El s¨ªndrome del abuelo esclavo: ¡°Es agotador, pero no puedo decir que no¡±
Joly Navarro Rognoni, ilustradora y madre, decidi¨® usar el humor para denunciar la dificultad de muchos mayores para conciliar el cuidado de los nietos y su propia vida
Joly Navarro Rognoni es una ilustradora que decidi¨® poner en primer plano,?desde la s¨¢tira y en forma de vi?eta, las dificultades de conciliaci¨®n de los mayores. Uno de los trabajos que se incluyen dentro de su proyecto de vi?etas sobre conciliaci¨®n y cuidados es Abueland, una serie de ilustraciones sobre c¨®mo cargamos, m¨¢s bien sobrecargamos, con la crianza de los hijos a los abuelos. ¡°Empec¨¦, como todas las madres, a pensar y a ver que no todo era de color de rosa. Mis padres se volcaron con mi hijo, era el primer nieto, estaban muy contentos¡±, relata esta mujer por tel¨¦fono. ¡°Pero cuando tuve el segundo¡±, prosigue, ¡°me di cuenta de que estaban agotados¡±.
¡°A veces observaba en el parque c¨®mo varias abuelas hablaban entre ellas. Y se dec¨ªan: 'Estoy agotada, pero no puedo decir que no a mis hijos¡±. ?Estamos negando el s¨ªndrome del abuelo esclavo? Para ella, s¨ª. Y, aunque la sociedad es consciente de este problema, no se visibiliza lo suficiente.
Existen muchas formas de hacer cr¨ªtica social. ¡°Yo decid¨ª hacerla desde el humor, porque me parece una forma f¨¢cil y directa de conseguir que la gente reflexione al respecto¡±. La pretensi¨®n de Navarro es ¡°poner cara y, por qu¨¦ no, una sonrisa a una situaci¨®n compleja real¡±. ¡°Es mi manera de criticar la falta de conciliaci¨®n que no solo sufren los padres o las empresas, sino que la soportan? ¡ªaunque muchas veces con la mejor de las caras¡ª los abuelos y las abuelas¡±, comenta.
¡°Mis vi?etas son pura cr¨ªtica. El mensaje es directo: cuidemos m¨¢s a nuestros abuelos¡±, contin¨²a la autora. ¡°Pero tambi¨¦n hay cosas muy buenas. Ambas generaciones tienen cosas en com¨²n de las que disfrutan cuando est¨¢n juntos. Son capaces de disfrutar de la misma manera los momentos cotidianos: pasear, jugar, mirar al cielo. Y eso es m¨¢gico¡±.
Cuatro vi?etas que critican la sobrecarga
La superabuela
Ah¨ª est¨¢n, por encima de sus propias necesidades y de su energ¨ªa. Sin pensarlo dos veces salen volando donde haga falta para brindar su ayuda puntual o para cubrir jornadas imposibles de cuidados. Nunca lo dir¨¢n, porque se asume que es lo que toca, sin embargo, su cansancio se manifiesta en las ojeras acentuadas y en su alegr¨ªa al vernos entrar por la puerta para recoger a las criaturas. Son la base del iceberg que sostiene un modelo de trabajo y vida incompatible con la crianza. Y esto hace, a no ser que te d¨¦ por mirar bien, que no sea perceptible.
-Pap¨¢, porfa, cuando llegues al pueblo pones la sillita de seguridad para el ni?o en tu bicicleta. - S¨ª, s¨ª hija, por supuesto...
Los nuevos modelos de crianza conviven con las maneras tradicionales de generaciones anteriores. Encontrar el equilibrio no siempre resulta sencillo. Y es que les pedimos que cuiden, pero no de cualquier manera, sino de la nuestra. Abueland caricaturiza estas situaciones con el objetivo de hacer una autocr¨ªtica desde el humor y favorecer el encuentro entre padres, madres, hijos e hijas, que a veces se distancian por cuestiones de este tipo.
Aquagym
Los momentos de ocio y cuidados para los abuelos y abuelas tambi¨¦n est¨¢n ocupados por nuestras criaturas.
Extraescolares
Son las siete de la tarde y en clase de biodanza o mindfulness para peques puedes encontrar a abuelas y abuelos d¨¢ndolo todo.
Y un punto en com¨²n... maravilloso
Los polos opuestos se atraen
La infancia y la vejez son los polos de la vida y a pesar de su tremenda distancia, ?qu¨¦ parecidos! El ritmo sereno y la disposici¨®n de tiempo son dos de los elementos comunes. En contraposici¨®n al ritmo fren¨¦tico predominante de esta sociedad, est¨¢ el suyo, que les permite parar, observar en silencio los detalles y disfrutar de las cosas sencillas y cotidianas.
*Todas las vi?etas han sido comentadas por la autora Joly Navarro Rognoni
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