La guerra siempre es a la izquierda

En tiempos de volatilidad todo paralelismo es arriesgado, pero la corta tradici¨®n de repetici¨®n de elecciones generales nos obliga al menos a poner el foco en un patr¨®n que acaso se repite ya.

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Una agenda com¨²n

El partido del pacto

?Qui¨¦n pierde cuando fracasa una investidura y se convocan nuevas elecciones? Esta es la pregunta clave. Y la respuesta se empieza a vislumbrar: quien no ha facilitado las cosas tiene las de perder; y la congesti¨®n de placas tect¨®nicas acaba desatando escapes incontrolados donde menos se espera. Veamos.

Desde las elecciones de 2015 a las de 2016, el PP de Rajoy pas¨® de 123 esca?os a 137. El PSOE, de 90 a 85 esca?os. Y a pesar de que Pedro S¨¢nchez hab¨ªa intentado una investidura con Ciudadanos que la abstenci¨®n de Podemos trunc¨®, su pertinencia en el ¡°no es no¡± contra Mariano Rajoy gener¨® una revuelta interna que desemboc¨® en gestora, su dimisi¨®n y una abstenci¨®n traum¨¢tica para el PSOE que solo empez¨® a superarse tras las primarias y la moci¨®n de censura. La guerra hab¨ªa estallado.

Dur¨ªsimo castigo interno, pues, al l¨ªder, y ambiente de fratricidio en el partido que ha gobernado buena parte de la democracia espa?ola. Ya es historia.

En la nueva repetici¨®n electoral, sin embargo, el se¨ªsmo no ha estallado de momento en el PP ni en el PSOE, sino en Podemos. El de Ciudadanos ya se ha analizado suficiente. La oportunidad de Errej¨®n de colarse y fundar el hexapartidismo cuando ya cre¨ªamos que volv¨ªamos al bipartidismo est¨¢ funcionando, de momento, como pistoletazo de desbandada de Podemos. Como quien boquea en busca de ox¨ªgeno en medio de esas placas tect¨®nicas, les ha faltado tiempo a l¨ªderes de Comprom¨ªs, Equo, la Xunta, En Marea y dirigentes regionales para sacar la bandera de la contribuci¨®n a un Gobierno progresista del que Iglesias fue incapaz. No importa aqu¨ª si S¨¢nchez quer¨ªa verdaderamente un pacto o estaba escenificando negociaciones estrelladas de antemano. La cuesti¨®n es que el hambre de contribuir a un Gobierno y el hartazgo con un liderazgo personalista de no inclusi¨®n est¨¢ quebrando ¡ªhoy¡ª Podemos. La guerra vuelve a ser a la izquierda.

Tras el se¨ªsmo de septiembre de 2016, cuando S¨¢nchez tuvo que irse del PSOE, lleg¨® su resurrecci¨®n. La sentencia del caso G¨¹rtel le puso adem¨¢s el trampol¨ªn de la moci¨®n de censura. Hoy, tras el que sufre Podemos y el que arrastra Ciudadanos, es imposible calcular qu¨¦ resurrecciones caben. Pero los errores ¡ªv¨¦ase Salvini, Johnson, Rajoy, Iglesias, tal vez Trump, tal vez S¨¢nchez¡ª se pagan. Lo dice la alerta temprana de tsunami.