Abandono kurdo

La decisi¨®n de Donald Trump de retirar a las tropas de EE?UU del norte de Siria para permitir una ofensiva militar de Turqu¨ªa contra las posiciones kurdas tiene, al menos, tres graves consecuencias. En primer lugar, constituye un nuevo factor desestabilizante para toda la regi¨®n, sumida ya en la guerra m¨¢s larga del siglo XXI. En segundo t¨¦rmino, probablemente causar¨¢ una nueva oleada de millones de refugiados. Finalmente, constituye una traici¨®n a unos aliados de EE?UU que han resultado decisivos en la derrota sobre el terreno del Estado Isl¨¢mico (ISIS).

Se trata de una nueva muestra de la concepci¨®n err¨¢tica que tiene el presidente estadounidense de las relaciones internacionales. Trump ha adoptado una dr¨¢stica e inesperada decisi¨®n que ha generado reticencias incluso dentro del propio Partido Republicano. Tras cinco a?os de alianza militar en la que los kurdos han desempe?ado un papel fundamental en la derrota del ISIS, Trump ha dado luz verde a la ofensiva militar, que tiene ya lista el Ej¨¦rcito turco, para penetrar en Siria, conquistar una zona de 30 kil¨®metros de profundidad y 480 kil¨®metros de largo y ¡ªde acuerdo al plan anunciado por el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan¡ª desplazar all¨ª a unos dos millones de refugiados sirios que en la actualidad se encuentran en Turqu¨ªa.

Trump no ha atendido ni a razones humanitarias ni geoestrat¨¦gicas. Lejos de pacificar la zona, la acci¨®n turca amenaza con desencadenar una nueva guerra en una zona cuyo futuro deber¨ªa ser el contrario: la paz y la estabilizaci¨®n. Las milicias kurdas son fuerzas con alta capacidad operativa entrenadas durante a?os tanto en combate como por el propio Ej¨¦rcito de EE?UU. Por tanto, Turqu¨ªa deber¨¢ emplear una importante fuerza para controlar el terreno. Unos choques que, en toda l¨®gica, generar¨¢n un nuevo flujo de desplazados y refugiados.

Adem¨¢s, resulta poco explicable que despu¨¦s de condenar repetidamente el r¨¦gimen del dictador Bachar el Asad ¡ªe incluso ordenar un bombardeo con misiles de crucero contra instalaciones del Ej¨¦rcito sirio¡ª, el presidente de EE?UU ejecute ahora un movimiento que le permite a El Asad simple y llanamente ganar la guerra civil siria bajo la tutela no de Washington, sino de Mosc¨². Los kurdos adem¨¢s controlan desde la Segunda Guerra del Golfo el norte de Irak. Nuevamente como aliados, en 2003 ayudaron a EE?UU tanto a vencer a Sadam Hussein como a estabilizar el pa¨ªs tras la derrota del dictador iraqu¨ª. El bandazo dado ahora por Trump tiene, pues, consecuencias importantes que van m¨¢s all¨¢ del tablero sirio y afecta a la estabilidad de toda la regi¨®n.

Pero, adem¨¢s, la retirada intempestiva de sus militares da?a notablemente la fiabilidad de EE?UU como aliado. Bajo la actual Administraci¨®n, Washington ha vuelto a resultar completamente imprevisible en cuestiones vitales. Por si fuera poco, las amenazas de Trump a Turqu¨ªa de ¡°destruir¡± su econom¨ªa si hace algo que considere ¡°m¨¢s all¨¢¡± de lo que ¡°considera humano¡± ¡ªcomo si una guerra pudiera serlo¡ª no hace sino a?adir a¨²n mayor confusi¨®n a una situaci¨®n ya de por s¨ª vol¨¢til.

Trump sigue aportando d¨ªa tras d¨ªa pruebas de desconocer las importantes implicaciones que tienen las decisiones de un presidente de EE?UU. Tendr¨¢ una gran parte de responsabilidad en el da?o ¡ªincluidas vidas¡ª que cause la ofensiva militar turca.