Par¨ªs, una pasarela para sorprender, emocionar y vender
Dries Van Noten y Loewe sobresalen en una Semana de la Moda de Par¨ªs falta de garra


La moda es cada vez m¨¢s negocio. Est¨¢ detenida en el tiempo, aprisionada entre hojas de Excel y formatos preconfigurados. Le falta capacidad de sorpresa y, sin eso, no vamos a ninguna parte¡±. El que habla as¨ª es el dise?ador belga Dries Van Noten. Lo hace en su estudio parisiense un d¨ªa despu¨¦s de presentar una colecci¨®n que construy¨® junto al maestro Christian Lacroix y con la que enloqueci¨® a la prensa. Sus palabras definen con exactitud la impresi¨®n que trasladan las pasarelas internacionales, incluida la de Par¨ªs, que cierra su edici¨®n primavera-verano 2020 el pr¨®ximo martes. Un diagn¨®stico certero de una industria multimillonaria que hace tiempo perdi¨® la espontaneidad en detrimento de los m¨¢rgenes de beneficios. Por eso, desfiles como el suyo, el de Rick Owens o Loewe sobresalen como un excepcional recordatorio de que el negocio de la moda tambi¨¦n tiene que ver con la creatividad y no solo vender camisetas
¡°Pienso en lo que pas¨®, por ejemplo, entre 1975 y 1981: primero lleg¨® Versace, despu¨¦s Montana, a continuaci¨®n [Jean Paul] Gaultier, el punk y los ingleses, John Galliano y finalmente Comme des Gar?ons, que dejaron al mundo boquiabierto con su primera colecci¨®n. Hablamos de seis a?os en los que viajamos de Italia y la sexualidad envuelta en cuero a la experimentaci¨®n conceptual japonesa. En la ¨²ltima d¨¦cada ?qu¨¦ ha pasado en la moda? Negocio, celebridades y redes sociales¡±, argumenta el creador.
Van Noten se neg¨® a anunciar que iba a realizar una colaboraci¨®n con Lacroix precisamente porque quer¨ªa evitar ¡°que se confundiese con una maniobra marketiniana para llamar la atenci¨®n¡±. Solo al final del desfile, al salir a saludar con Lacroix, se desvel¨® que la colecci¨®n era un proyecto conjunto.

Como el belga, Rick Owens trabaja con la emoci¨®n como prioridad. Y por eso su desfile del jueves fue uno de los m¨¢s espectaculares de la temporada. Las protagonistas: una suerte de tecnofaraonas ataviadas con imperiales t¨²nicas de hombros rob¨®ticos, vestidos plisados sostenidos por voluminosas estructuras y faldas doradas con cortes tajantes. Una fantas¨ªa ancestral y al mismo tiempo futurista, rica, ir¨®nica y compleja, que el estadounidense present¨® en la fuente del Palais de Tokyo entre una lluvia de pompas de jab¨®n que dotaban al evento de una atm¨®sfera a¨²n m¨¢s on¨ªrica.
Tambi¨¦n JW Anderson volvi¨® la vista atr¨¢s en su colecci¨®n para Loewe ¡ªen su caso hasta el siglo XVIII¡ª para encontrar cancanes, cors¨¦s y tejidos con los que dar forma a una propuesta delicada, tan historicista como contempor¨¢nea, donde ninguna referencia era literal sino una excusa para realizar un estudio sobre los vol¨²menes. Las americanas con cuellos holandeses terminan en volantes plisados, los vestidos de guipur calado y escote minimalista se levantan sobre las caderas con estructuras r¨ªgidas y las chaquetas de cuero se rematan en encajes.
¡°Comparo mucho la moda con los hoteles¡±, argumenta Dries Van Noten. ¡°Hace 15 a?os, un hotel de cinco estrellas ten¨ªa que tener mucho m¨¢rmol y muebles barrocos. Hoy, es un espacio minimalista con gente desenfadada y amable. Y en la moda, hay muchas marcas que siguen viviendo en los hoteles de lujo de hace 20 a?os¡±.

No es el caso de Paco Rabanne. La del jueves fue la mejor de todas las colecciones presentadas por Julien Dossena para la casa hasta la fecha. Y ven¨ªa con sorpresa incluida: por primera vez se present¨® una peque?a selecci¨®n de prendas para el hombre, que, de momento, solo se distribuir¨¢n en una escueta selecci¨®n de puntos de venta internacionales. El franc¨¦s quiso recuperar la ¨¦poca dorada de la casa: los a?os setenta. Pero lejos de la aproximaci¨®n deportiva y conceptual que defini¨® su primera etapa al frente de la firma, Dossena contin¨²a el camino floral y retro que emprendi¨® hace un par de temporadas. Su propuesta se sit¨²a, como el mismo explicaba un d¨ªa antes del desfile, en una California entre hippie y new age: camisas vaqueras entalladas, vestidos de guipur calado, jerseys de punto ajustados, blusas rematadas en coquetos volantes. El mesh, el m¨ªtico tejido met¨¢lico inventado por Rabanne, se ti?e de colores degradados, margaritas y corazones.
Como alternativa a este ic¨®nico material, Dossena y su equipo han desarrollado un vers¨¢til tejido de punto con acabado metalizado que protagoniza la parte m¨¢s glamurosa de su trabajo. Sobre la pasarela, la propuesta resulta poderosa y elocuente, pero al mismo tiempo resulta f¨¢cil imaginar cada prenda por separado ¡ªo incluso juntas¡ª en el armario de una mujer joven actual. Como siempre en Rabanne, los accesorios juegan un papel protagonista: de las botas con motivos flower power a los collares geom¨¦tricos, pasando por su amplio cat¨¢logo de bolsos en el que destaca una nueva incorporaci¨®n con asas r¨ªgidas y largu¨ªsimos flecos de cuero que cobran vida con el movimiento de la modelo.
En el extremo opuesto, Off White languidece sin la presencia de su hasta ahora director creativo, Virgil Abloh, responsable tambi¨¦n desde un par de a?os de las colecciones masculinas de Louis Vuitton. De su propuesta, apenas resultan destacables sus vestidos paraca¨ªdas, cuyas faldas evocan uno recogido. Tambi¨¦n Issey Miyake juega con este trampantojo pero su desarrollo resulta infinitamente m¨¢s po¨¦tico con piezas-cometa que se hinchan cuando las modelas giran y vestidos muelle que encogen y estiran al saltar. Todo presentado a trav¨¦s de una performance coreogr¨¢fica con modelos en monopat¨ªn ataviadas con cortavientos que se hinchaban al deslizarse y vestidos que bajaban desde el techo hasta acabar puestos sobre las maniqu¨ªes como si de una cadena de montaje textil se tratase.
Rushmery Botter y Lisi Herrebrugh, los directores creativos de Nina Ricci desde hace un a?o, contin¨²an trabajando para asentar los nuevos c¨®digos de la casa francesa: piezas con un fuerte trabajo constructivo y siluetas geom¨¦tricas. De cara a la pr¨®xima primavera, reproducen la estructura de un sombrero en los volantes de vestidos cortos palabra de honor, tops-campana y en americanas que terminan en una especie de doble ala. Resultan especialmente interesantes sus vestidos camiseros con plisado en las pinzas y los abrigos de rafia.?
Y/Project y la distorsi¨®n de la socidad burguesa
En la colecci¨®n de Glenn Martens para Y/Project todo giraba en torno al concepto de distorsi¨®n. Primero, el belga jugaba a deformar y retorcer los patrones de prendas cotidianas, arrancando el cuello de un jersey o alterando las proporciones de una gabardina para que cayese sobre un hombro como si fuese tres tallas m¨¢s grande de lo necesario, mientras en el otro encajaba marcialmente. Esta t¨¦cnica se ha convertido ya en sello de la firma, unas de las m¨¢s vanguardistas y admiradas por la cr¨ªtica de la semana de la moda de Par¨ªs, pero Martens ha querido ir un paso m¨¢s all¨¢.
El dise?ador ha pretendido deconstruir tambi¨¦n la tan tra¨ªda y llevada est¨¦tica neoburguesa, una de las grandes tendencias del a?o, y devolv¨¦rnosla como una imagen hiperb¨®lica de s¨ª misma, con bolsos de cadenas desproporcionadas, vestidos de terciopelo con varios cuellos barco ¡ªpor si uno no fuese suficiente¡ª y, en vez de perlas, collares decorados con figuras de parejas practicando sexo. Todo lo que present¨® el jueves literalmente bajo un puente ¡ªel Alexandre III¡ª se mov¨ªa en esa delgada l¨ªnea que separa el collage frankensteniano y la belleza sin iron¨ªas; lo artificial y lo profundo; la broma y la denuncia.
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