¡®Comer animales¡¯¡ ?hasta cu¨¢ndo?
El documental de Christopher Dillon le saca los colores a la industria animal
Durante una hora y media escuchamos la dulce voz de Natalie Portman, narradora y a la vez coproductora del documental Eating Animals (¡®Comer animales¡¯, en espa?ol). Demasiada dulzura, me digo yo, para acompa?ar im¨¢genes y hechos desgarradores. No es el primer documental sobre las ¡®maldades¡¯ de la industria animal, ¡®efectos colaterales¡¯ bien documentados como los abusos y los maltratos a animales, cuando no la tortura, y la contaminaci¨®n del aire y de los r¨ªos adyacentes a las explotaciones ganaderas.
Y por desgracia mucho me temo que no ser¨¢ tampoco el ¨²ltimo documental que venga a denunciar el desastre: ?un secreto a voces? o quiz¨¢ mejor dicho ?una verdad silenciada una y otra vez? Eating Animals, dirigida por Christopher Dillo Quinn, se estrena en Madrid el pr¨®ximo 26 de octubre en el marco del Another way film festival. El documental, que forma parte de la Selecci¨®n oficial, podr¨¢ verse en Cineteca en versi¨®n original subtitulada.
No se puede alimentar al mundo sin las granjas industriales¡ a no ser que seamos todos vegetarianos
Los desmanes que nos cuenta Eating Animals sobre la industria alimentaria de los EEUU no nos pillan tan lejos como pudiera parecer. Este pasado mes de septiembre, sin ir m¨¢s lejos, fueron noticia de portada unas im¨¢genes captadas por una c¨¢mara oculta en un matadero de Madrid, im¨¢genes que daban fe igualmente del maltrato animal.
¡®Comer animales¡¯ se basa en el libro de Jonathan Safran Foer del mismo t¨ªtulo. El autor norteamericano, que acababa de ser pap¨¢, se interes¨® en su d¨ªa por la mejor forma de alimentar a su hijo. La investigaci¨®n le llev¨® a convertirse en vegetariano. La b¨²squeda le llev¨® a descubrir, por ejemplo, que los m¨¦todos tradicionales de ganader¨ªa hab¨ªan desaparecido casi del todo en su pa¨ªs para dejar el espacio libre a la producci¨®n industrial, el 99% del total.
Qu¨¦ locura para los animales y el medio ambiente. Qu¨¦ locura para el consumidor, que junto con la carne ingiere antibi¨®ticos y tambi¨¦n qu¨¦ sinsentido para el ganadero, que ha pasado de ocuparse y preocuparse de su ganado, un pu?ado de animales, a ser un simple esbirro, a sueldo de una gran corporaci¨®n, encargado de engordar ¨Clo m¨¢s r¨¢pido y eficazmente posible- a sus miles y miles de cabezas de ganado, todos ellos hacinados y confinados en naves industriales (sobre)viviendo en condiciones lamentables.
La historia del documental le saca los colores a la industria animal, pero por otro lado deja en mejor situaci¨®n al ¡®buen ganadero¡¯, aquel que ha sabido conservar el saber tradicional. Es el caso por ejemplo de Frank Reese, quien contaba con una explotaci¨®n de aves de corral. Para ocuparse de ellas hizo caso de su mentor y de viejos anuarios que muestra a c¨¢mara, libros amarillentos, ilustrados con dibujos hechos a tinta de las diferentes especies. ¡°Cuando era ni?o¡±, cuenta Reese en una escena,¡±los ganaderos amaban a su reba?o y su trabajo. Esto se ha perdido hoy.¡± La pel¨ªcula no es por lo tanto un claro alegato del veganismo. En alg¨²n momento se afirma que no se puede alimentar al mundo sin las granjas industriales¡ a no ser que nos convirti¨¦ramos todos en vegetarianos. ?Es ese el futuro?
Comer animales¡ ?hasta cu¨¢ndo? El documental parece darnos la respuesta. Est¨¢ llegando al mercado la ¡®hamburguesa sin carne¡¯. Los visitantes de la feria vegana de Madrid, Veggie World, pudieron degustarla en primicia en Espa?a el pasado mes de abril. Se puede encontrar ya en varios comercios y restaurantes en nuestro pa¨ªs. Basta con introducir la localidad en el buscador de la compa?¨ªa productora Beyond meat (m¨¢s all¨¢ de la carne, en espa?ol). Se vende ya en m¨¢s de 40 pa¨ªses y en m¨¢s de 43.000 establecimientos (comercios, restaurantes, universidades).
La compa?¨ªa productora de la hamburguesa (y tambi¨¦n de salchichas) de origen vegetal pero de aspecto y gusto animal tiene un nombre muy parlante: m¨¢s all¨¢ de la carne. ?Qu¨¦ pasar¨¢ cuando la oferta vegetal, sabrosa, de aspecto animal, elaborada sin haber hecho sufrir a nadie y sin contribuir al calentamiento global, se ofrezca al consumidor en el lineal del super junto con el bistec tradicional? No habr¨¢ opci¨®n, no habr¨¢ color.
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