El ascenso chino
Pek¨ªn celebra los 70 a?os de r¨¦gimen sin dar atisbos de apertura pol¨ªtica
China ha experimentado una profunda transformaci¨®n en los ¨²ltimos 70 a?os. Desde que Mao Zedong proclamara la Rep¨²blica el 1 de octubre de 1949 en un paisaje de miseria y desolaci¨®n posterior a una larga etapa de guerras y revoluciones, hasta hoy, cuando ha sacado de la pobreza a centenares de millones de sus habitantes, se ha situado en cabeza de las tecnolog¨ªas de inteligencia artificial y se ha convertido en una superpotencia econ¨®mica y comercial capaz de desafiar la hegemon¨ªa de Estados Unidos.
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El ascenso de China se ha traducido tambi¨¦n en una abierta ambici¨®n hegem¨®nica asi¨¢tica, especialmente en los mares circundantes, y en un proyecto de globalizaci¨®n de matriz china, expresada en unos planes de infraestructuras y de inversiones que alcanzan a todos los continentes. Si hay algo inquietante en este ascenso, por el momento econ¨®mico, es la facilidad con que Estados Unidos ha tirado la toalla del multilateralismo y ha renunciado a su papel de ¨¢rbitro en Oriente Pr¨®ximo, dejando v¨ªa libre al protagonismo de Pek¨ªn, mucho m¨¢s estrat¨¦gico que la Rusia de Putin en el aprovechamiento de las debilidades occidentales.
Tambi¨¦n es inquietante, naturalmente, la r¨ªgida estructura del poder, organizada alrededor del partido comunista, todav¨ªa m¨¢s compacta y jerarquizada bajo la batuta de un dirigente salido de la ¨¦lite fundadora mao¨ªsta como Xi Jinping, directamente inspirado en el dogmatismo y en el culto a la personalidad del fundador. Especialmente, porque desmiente las esperanzas de una evoluci¨®n del r¨¦gimen hacia las formas de democracia liberal que algunos esperaban de la globalizaci¨®n y de la implantaci¨®n de una econom¨ªa de mercado. Nada recog¨ªa mejor estas ben¨¦volas expectativas como el principio un pa¨ªs, dos sistemas, que iba a permitir la progresiva integraci¨®n pac¨ªfica de la antigua colonia de Hong Kong en un pa¨ªs progresivamente abierto al mundo.
Esta decepci¨®n democr¨¢tica ha quedado reflejada de forma brutal en el contraste de ayer entre las celebraciones de la plaza de Tiananmen, donde Xi Jinping presidi¨® un gran desfile militar, el habitual ba?o de masas disciplinadas, y pronunci¨® un discurso de encendida ret¨®rica nacionalista, y las manifestaciones cada vez m¨¢s radicalizadas de miles de j¨®venes en Hong Kong en favor de las libertades, secuestradas por el sistema indirecto impuesto desde Pek¨ªn.
Siendo el pa¨ªs m¨¢s poblado del mundo, desde hace a?os presenta unas cifras espectaculares de crecimiento ¡ªdurante el primer trimestre de este ejercicio fue del 6,3% pese a las amenazas de guerra comercial con Estados Unidos¡ª, con un desarrollo material y tecnol¨®gico que ha transformado tanto la sociedad china como la imagen que el gigante asi¨¢tico proyecta al mundo. En pocas d¨¦cadas, ha pasado del subdesarrollo y la irrelevancia internacional m¨¢s all¨¢ del teatro de operaciones regional a ser un pa¨ªs con inter¨¦s estrat¨¦gico mundial y un liderazgo en investigaci¨®n y desarrollo ¡ªes el caso del 5G¡ª que lo coloca en una de las posiciones dominantes ante la pr¨®xima revoluci¨®n tecnol¨®gica mundial.
Se trata de un modelo de gesti¨®n que choca con un lado oscuro: todos esos logros han sido alcanzados bajo un sistema de f¨¦rreo control ideol¨®gico, con graves violaciones de los derechos humanos en el interior y una pol¨ªtica de hechos consumados y amenazas veladas en el exterior. Un mill¨®n de ciudadanos chinos de la etnia iugur han sido internados en ¡°campos de reeducaci¨®n¡±, el Premio Nobel de la Paz Liu Xiaobo agoniz¨® en la c¨¢rcel en 2017 y la doctrina comunista es la ¨²nica permitida en todo el pa¨ªs. Pek¨ªn est¨¢ desarrollando unos mecanismos de control de los ciudadanos ¡ªreconocimiento facial, huella digital¡ª m¨¢s propios de una distop¨ªa novelesca que de un pa¨ªs que es una potencia mundial. China ha demostrado su eficacia durante estos 70 a?os, una transformaci¨®n que no se corresponde, sin embargo, con el m¨¢s m¨ªnimo asomo de intenci¨®n democratizadora.
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