¡®R¨¦quiem por un sue?o¡¯ | Adi¨®s a la siesta en segundo de Educaci¨®n Infantil
?Por qu¨¦ a partir de los cuatro a?os los ni?os ya no duermen despu¨¦s de comer en el aula?
Es muy curioso c¨®mo el sue?o evoluciona con nosotros cuando vamos creciendo y madurando en la vida.
Haced memoria: de peque?os, quedarnos despiertos hasta tarde era el no va m¨¢s, se?al de fiestas y d¨ªas especiales, y en cambio, la siesta obligada, sobre todo en verano, el horrible peaje paternal que te estropeada la diversi¨®n. ?Por qu¨¦ nos obligaban a descansar?
En cambio, a la que pasamos de los treinta, la siesta, sobre todo en invierno con mantita y una buena digesti¨®n, se convierte en uno de los placeres m¨¢s satisfactorios en relaci¨®n calidad-precio de los que podemos disfrutar.
Pues bien, no voy a hablar de la ley de Murphy por la que a nuestros hijos no los levantas pronto de lunes a viernes ni ofreci¨¦ndoles billetes de 100 euros de La Patrulla canina y en cambio durante el fin de semana est¨¢n en pie y llenos de energ¨ªa a las 8. Porque eso ya lo tenemos asumido todas las familias.
Pero s¨ª que quiero comentar que desde que ha empezado P4, nuestra hija sale del aula cansada y con cierta tendencia a la rabieta. Si s¨®lo fuera ella me lo guardar¨ªa para m¨ª y no la criticar¨ªa en una columna de alcance internacional porque eso es de mal padre, pero resulta que no solo le pasa a ella. Esto afecta a todos los de su clase y a los amigos de otros colegios y ciudades... ?Una epidemia desconocida? ?Un virus zombi que la corporaci¨®n Umbrella est¨¢ probando con ni?os? No. El motivo es m¨¢s simple y ben¨¦volo, aunque les afecta a todos: a partir de P4 ya no hacen la siesta.
O sea, R¨¦quiem por un sue?o, en horario escolar y solo para los que se queden al comedor, que los que comen en casa pueden hacer lo que quieran, como si desean peluche y pijama para descansar mejor.
Con tantos expertos encarg¨¢ndose de planificar y educar a nuestros hijos, supongo que lo har¨¢n por alg¨²n motivo. Quiz¨¢ est¨¢n preparando a los ni?os para la vida adulta, para que resistan una agenda s¨²per bestia con horarios llenos de actividades sin caf¨¦s ni redbulls, s¨®lo con fuerza de voluntad.
Eso s¨ª, durante el fin de semana vuelven a hacer la siesta, a veces hasta dos horas, se?al que lo necesitan y les ayuda a recargar la barra de energ¨ªa del videojuego vital.
Tampoco voy a cambiar yo el sistema educativo con una triste columna ni tengo ganas de montar un change.org, pero¡ ?y si nos estamos equivocando?
Si por fin la dieta mediterr¨¢nea la alaban en todo el planeta, ?por qu¨¦ no celebramos los beneficios de la siesta en cada curso? Hasta en bachillerato. Es m¨¢s: muchos profes se apuntar¨ªan a una cabezadita en el gimnasio.
Cierto es que por la noche los ni?os se van a dormir antes, pero si cada tarde tiene que estar llena de gru?idos y amagos de desmayo quiz¨¢ la siesta no era tan mala idea¡
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