¡®Friends¡¯ 25 a?os despu¨¦s: c¨®mo fuimos capaces de aplaudir un final tan rancio

- "He bajado del avi¨®n. Te quiero" (Rachel).

- "Yo tambi¨¦n te quiero. No dejar¨¦ que te vayas nunca m¨¢s" (Ross).

- "Me alegro porque es aqu¨ª donde quiero estar" (Rachel).

La intermitente relaci¨®n de amor que Rachel (interpretada por Jennifer Aniston) y Ross (interpretado por David Schwimmer) protagonizaron durante diez temporadas en Friends ha sido durante d¨¦cadas un estandarte del amor rom¨¢ntico. Sin embargo, revisionar 25 a?os despu¨¦s de su estreno (arranc¨® en 1994 y termin¨® en 2004) el di¨¢logo con el que la pareja se declara definitivamente su amor dota de sentido a aquello de "al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver". Porque Friends es (o fue) sin¨®nimo de buenrollismo y diversi¨®n, pero hoy parece quedar algo desfasada.

Con motivo del 25 aniversario del estreno de una de las comedias m¨¢s populares de la historia de la televisi¨®n, en las ¨²ltimas semanas se ha hablado mucho de Friends, se han emitido maratones, se ha dicho que "ya no se hacen series con esa"... y hasta se publican sesudos estudios sobre los mensajes que desprenden las tramas, por otra parte bastante ligeras, que de eso se trataba.

El cap¨ªtulo final donde tiene lugar la escena -la pen¨²ltima de la serie- en la que se produce el di¨¢logo arriba mencionado entre Rachel y Ross es uno de los m¨¢s visionados estos d¨ªas. En esta secuencia Rachel acaba de renunciar a trabajar para Louis Vuitton en Par¨ªs -puesto que deseaba y que supon¨ªa un hito en su carrera- para quedarse en Nueva York junto a Ross. ?l, un hombre enamorado hasta la m¨¦dula, no duda que quiere estar con ella e inicia una carrera?contrarreloj hasta el aeropuerto para confesarle sus sentimientos e impedir que Rachel coja el avi¨®n que le llevar¨¢ a Par¨ªs.

Tras superar ciertas adversidades en el camino, Ross llega a tiempo al aeropuerto para declararse. Rachel titubea, le quiere, pero la declaraci¨®n la pilla desprevenida y el trabajo de su vida la espera en la capital francesa. En ese momento decide subirse al avi¨®n y Ross se va con dos palmos de narices. Pero la derrota dura solo unos minutos. Poco despu¨¦s Rachel aparece en el apartamento de Ross y tiene lugar esa conversaci¨®n con la que sellan su amor.

Escena en la que Rachel y Ross se declaran su amor.

Lo que choca al revisar la escena es que Ross no imagina su vida junto a otra mujer que no sea Rachel, pero tampoco imagina renunciar a su puesto en la universidad de Nueva York para acompa?arla a Par¨ªs y apoyarla en su ascenso profesional. Por suerte para ¨¦l, Rachel no tarda en renunciar a su carrera profesional ahorr¨¢ndole a ¨¦l tener que plantearse un plan b para estar juntos.

Quiz¨¢ visto en 2004, este final que desat¨® suspiros y sonrisas era el colmo del romanticismo. En 2019 la impresi¨®n no est¨¢ tan clara: las cejas se arquean y cierta indignaci¨®n invade al espectador que ve c¨®mo Rachel es la ¨²nica que hace un sacrificio significativo en una relaci¨®n que es de dos.

Quiz¨¢ el hecho de que seamos capaces de detectar aquello que en el pasado se daba por sentado y que hoy chirr¨ªa es s¨ªntoma de que nos hemos vuelto m¨¢s cr¨ªticos. Y esta aptitud cr¨ªtica es tambi¨¦n la responsable de que podamos seguir disfrutando de los puntos fuertes de Friends, una de las series que m¨¢s buenos ratos regal¨® a la juventud de los noventa y principios del nuevo siglo.