ODS: disculpen que no pida perd¨®n

No vamos a negar que existe en el imaginario colectivo la sensaci¨®n que los partidos pol¨ªticos est¨¢n ajenos a las grandes preocupaciones de la ciudadan¨ªa, que viven en un mundo paralelo de reyertas entre ellos y luchas de poder interno. Esa es una realidad constatada. Pero no deja de sorprenderme que, cuando un partido ha tomado una agenda internacional como eje de su acci¨®n de gobierno y trabaja para poner a las personas en el centro de las decisiones p¨²blicas, entonces hablemos de patrimonializaci¨®n de la Agenda 2030.

Pues bien, disculpen que no pida perd¨®n.

La inacci¨®n pol¨ªtica de otros partidos no puede ser utilizada contra el PSOE para justificar una apropiaci¨®n que no es cierta. Liderar no puede ser entendido como una apropiaci¨®n, sino como la voluntad de construir el nuevo contrato social global sobre la base de los valores que lleva impregnados la Agenda 2030.

No existe un solo camino para alcanzar los 17 objetivos y las 169 metas, pero s¨ª hay una manera inequ¨ªvoca, un compromiso colectivo que genere alianzas globales o colaboraciones radicales ¡ªcomo bien define el profesor Carlos Mataix¡ª para un desarrollo sostenible inclusivo. M¨¢s all¨¢ de los diferentes objetivos y metas, esta es una agenda de valores y principios heredados de la Ilustraci¨®n, que hace efectivos los derechos humanos. La realidad es que nadie podr¨ªa estar ajeno a los elementos fundamentales de la Agenda 2030 y la Declaraci¨®n Universal de los Derechos Humanos.

Hoy tenemos una agenda global para un mundo global. Hasta ahora hemos sido parte del problema, pero ahora hemos decidido ser el todo de la soluci¨®n. Ya no valen las miradas cortoplacistas o los patriotismos de valientes aguerridos que enarbolan la bandera de las diferencias para ser los guardianes de las esencias. El individualismo y el ego¨ªsmo de los que siempre han sido los vencedores a costa de los vencidos. Hoy el otro 99% hemos decidido que el futuro est¨¢ en nuestra mano.

Dice un proverbio chino que el primer mejor momento para plantar un ¨¢rbol fue hace 20 a?os y el segundo mejor momento es ahora. Hag¨¢moslo, pero no solos ni con peque?as acciones en sitios peque?os por personas peque?as. Construyamos una ciudadan¨ªa global que trabaje junta, que entienda que nadie resta.

Hemos sido una mayor¨ªa silenciosa que ha gritado a los cuatro vientos que todo ten¨ªa que cambiar. Ahora podemos susurrar un sonido, una misma melod¨ªa, esa utop¨ªa que hoy es real. Las personas somos el mayor patrimonio de la humanidad, la solidaridad nuestro compromiso ¨¦tico y el desarrollo sostenible nuestro lenguaje global. Sin la ciudadan¨ªa no habr¨¢ sociedad. Seamos aquello que nos distingue, que nos hace humanos, que nos convierte en diferentemente iguales. Sumemos. Ni el futuro est¨¢ escrito ni sin nosotros ser¨¢ posible.