos con estos datos, la gente puede echar por tierra cualquier infraestructura, por muy buena que sea¡±.