Cuatro a?os perdidos

Debatimos estos d¨ªas sobre las causas de la convocatoria electoral. Culpamos a unos l¨ªderes que negocian como en una pelea de gallos, incapaces de ceder y transaccionar, eso que define precisamente el esp¨ªritu parlamentario de esa Constituci¨®n sobre la que tanto cacarean. Culpamos tambi¨¦n a los factores institucionales, a un sistema con claros signos de insuficiencia ante una nueva coyuntura pol¨ªtica caracterizada por la fragmentaci¨®n. Pero mientras aqu¨ª debatimos escol¨¢sticamente sobre esto y aquello, Macron viaja a Roma a entrevistarse con Conte y Mattarella, y discuten sobre la frontera sur de Europa y la distribuci¨®n de los inmigrantes llegados a las costas del Mediterr¨¢neo. ?D¨®nde estaba Espa?a en debates clave para nuestro futuro? En Italia ya hay un Gobierno digno de tal nombre y la tercera econom¨ªa de la zona euro gana centralidad. Mientras tanto, S¨¢nchez prepara los siguientes comicios.

De nuevo, este proceso electoral inacabable nos impide atender a lo que de verdad importa. Una vez m¨¢s, la pol¨ªtica en su conjunto no acierta a calibrar los efectos a largo plazo de tener cuatro elecciones en cuatro a?os. Durante todo este tiempo hemos volcado todas nuestras energ¨ªas como pa¨ªs en una insensata competici¨®n electoral. El problema no es el agotamiento institucional, ni siquiera la obvia incapacidad de nuestros supuestos l¨ªderes. El problema es el desgaste que producen en el sistema cuatro a?os sin hacer nada de lo que hay que hacer para que un pa¨ªs, simplemente, funcione.

Cuatro a?os es mucho tiempo para aprender de las cicatrices de la Gran Recesi¨®n cuando casi nos asomamos a la siguiente; o para empujar al pa¨ªs hacia un rumbo distinto cuando el paraguas del eje atl¨¢ntico pierde peso. Cuatro a?os es tiempo suficiente para reposicionarse en Europa, en lugar de lamentarnos por perder protagonismo e influencia ahora que aparecen Gobiernos progresistas en nuestras fronteras. Cuatro a?os es tiempo suficiente para abordar nuestra urgente transformaci¨®n econ¨®mica en el mundo del 5G y la inteligencia artificial, de la transici¨®n ecol¨®gica y la descarbonizaci¨®n de la econom¨ªa. Pero nada de todo esto se ha hecho porque, en este tiempo, las energ¨ªas de todos se han dedicado a competir. ?A qui¨¦n pueden importar las razones que esgrimen los protagonistas para justificar su fracaso, sean o no leg¨ªtimas? Porque lo cierto es que, al final de todas sus honorables excusas individuales ¡ªsus bases, su insomnio o la disputa por el liderazgo de la derecha¡ª, no hay un solo argumento que justifique hacia d¨®nde nos est¨¢n llevando tan concienzudamente: la par¨¢lisis de todo un pa¨ªs. @MariamMartinezB