Keith Schilling, un abogado depredador contra los tabloides brit¨¢nicos

Los duques de Sussex est¨¢n tomando las riendas de su vida y, como viene siendo habitual en ellos, lo est¨¢n haciendo a su manera. Convertidos en objeto de cr¨ªticas constantes por cada uno de sus movimientos y decisiones, Enrique de Inglaterra y Meghan Markle han dado un paso m¨¢s y han decidido contratar a uno de los mejores y m¨¢s temidos abogados del Reino Unido. Con una dilatada experiencia en derechos de autor, protecci¨®n de datos, litigios comerciales y difusi¨®n de informaci¨®n falsa, Keith Schilling pretende limpiar de una vez la imagen negativa que algunos de los tabloides brit¨¢nicos se empe?an en relacionar con los duques.

El hijo de Diana de Gales explic¨® hace solo una semana que no quiere que su esposa sufra la misma despiadada persecuci¨®n que sufri¨® su madre de manos de la prensa sensacionalista brit¨¢nica y, por ello, tom¨® la decisi¨®n de querellarse contra aquellos medios que les atacan y acosan sin pudor. Primero fue The Mail On Sunday, por la difusi¨®n de una carta personal y privada que Markle envi¨® a su padre, y despu¨¦s se unieron a la lista de demandas?The Sun y Daily Mirror, por el supuesto hackeo del tel¨¦fono del pr¨ªncipe. En lugar de contar con el bufete de abogados Harbottle & Lewis, la firma que suele representar a la familia real brit¨¢nica en estos asuntos, los duques han recurrido a un abogado de 63 a?os que en toda Gran Breta?a es conocido bajo el apodo de ¡°el rottweiler¡± debido a la fiereza con la que pelea en los tribunales por defender la privacidad de sus clientes, entre los que destacan un gran n¨²mero de famosos y celebridades.

Keith Schilling es socio principal y cofundador de Schillings, considerado el bufete de abogados preeminente en Inglaterra,?desde su creaci¨®n en 1984, en cuanto a salvaguardar la reputaci¨®n y los derechos de privacidad de celebridades, corporaciones internacionales, marcas, as¨ª como negocios de alto perfil y figuras pol¨ªticas. Seg¨²n The Guardian, Schilling es un hombre hecho a s¨ª mismo. Hijo de un padre que estuvo a menudo sin empleo y de una madre que trabajaba en la cadena de supermercados Sainsbury¡¯s,?Keith Schilling supo desde bien joven a qu¨¦ quer¨ªa dedicar su futuro. A los 15 a?os dej¨® la escuela y comenz¨® a trabajar en un bufete en pleno SoHo. Trabajaba de d¨ªa y estudiaba de noche. Fue a la universidad y complet¨® sus estudios en cuatro a?os. Permaneci¨® en ese bufete durante 12 a?os, pero justo un a?o despu¨¦s de convertirse en socio all¨ª, decidi¨® marcharse y emprender su camino en solitario. Ten¨ªa 28 a?os.

Sus primeros clientes, durante su etapa de pr¨¢cticas, incluyeron a Jack Nicholson, Rod Stewart o Sean Connery. Schilling aceptaba todos los desaf¨ªos sin importarle la repercusi¨®n medi¨¢tica que pod¨ªa suponer perder el caso. El ¨¦xito en el juicio de Sean Connery contra su asesor financiero a finales de los a?os setenta, en el que consigui¨® que este pagara a la estrella cuatro millones de libras del momento, afianz¨® su reputaci¨®n. Una popularidad que se asent¨® unos a?os despu¨¦s, en 2004, cuando Naomi Campbell gan¨® su batalla judicial contra The Mirror por haber publicado im¨¢genes de la modelo saliendo de un centro de desintoxicaci¨®n. Una sentencia con la que cre¨® jurisprudencia en el derecho a la privacidad en Inglaterra.

Por entonces, Schilling cobraba unos 500 euros la hora por sus servicios; hoy sus honorarios ser¨ªan imposibles de calcular, disparados gracias a su experiencia y reputaci¨®n. En 2008 entr¨® a formar parte de la lista de la revista Time?de los 100 abogados m¨¢s poderosos de Inglaterra, ocupando la d¨¦cima posici¨®n, y en 2009 fue nombrado por segundo a?o consecutivo como una de las mil personas m¨¢s influyentes de Londres, seg¨²n la famosa encuesta del diario Evening Standard. Ha sido calificado como ¡°el rey de la orden¡± por The Guardian; descrito como ¡°un abogado de litigios formidable¡± por The Telegraph; The Economist se ha referido a ¨¦l como ¡°uno de los abogados m¨¢s temidos de la ciudad¡± en pleitos de difamaci¨®n y seg¨²n el Daily Mail?tambi¨¦n se le conoce como ¡°el silenciador¡± por su habilidad para acallar ciertas informaciones. Ha llegado a a declarar que ¡°existen demasiados peri¨®dicos¡±.

A Campbell le siguieron Michael Douglas y Catherine Zeta Jones, que demandaron ¡ªy ganaron¡ª a la revista Hello! por difundir im¨¢genes de su boda cuando ten¨ªan apalabrada la exclusiva con otra publicaci¨®n. Tambi¨¦n triunf¨® con ¨¦l la escritora de la saga de Harry Potter, J. K. Rowling, que se querell¨® contra otro medio por publicar una foto de su hijo sin consentimiento. Schilling ha ayudado al ciclista Lance Amstrong cuando se enfrent¨® a las acusaciones de dopaje en el libro L.A. Confidential, y el marido de la actriz Kate Winslet o el mism¨ªsimo Cristiano Ronaldo tambi¨¦n han pasado por sus manos. El letrado tambi¨¦n trabaja en divorcios y derecho de familia y tiene experiencia en casos de pirater¨ªa en tel¨¦fonos m¨®viles, como el que ha denunciado el pr¨ªncipe Enrique, y en 2011 consigui¨® que?News of the World indemnizara con unos 22.000 euros al exfutbolista Andy Gray por hackear su buz¨®n de voz.

Una lista interminable de clientes, y de ¨¦xitos, que han convertido a Keith Schilling?en un aut¨¦ntico depredador para los tabloides brit¨¢nicos. Los mismos que temen ahora las posibles consecuencias ¡ªecon¨®micas y para su reputaci¨®n¡ª que puedan llegar a ra¨ªz de las querellas interpuestas por los duques de Sussex.